Se conoce como “tarifa plana de telecomunicaciones” a un servicio que, mediante un coste fijo mensual, permite acceder a Internet con independencia del tiempo de acceso y del tráfico de datos generado. Si bien esta condición se respeta en el caso de los accesos fijos -cable, fibra o ADSL-, no ocurre lo mismo con la telefonía móvil. Con el falso nombre de “tarifas planas”, se ofrecen contratos que respetan la independencia del tiempo de uso, pero cuando se supera un determinado límite de datos descargados, se penaliza al usuario. La tendencia apunta, incluso, al fin de la falta de limitación del tiempo de acceso. Al final, todo será cobro por datos.
En los primeros años del desarrollo comercial de Internet, el acceso a la Red mediante la estructura de telefonía básica (RTB) se facturaba en función del tiempo de conexión del usuario, en tramos por minutos. Sin embargo, la diversificación de ofertas de banda ancha, como el acceso con tecnología ADSL o fibra, permitió a los usuarios tener conexión a Internet por un coste mensual fijo, con independencia del tiempo de acceso desde sus hogares. A esta estrategia se la llamó «tarifa plana de telecomunicaciones».
Cuando el usuario supera cierta tasa de tráfico de datos lo penalizan, ya sea con una disminución de la velocidad de acceso o con una sobrecarga de precio
En la telefonía móvil, las tarifas planas tardaron más de diez años, respecto a las de los hogares, con excepción de algunas propuestas limitadas a servicios concretos, como el ofrecido por Blackberry para la gestión del correo electrónico en movilidad. Terminales como el iPhone y los teléfonos basados en la plataforma operativa Android, pensados para un consumo continuo de datos, condicionaron a las empresas de telecomunicaciones para lanzar al mercado ofertas tentadoras que fomentasen la conexión a la Red desde el celular y contribuyeran al crecimiento del mercado del «smartphone».
No obstante, a menudo, las tarifas planas que se ofrecían no eran en realidad tales, ya que contaban con sendas limitaciones en cuanto a la cantidad de datos descargados cada mes. Si bien estas tarifas, todavía vigentes, permiten un tiempo de acceso ilimitado, cuando el usuario supera cierta tasa de tráfico de datos lo penalizan, ya sea con una disminución sustancial de la velocidad de acceso que casi inutiliza su conexión o con una sobrecarga de precio sobre cada megabyte de más descargado. Esta última medida no ha estado exenta de polémicas y algunos casos de facturas escandalosas. La Comisión Europea ha amenazado con prohibirla si termina por constituirse en un abuso.
Servicios restringidos
La nueva estrategia de los operadores de telecomunicaciones pasa por abandonar las tarifas planas por tiempo y ofrecer pago por datos y servicios consumidos, es lo que se conoce como Metered data. De esta forma, han pasado de una posición donde se había prohibido el uso de aplicaciones como Skype, bloqueado por muchas operadoras, a comenzar a permitir su uso dentro de sus redes para obtener a cambio una compensación económica por parte de la empresa, o bien para computar el consumo y pasar luego factura del mismo.
Hasta ahora, el negocio principal de los operadores de telecomunicaciones móviles era la voz, pero poco a poco en su cuenta de resultados los datos ocupan una porción cada vez más importante. Por este motivo, desde el principio de las tarifas de datos en móviles, los operadores habían limitado o bloqueado el uso de aplicaciones que podrían poner en peligro sus servicios tradicionales de voz, como las aplicaciones de VoIP en el móvil estilo Skype, utilizadas por los usuarios de manera masiva.
Los cambios de estrategia de los operadores están ahora bajo la lupa de la Comisión Europea
Los cambios de estrategia de los operadores están ahora bajo la lupa de la Comisión Europea. El pasado mes de noviembre se aprobó en el seno de la Unión Europea el llamado «Paquete telecom«, con una serie de normas relativas a las telecomunicaciones. Antes de junio de 2011, los países de la Unión Europea deberán incorporarlo a sus respectivas legislaciones.
Entre otras normas, el «Paquete telecom» obliga a los operadores de telecomunicaciones a proporcionar a los usuarios las tarifas y condiciones del servicio, así como las limitaciones y usos, de forma transparente en el contrato o en los términos de uso y condiciones generales. De este modo, el usuario puede evaluar de forma independiente los costes y limitaciones al cambiar de operadora y tener en cuenta de antemano todas las limitaciones de uso que se aplican a cada tarifa.
AT&T marca el camino
El operador norteamericano AT&T ha pasado en un año de bloquear el acceso a Skype para iPhone dentro de sus redes 3G -sólo estaba permitido si el usuario lo utilizaba conectado a una red wifi- a comenzar a ofrecerlo como un servicio más para sus clientes. Skype estará permitido en AT&T a partir de agosto de 2010 a cambio de una tasa fija mensual.
En Reino Unido el operador O2, propiedad de Telefónica, retiró todos sus planes de tarifas ilimitadas de datos en el móvil
No es el único caso: la aplicación iCall VoIP para el iPhone está disponible para su uso en redes 3G después de que Apple actualizara su plataforma de desarrollo para permitir las comunicaciones de VoIP en este tipo de redes gracias a la aprobación de operadores como AT&T. Al mismo tiempo, AT&T eliminó el pasado 7 de junio todos los planes de tarifa plana de datosy comenzará a ofrecerlos en función del volumen de tráfico que consuman los usuarios. 25 dólares al mes por dos gigabytes de datos y diez dólares adicionales por cada gigabyte extra, mientras que antes la tarifa plana con datos ilimitados era de 60 dólares al mes.
En Reino Unido el operador O2, propiedad de Telefónica, retiró todos sus planes de tarifas ilimitadas de datos en el móvil, aunque todavía incluye limitaciones en el uso de servicios como la VoIP y las aplicaciones P2P.
En España, desde el pasado mes de febrero, el operador Vodafone dispone de tarifas de datos que permiten el uso de aplicaciones de VoIP y P2P, aunque con un coste superior al resto de planes de acceso a Internet. El «Internet Contigo Oro», cuyo coste es de 49 euros al mes, permite ambos tipos de aplicaciones. «Internet Contigo Ilimitado», con un coste de 39 euros al mes, sólo permite el uso de aplicaciones P2P.