Activo, reflexivo, teórico o pragmático. Son algunos de los estilos de aprendizaje que pueden predominar entre los alumnos de una clase. Cada uno de ellos adquiere los conocimientos a su manera. A unos les interesa analizar la información, a otros su aplicación práctica y otro grupo prefiere buscar argumentaciones que expliquen lo aprendido. Si el docente es capaz de averiguar el estilo que prevalece en cada estudiante, podrá adaptar su modo de enseñarles para obtener el mayor rendimiento académico posible.
¿Por qué dos alumnos con similares capacidades y aptitudes hacia el estudio obtienen diferentes resultados académicos en determinadas asignaturas? La respuesta no está en la materia qué aprenden, sino en cómo la aprenden. Cada estudiante tiene un estilo particular, el aprendizaje se caracteriza por determinadas formas de procesar, interpretar y asimilar la información que se recibe. Puede estar relacionado con distintos factores:
La forma de percibir la información: algunos estudiantes aprenden mejor cuando leen o ven la información representada de forma visual, otros retienen los contenidos de manera más fácil si se los explican por vía oral y parte de los alumnos asocian lo aprendido a otros sentidos, a la experiencia.
La forma de procesar la información: algunos alumnos tienden a globalizar y sintetizar la información que reciben para comprenderla mejor, mientras que otros optan por un análisis detallado y exhaustivo de todos los contenidos.
La forma de organizarse: este factor explica por qué algunos estudiantes prefieren las tareas que requieren una planificación y una estructuración determinada y otros, sin embargo, se desenvuelven mejor en entornos donde el trabajo es más espontáneo y ágil.
Las relaciones interpersonales: algunos estilos de aprendizaje están marcados por la forma de orientarlo en relación con los demás. El más cooperativo se relaciona con quienes prefieren el trabajo en grupo con otros compañeros y el individual, con quienes trabajan mejor de modo independiente.
El modo en que interactúan estos factores da lugar a un estilo cognitivo diferente
El modo en que interactúan estos factores en el proceso de aprendizaje de cada alumno da lugar a un estilo cognitivo diferente. Si el modelo de enseñanza del profesor de una asignatura y las particularidades de ésta se ajustan de forma idónea al estilo del alumno, será más fácil para él adquirir los conocimientos y aplicarlos en las evaluaciones correspondientes.
El sistema 4MAT
El docente, como es lógico, no puede aplicar en clase un tipo de enseñanza distinto para cada uno. Pero sí puede intentar elaborar un modelo de docencia en el aula que englobe habilidades y competencias características de los estilos de aprendizaje básicos. De este modo, el alumno se podrá sentir motivado cuando trabaje en el área en la que tiene mayores fortalezas y, a la vez, podrá experimentar con otras formas de asimilar los conocimientos.
El sistema 4MAT se basa en un ciclo de ocho etapas diferentes que atienden los cuatro posibles estilos de aprendizaje del total de alumnos
La aplicación en el aula del denominado sistema 4MAT supone una forma de alcanzar este objetivo. Este modelo, ideado hace más de 25 años por la especialista en educación Bernice McCarthy, consiste en conducir las sesiones de clase a través de un ciclo compuesto de ocho etapas diferentes en las que se atienden los cuatro posibles estilos de aprendizaje del total de alumnos del grupo: quien busca los significados y le interesa el «porqué» de las cosas (imaginativo), quien da importancia a los conceptos y se pregunta el «qué» (analítico), el pragmático que busca siempre el «cómo» (sentido común) y el activo a quien le gusta descubrir las cosas por sí mismo (dinámico).
Cada uno de estos estilos de aprendizaje tiene el mismo valor. Se persigue que los alumnos aprendan mediante cada uno de ellos y darles a todos la oportunidad de adquirir los conocimientos con sus propias habilidades naturales y con otras también necesarias para obtener un buen rendimiento. El ciclo de enseñanza se estructura del siguiente modo:
Analizar las particularidades de cada estudiante y sus preferencias al asimilar los conocimientos puede ser una tarea ardua y extensa para un docente. Una de las formas de identificar el estilo de aprendizaje de cada alumno de un modo más sencillo puede ser mediante la aplicación del denominado test CHAEA (Cuestionario Honey Alonso de Estilos de Aprendizaje), ideado por Catalina Alonso y Domingo Gallego, profesores de la Facultad de Educación de la UNED.
El cuestionario, que se puede cumplimentar en línea desde la página web de los autores, se compone de 80 ítems. En ellos, los alumnos deben marcar si están de acuerdo o en desacuerdo con las ideas que se expresan. Una vez cumplimentado, con un simple clic, se podrá obtener la identificación del estilo de aprendizaje preferido por el alumno.