Se conoce como el “carné de conducir ordenadores” o “pasaporte informático europeo”, pero su nombre es “European Computer Driving License” (ECDL, Acreditación Europea del Manejo de Ordenador). Este certificado internacional, del que ya disponen más de nueve millones de europeos, acredita de forma oficial la capacitación para trabajar con un ordenador personal y hacer uso de aplicaciones informáticas comunes con un nivel de competencia básico.
Imagen: Rubén García / Eroski Consumer
«Informática: conocimientos a nivel usuario». Esta anotación, común en el currículum vitae, aporta una escasa información sobre los conocimientos y habilidades informáticas de quienes lo suscriben. Otros optan por destacar una larga referencia de los programas y software con los que están habituados a trabajar y los más aplicados adjuntan títulos específicos emitidos por centros de formación o academias que avalan la adquisición de determinadas competencias en esta materia.
Para las empresas empleadoras, todo sería más fácil si estas anotaciones se sustituyeran por una sigla: ECDL (European Computer Driving Licence), un método tangible para medir y verificar los conocimientos informáticos de los aspirantes según unos estándares comunes internacionales.
Acreditación internacional
Las administraciones de diferentes países la han adoptado como estándar para valorar los conocimientos informáticos
ECDL es una acreditación internacional europea que certifica una formación en informática básica, pero completa, como usuario. Se implantó hace más de una década (1997) a propuesta del Consejo Europeo de Asociaciones Profesionales de Tecnología de la Información (TIC), con el objetivo de promover e incrementar la competencia en TIC de los ciudadanos europeos. Desde estonces, las administraciones de diferentes países la han adoptado como estándar para valorar los conocimientos informáticos básicos y el Consejo de Europa lo ha reconocido como una herramienta idónea para validarlos.
Los programas de certificación ECDL se gestionan desde la Fundación ECDL, que asegura que la acreditación se aplica con los mismos criterios en todos los países. En España, la Asociación de Técnicos de Informática (ATI) representa a este organismo y organiza las distintas pruebas en los centros autorizados.
Las pruebas de certificación
Para obtener la acreditación EDL, es necesario superar unas pruebas diseñadas y validadas por expertos y académicos de todo el mundo. Los contenidos de las mismas no dependen de ninguna marca o aplicación determinada, sino que se pueden utilizar en cualquier entorno de software y están en consonancia con los últimos avances tecnológicos.
La organización modular de las pruebas permite que el candidato progrese de forma paulatina
Las pruebas se pueden realizar en cualquiera de los centros homologados en nuestro país, donde se informa sobre las fechas de examen y la documentación necesaria para presentarse. Están estructuradas en siete módulos: conceptos básicos de tecnología de la información, uso del ordenador y gestión de ficheros, tratamiento de texto, hojas de cálculo, bases de datos, presentaciones e información y comunicación. Esta organización modular permite que el candidato pueda progresar de forma paulatina en función de sus conocimientos e intereses particulares.
Una vez superado el primer módulo, el candidato obtiene la Tarjeta Europea de Habilidades Informáticas (TEHI). En ella se registrarán los siguientes módulos que se aprueben. Al superar los cuatro primeros módulos, se logra una acreditación intermedia denominada EDCL-Start y, cuando se superan los siete módulos completos, se consigue la acreditación ECDL.
La certificación es útil para incorporarse al mercado laboral, sobre todo para las personas interesadas en la movilidad geográfica, y algunas universidades, como la Universidad del País Vasco, la reconocen con créditos de libre elección (6 para la START y 10 para la completa).
Para acreditar niveles más avanzados de conocimientos de tecnología de la información, la Fundación ECDL otorga diferentes certificaciones: