En estos tiempos convulsos para los mercados, cada vez son más los inversores que amplían su abanico de opciones y buscan alternativas fuera de la Bolsa que les den más seguridad. En el último año ha crecido de modo notable la contratación de títulos de renta fija, en apariencia menos arriesgados que la renta variable. Ha ganado mucho interés la suscripción de pagarés, bonos, obligaciones, participaciones preferentes y deuda subordinada, entre otros activos. En todo 2009, el volumen de negocio registrado en AIAF, el mercado de renta fija español, alcanzó 3,6 billones de euros, un 53,8% más que en el año anterior. Los inversores buscan refugio en instrumentos capaces de garantizar su ahorro, algo que se consigue si se mantiene la inversión a vencimiento. Hasta ahora, uno de los inconvenientes de estos vehículos de inversión era la dificultad de venderlos antes de tiempo, sobre todo si no se quería perder dinero. Sin embargo, Bolsas y Mercados Españoles acaba de crear un nuevo sistema que busca dar más liquidez y facilitar la venta a todos los inversores particulares que deseen reembolsar su dinero antes de que venza su plazo.
Cómo funciona la renta fija
Cada uno de los tipos de activos de renta fija tiene un funcionamiento peculiar: tienen más o menos liquidez, sus intereses son mayores o menores, dan unas garantías concretas, unos plazos… Una de las características comunes es que una vez emitidos, es difícil su venta en el mercado secundario. Por lo general, las entidades se comprometen a pagar unos tipos de interés prefijados de antemano, siempre que el inversor mantenga su dinero hasta el vencimiento. En cualquier caso, si son títulos negociados en el mercado secundario (algo de lo que el ahorrador debe informarse antes de su contratación), cabe la posibilidad de venderlos antes de tiempo si se busca comprador.
No obstante, el mercado de renta fija no puede compararse con la Bolsa en cuanto a liquidez. Es difícil encontrar un inversor interesado en un título concreto, ya que su popularidad no es tan alta como la de las acciones. Hasta el momento, la forma más habitual de conseguir vender un título de renta fija antes de vencimiento (tanto si es de deuda pública como de deuda privada) era acudir a la entidad financiera o intermediario en el que se adquirió y mostrarle su deseo de reembolsar el capital. Para conseguir cruzar la orden de venta, la entidad en cuestión debía encontrar de forma bilateral (mediante llamadas de teléfono a otros clientes o entidades) otro ahorrador interesado en adquirir los títulos en venta. Este método de venta se mantiene vigente.
El inversor puede consultar en tiempo real cuáles son las operaciones abiertas y los precios ofrecidos
Sin embargo, con el ánimo de dar más liquidez y protección a los ahorradores, en el mercado de renta fija español (AIAF) han puesto en marcha una plataforma con la que el inversor particular podrá moverse de manera más cómoda. Desde el 10 de mayo está en funcionamiento el Sistema Electrónico de Negociación de Deuda (SEND), un mercado en el que se introducen todas las órdenes existentes, tanto de compra como de venta de activos de renta fija privados.
Qué es el SEND
En el SEND se negocian participaciones preferentes, bonos y obligaciones simples, obligaciones subordinadas, obligaciones con bonificación fiscal, cédulas y pagarés con vencimiento superior a seis meses. En un principio, se han incluido las emisiones realizadas a partir de 2009, con precio nominal unitario igual o inferior a 1.500 euros que hayan tenido como destinatario al inversor particular. No obstante, el funcionamiento del mercado prevé incluir otros títulos emitidos con anterioridad, o con nominal superior, si así lo pide el emisor, un miembro del Mercado o determinados activos de deuda pública nacional o europea.
El sistema de contratación se realiza por órdenes (multilateral) o aplicaciones (bilateral), con operativa a vencimiento y contado. La compensación y liquidación de las operaciones se hará a través de Iberclear, por saldos. El horario de funcionamiento de este mercado es continuo, de 8:30 horas a 16:30 horas (de lunes a viernes) y, al igual que sucede con la Bolsa, el inversor puede consultar en tiempo real cuáles son las operaciones abiertas y los precios ofrecidos. Para ello, ha creado un apartado específico en su página web llamado SEND. Con el fin que los activos aparezcan en esta nueva plataforma, es necesario que el inversor pida a su entidad intermediaria que le introduzca la orden a través de este mercado.
A qué precio vender
Cuando se acude al mercado secundario a vender un título de renta fija (siempre que el inversor no espere a vencimiento), se pierden las garantías o el compromiso de rentabilidad pactado el día de la compra. En este caso, el ahorrador debe saber que tendrá que someterse a los precios de mercado en el momento de la solicitud: si se vende un activo de renta fija antes de tiempo se puede perder dinero. Conviene tener en cuenta varios parámetros que influyen en el precio: la evolución de los tipos de interés, la percepción de riesgo del mercado, la demanda y el plazo.
Si entre la compra y la venta se han producido subidas en los tipos de interés del mercado y estos se encuentran por encima del tipo de interés del título, el precio al que se podrá vender el activo en el mercado secundario será inferior al precio de amortización. En este caso, el inversor podría llegar a perder dinero, ya que sus activos han perdido valor. Este hecho pone de manifiesto que la rentabilidad de la renta fija no lo es tanto como su nombre puede sugerir.
Las cédulas hipotecarias son el activo que cuenta con mayor cuota de negocio en el mercado de renta fija privada
Por el contrario, puede darse la circunstancia de que los tipos de interés del mercado hayan caído entre el momento de compra y el de venta. En este caso se pueden vender activos de renta fija a mayor precio que al que se adquirieron.
En cuanto al plazo, los activos que más riesgo presentan y que están más expuestos a sufrir fluctuaciones son los emitidos a mayor plazo (sobre todo a partir de tres años). Por eso, lo normal es que el cupón que ofrezcan sea también superior al de los emitidos a corto plazo (hasta un año). No hay más que ver que en la actualidad las Letras a tres, seis y doce meses se colocan en las últimas subastas a tipos que oscilan entre el 1,5% y el 2,5%, mientras que los bonos a partir de cinco años dan un 3,58% y las obligaciones a 10 años, un 4,87%. Las emitidas al mayor plazo posible (a 30 años) se han adjudicado en la última subasta (del pasado 17 de junio) al 5,93%.
El riesgo, tanto de los emisores como de los tipos de interés, es otro dato fundamental a la hora de medir las capacidades de la inversión en renta fija. La falta de seguridad o la mayor posibilidad de impago debe premiarse con mayor rentabilidad. Por lo general, una emisión de alto riesgo (por ejemplo las que cuenten con calificaciones crediticias inferiores a BB) registran un tipo de interés elevado.
Qué se contrata más
Las cédulas hipotecarias son el activo que cuenta con mayor cuota de negocio en el mercado de renta fija privada. En total, a cierre de 2009 concentraba el 40,5%. Su volumen total ascendía a 352.780 millones de euros. Los bonos clásicos, las obligaciones y las participaciones también crecieron mucho durante 2009, hasta alcanzar más de 151.000 millones de euros, lo que representa el 17% del saldo vivo.
Los pagarés, sin embargo, vieron caer su saldo en circulación (todo el dinero que hay en el mercado invertido en ellos) hasta 41.647 millones de euros, lo que supuso 4,8% del total. Por su parte los bonos de titulización mostraban prácticamente el mismo peso que en el ejercicio anterior, con un 33,5%, y 291.425 millones de euros.