Para dar respuesta a la creciente demanda de servicios lingüísticos de calidad, la Dirección General de Traducción (DGT) de la Comisión Europea ha puesto en marcha la Red de másteres europeos en traducción (EMT). Este proyecto, iniciado el pasado año 2009, tiene como objetivo agrupar los mejores programas de formación de traducción de posgrado de la Unión Europea bajo unos estándares de calidad comunes. En la actualidad, 34 másteres universitarios de 16 estados europeos integran la Red, entre ellos, tres programas de instituciones de educación superior de nuestro país.
«La traducción es una profesión de futuro». Así lo afirma Leonard Orban, Comisario de Multilingüismo de la Comunidad Europea. Pero para ser traductor profesional no basta con adquirir las suficientes competencias lingüísticas en una o varias lenguas, «es necesario ser capaz de prestar servicios plenos», añade este experto.
Para facilitar el acceso a una formación completa de estos profesionales, la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea ha creado la Red EMT (European Master’s in Translation). Un proyecto destinado a reunir, bajo un mismo sello, a todos aquellos programas de posgrado de nivel de máster de instituciones de educación superior europeas que cumplan determinados estándares de calidad que garanticen la competencia profesional de los traductores.
Se presentaron 93 solicitudes de 24 estados a la primera convocatoria para adherirse a la Red
El pasado año se presentaron 93 solicitudes de 24 estados a la primera convocatoria para adherirse a la Red, entre ellos se seleccionaron los 34 programas de 16 países que forman parte en la actualidad del proyecto, tres de ellos de universidades españolas. Estos másteres, que permanecerán en la Red durante cuatro años, son ahora la principal referencia formativa de posgrado para todos aquellos graduados que quieran completar su especialización en esta área profesional.
Formación de calidad
La iniciativa para crear una red de referencia de posgrados europeos en traducción surge ante dos realidades presentes en Europa en este campo profesional. Por una parte, el auge de la demanda de servicios lingüísticos de calidad ante la creciente globalización económica de la Unión y por otra, la necesidad de traductores cualificados para determinadas lenguas europeas de estados adheridos en los últimos años en los que la formación universitaria en traducción es escasa o inexistente.
La formación se centra, más que en el aprendizaje de lenguas, en la adquisición de destrezas para el ejercicio de la profesión
La respuesta a la demanda de servicios lingüísticos plenos está garantizada. Los programas que forman parte de la Red EMT cumplen el marco de referencia marcado por la DGT sobre las competencias que debe haber adquirido un traductor altamente cualificado al término de sus estudios. La formación, de carácter profesional, se centra, más que en el aprendizaje de lenguas, en la adquisición de destrezas para el ejercicio de la profesión orientadas a las necesidades del mercado. Esto incluye la comercialización de servicios, negociaciones, gestión de tiempo y presupuestos, búsqueda de información o utilización de herramientas informáticas, entre otras competencias.
Para fomentar la formación en los países en los que la traducción no ha alcanzado el suficiente grado de profesionalización, la Red EMT obliga a los programas adheridos a apadrinar a otros que quieran formar parte del proyecto. De este modo, se contribuye a la colaboración activa y el intercambio de buenas prácticas entre instituciones con larga experiencia y alta reputación en esta disciplina y otras que aún tienen un importante camino por recorrer.
España está representada en la Red EMT por tres programas de posgrado de tres universidades públicas: