Determinados acontecimientos ocurridos en los últimos meses han cuestionado la seguridad de los cooperantes. Se han puesto en duda diversos aspectos relacionados con su trabajo y el nivel de riesgo al que se enfrentan. Ahora se plantea regular esta labor cuando se desarrolle en zonas de conflicto y se revisan las condiciones en que los cooperantes desempeñan su tarea, ¿pero qué ocurrirá hasta entonces? Algunas ONG ya han retirado al personal desplazado en determinados puntos, mientras que otras lo han trasladado a zonas más seguras y un tercer grupo ha anunciado que mantendrá su ayuda, incluso en lugares de conflicto, aunque reforzará las medidas de seguridad.
Imagen: Trees ForTheFuture
El Estatuto de los cooperantes, en vigor desde 2006, es el instrumento que regula esta profesión. Se aprobó para cumplir con el contenido de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que recoge el marco normativo de los aspectos esenciales de esta labor. En ella se reúnen los derechos y obligaciones de los cooperantes, pero también se regulan los aspectos que afectan a su seguridad.
A finales de agosto, Intermón-Oxfam reforzó sus medidas de seguridad en Mali y en Burkina Faso tras recibir varias informaciones que alertaban de la posibilidad de secuestro de su personal desplazado. Las embajadas francesa y norteamericana, y el propio Ministerio de Asuntos Exteriores, avisaron del riesgo en la zona. La organización decidió entonces trasladar a sus cooperantes a puntos más seguros y, en otros casos, optó por cooperantes locales para rebajar posibles tensiones.
En las mismas fechas, la Comisión europea advirtió de que la seguridad de los cooperantes está «más comprometida que nunca» debido al aumento de acosos, secuestros y asesinatos. Señaló que el año pasado murieron más trabajadores humanitarios que soldados de la ONU encargados del mantenimiento de la paz y que en diez años se ha triplicado el número de fallecidos. Si en 1999 perdieron la vida 30 cooperantes, en 2009 la cifra ascendió a 102. Respecto a los secuestros, en el mismo periodo, se pasó de 20 a 92.
Seguro colectivo
Las ONG pueden adherirse al seguro colectivo de la AECID o contratar sus propias pólizas
El Estatuto de los cooperantes prevé siempre la firma de un seguro para cubrir cualquier incidente. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) pone a su disposición un Seguro Colectivo de Cooperantes. A éste pueden adherirse las entidades que deseen cubrir al personal desplazado, siempre que hayan depositado antes el contrato y el acuerdo complementario de destino en el Registro de ONGD de esta institución.
El coste de la póliza se comparte. Las entidades abonan a la AECID el 50% del importe de las primas de los seguros suscritos: uno de vida y otro de salud, en vigor mientras se mantenga la condición de cooperante. Su cobertura afecta a cualquier país del mundo. Si lo prefieren, las ONG pueden contratar su propio seguro, con la cobertura que estimen oportuna.
Medidas de seguridad
La Unión Europea tiene previsto cerrar este mes un proyecto de Resolución sobre la seguridad del personal humanitario y la protección del personal de las Naciones Unidas. Sin embargo, cada ONG aplica ciertas medidas de seguridad para evitar situaciones de riesgo. Hay protocolos comunes para cada país y medidas específicas en función de la zona donde se trabaje.
En algunos casos, los cooperantes deben firmar un documento en el que se concreta que conocen las normas de seguridad y se comprometen a cumplirlas. Además, una vez en el lugar de destino, se les informa de las normas que deben seguir para garantizar su seguridad y la del proyecto en el que toman parte.
En los casos más restrictivos, se establecen toques de queda para evitar las salidas a partir de ciertas horas, se prohíbe a los cooperantes conducir un vehículo o, si lo hacen, deben circular sólo por determinadas carreteras, han de contar siempre con un medio de contacto (teléfono móvil o radio) y no acudir a algunos lugares considerados conflictivos. El nivel de riesgo se evalúa con frecuencia, pero es indispensable que los cooperantes hagan todo lo posible por mantener su integridad.
Con motivo de la celebración del Día del Cooperante, la Coordinadora ONGD-España (CONGDE) destacó el papel de estos profesionales, que “realizan una labor permanente que traslada la solidaridad española a las poblaciones más vulnerables”. En la actualidad, cerca de mil cooperantes de organizaciones miembro de la CONGDE trabajan en diferentes partes del mundo, en los países más empobrecidos. Desempeñan su labor junto con miles de trabajadores locales “para, entre otras cosas, avanzar en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio”.
Los cooperantes están cada vez más preparados ante posibles riesgos, asegura la CONGDE
Es una labor imprescindible para millones de personas que viven en una situación extrema, agravada por la crisis económica. Sin embargo, cuando la necesidad de cooperación es más evidente y se apela al esfuerzo de todos, se debate “sobre la idoneidad de que ciudadanos españoles viajen a zonas de riesgo, aún con fines solidarios”.
Para el presidente de la CONGDE, Eduardo Sánchez, el trabajo profesional del cooperante, remunerado o no, se realiza de un modo estable “en un contexto que conoce”, por lo que no debe mezclarse con otras prácticas, “que no siempre cumplen estas premisas”. La Coordinadora asegura que el personal está cada vez más preparado ante posibles riesgos y recuerda que, “a pesar del aumento de cooperantes en los últimos años, no se ha dado un aumento paralelo de incidentes en el terreno”.