Verano y juegos son dos términos inseparables. Después del duro año académico los niños aprovechan el tiempo libre que les proporciona las vacaciones estivales para realizar múltiples actividades lúdicas que durante el invierno han quedado arrinconadas. La playa, las piscinas y la naturaleza procuran un entorno idóneo para que los pequeños se diviertan con sus amigos o, por qué no, también con los adultos.
Deben considerar la adecuación del juego a la edad del niño y a sus capacidades motrices
Las propuestas para jugar en verano son numerosas. Las familias tan sólo tienen que tener en cuenta algunos aspectos fundamentales para elegirlas. Por una parte, deben considerar la adecuación del juego a la edad del niño y a sus capacidades motrices para evitar cualquier situación de riesgo, sobre todo si la actividad se desarrolla en el agua. También es importante atender a las preferencias y gustos del pequeño, cuanto más atractivo sea el juego para él, más motivado estará para participar.
Cuando se organizan juegos en grupo, es fundamental que un adulto se encargue de supervisarlo, de explicar de forma clara la dinámica y las normas y vigilar que se cumplan. Si hay que dividirse por equipos, hay que cuidar que el reparto de los componentes sea equitativo, para que todos los grupos tengan la oportunidad de ganar.
En la piscina
La piscina les divierte, pero también les ayuda a desarrollar la motricidad y otras habilidadesEn cuanto los niños son capaces de nadar y desenvolverse con soltura en el medio acuático, no hay quien los saque del agua. La piscina les divierte, pero también les ayuda a desarrollar la motricidad y otras habilidades físicas que no pueden ejercitar en otros entornos. Con el fin de evitar posibles riesgos, antes de organizar cualquier juego en una piscina hay que asegurarse de que todos los participantes nadan y están capacitados para bucear y permanecer a flote durante un tiempo prolongado. Por otra parte, si la piscina donde se quieren poner en marcha los juegos es pública, hay que cuidar que se respeten las normas establecidas para los bañistas.
A continuación se muestran diferentes juegos:
En la playa
La arena, un cubo, un rastrillo y una pala son muchas veces suficientes para que un niño pase una jornada de playa entretenida y divertida a la vez. Castillos, carreteras, pozos y surcos por donde corre el agua del mar son algunas de las «obras» más comunes. Para algunas necesitará la ayuda de un adulto, pero otras, según la edad, son fáciles de construir por sí mismos.
Estos juegos, además de estimular la creatividad de los pequeños, favorecen su habilidad manual
Estos juegos, además de estimular la creatividad de los pequeños, favorecen su habilidad manual, la coordinación motora y el trabajo en grupo. Por otra parte, son tareas que exigen concentración y constancia. Desarrollar estas dos aptitudes les ayudará en otras actividades externas al ámbito lúdico.
Construir barreras de arena para evitar que las alcance la marea, enterrarse a sí mismo o a un compañero en la arena, organizar búsqueda de conchas o piedras, pescar cangrejos y otros moluscos o jugar a seguir las huellas en la arena son algunas propuestas entretenidas para pasar un divertido día de playa.
En el jardín o en el campo
El propio jardín y otros entornos en la naturaleza son propicios para desarrollar numerosas actividades lúdicas
Para pasar un buen verano no es imprescindible que el elemento acuático esté presente en los juegos. El propio jardín y otros entornos en la naturaleza son propicios para desarrollar numerosas actividades lúdicas que además tienen un componente didáctico para los niños. Sólo es necesario formar un pequeño grupo y animarlo a ponerse en movimiento con algunas de estas ideas: