Compartir una vivienda o un garaje son prácticas habituales entre los habitantes de las grandes urbes. Desde hace meses, como consecuencia de la crisis económica, cada vez más personas se plantean también compartir el taxi con otros usuarios desconocidos para dirigirse al mismo lugar de destino. Sn embargo, la ley prohíbe recoger clientes en varias paradas, ya que el coche se alquila en su totalidad.
Reducir gastos
El objetivo es ahorrar. Es la máxima que siguen numerosos españoles desde que comenzara la crisis, hace ya dos años. Cuando la reducción de gastos superfluos no basta para mantener las cuentas domésticas saneadas, hay que pensar en nuevas estrategias. Una es compartir taxi con otros usuarios, incluso desconocidos, que tengan el mismo destino, ya sea para asistir al trabajo, para realizar trámites administrativos o para regresar a casa por la noche. Esta práctica consiste en encontrar en la oficina, en la calle o en locales de ocio a otras personas que se dirijan al mismo lugar, o a otro cercano, y repartir el precio de la carrera de manera equitativa.
La iniciativa está extendida en otros países, sobre todo, del mundo anglosajón
La iniciativa está extendida, sobre todo, en países anglosajones, ya que en España la normativa vigente (que data de 1979), prohíbe para todo el territorio nacional recoger a varias personas durante la carrera en diversos puntos. El coche se alquila en su totalidad.
Donde sí se admite, se posibilita esta opción desde los aeropuertos. Los usuarios sólo tienen que ponerse en contacto a través de algunas páginas web habilitadas al efecto y proporcionar los detalles del vuelo. El sistema devuelve los resultados de otros usuarios en la misma situación y, con estos datos, se selecciona una zona para quedar en el aeropuerto.
Encontrar acompañantes
Esta alternativa puede aliviar la economía doméstica, pero seleccionar los compañeros de viaje no es fácil. Antes de tomar el taxi, conviene aclarar el punto exacto (o zona) al que se dirigen, asegurarse de la disponibilidad de los acompañantes para compartir la carrera y de que cuentan con el dinero suficiente para pagar el servicio.
Lo más adecuado es intentar conocer a otras personas que deban hacer el mismo trayecto con la suficiente antelación, aunque también es posible ponerse de acuerdo en la propia parada de taxis o en el lugar donde se espera su llegada.
Además del taxi, otras soluciones para retornar al hogar son los autobuses conocidos como “búhos”, en funcionamiento en diversas ciudades españolas. Realizan rutas regulares nocturnas que conectan el centro de la ciudad con barrios periféricos e, incluso, enlazan con poblaciones limítrofes.
También es posible recurrir al metro, que durante los fines de semana amplía su servicio en todas las líneas. En la mayoría de poblaciones que cuentan con este medio de transporte, el horario de cierre se amplía hasta las 02.00 horas y está disponible desde las 06.00 horas.