Los ríos de todo el planeta están en peligro y, con ellos, el abastecimiento de agua de millones de personas y la biodiversidad. Son las conclusiones de diversos estudios que señalan las principales amenazas de los ríos, causadas por los seres humanos. Para evitar un problema que podría aumentar en los próximos años a causa del cambio climático o el incremento de población, los expertos reclaman iniciativas mixtas para gestionar el agua sin dañar la naturaleza.
Mapamundi de los ríos amenazados
El 80% de la población mundial, unos cinco mil millones de personas, vive en zonas donde los ríos sufren importantes amenazas. Por ello, el abastecimiento de agua dulce de gran parte de la humanidad corre peligro. El 65% de la biodiversidad que reside en los ríos también sufre las consecuencias de esta degradación ambiental. Son algunas de las conclusiones de un estudio publicado en ‘Nature’.
Sus autores, un equipo de varios investigadores estadounidenses, afirman ser los primeros en crear un mapa que cuantifica y relaciona los principales problemas que afectan al abastecimiento de agua y la pérdida de biodiversidad acuática en el mundo: 23 indicadores de problemas como la escasez de agua, el estrés hídrico, la escorrentía agrícola, la contaminación o las especies invasoras.
Imagen: University of Wisconsin-Madison
El trabajo deja en evidencia que los sistemas construidos en los países desarrollados, como embalses, presas, canales o redes de distribución son agua para hoy y sed para mañana, además de una fuente de desequilibrios entre los países ricos y pobres.
El mapa de la parte superior cuantifica el estrés del agua en su estado natural, y el inferior, el del agua para el abastecimiento humano a través de las distintas infraestructuras. El agua natural en gran parte de Europa occidental y América del Norte sufre un elevado impacto, al contrario que el agua «administrada». Los habitantes de estas regiones no tienen problemas de abastecimiento, pero a costa de una elevada presión para los ríos y su biodiversidad. En regiones como África, la situación es la inversa.
Unos cinco mil millones de personas viven en zonas donde los ríos sufren importantes amenazas
El mapa deja en evidencia un modelo insostenible de gestionar el agua, según sus autores. Las infraestructuras benefician a una pequeña parte de la población mundial, pero aunque todos los países se podrían permitir el lujo de construir estos sistemas, no sería una buena solución. La sobreexplotación del agua aumentaría y la biodiversidad sufriría mayores daños.
Los investigadores creen que el problema podría empeorar, porque el estudio no ha tenido en cuenta impactos como los vertidos a los ríos de compuestos farmacéuticos o residuos mineros, de los que no se cuenta con suficiente información.
El cambio climático, un serio peligro para los ríos
El artículo de ‘Nature’ prevé que el problema podría agudizarse en los próximos años, cuando factores como el cambio climático o el aumento de la población aumenten la presión sobre los ríos.
Y no es el único estudio en subrayar este inminente hecho. Un artículo publicado en la revista ‘Frontiers in Ecology and The Environment’ alertaba en 2007 de los efectos del cambio climático en los ríos del planeta. Sus autores, un grupo internacional de científicos, señalaban que las modificaciones efectuadas en los caudales de los ríos han reducido su capacidad para adaptarse al calentamiento global.
El estudio estima que unos mil millones de personas se verán afectadas al vivir cerca de cuencas de ríos amenazados. Si no se toman medidas, las inundaciones o la escasez de agua serán dos fenómenos que podrán generarse de manera más frecuente.
La organización conservacionista WWF publicaba también en 2007 un informe que afirmaba que los principales ríos del mundo «agonizan» por culpa del cambio climático, la contaminación y las presas. Por ello, el riesgo de escasez de agua en el mundo es cada vez mayor. El listado de los diez grandes ríos que «se mueren» incluía cinco asiáticos (Yangtzé, Mekong, Salween, Ganges e Indo), uno europeo (Danubio), dos americanos (el río de La Plata y el río Bravo o río Grande), uno africano (el Nilo-Lago Victoria) y otro australiano (el Murria-Darling).
Ríos amenazados en España
Al menos una tercera parte de los ríos, arroyos y ramblas españoles están muy degradados
Los ríos españoles también están en una situación delicada. WWF asegura que al menos una tercera parte de los ríos, arroyos y ramblas están muy degradados, tanto en su estructura como en su calidad del agua. Por ello, el 54% de los peces continentales y el 29% de las aves ribereñas están amenazados. A pesar de ello, recuerdan, sólo el 2% de los espacios ribereños están protegidos.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) reconoce que el aumento de la demanda de agua, las obras de acondicionamiento de los cauces y la edificación, así como los cultivos llevados hasta la orilla, han supuesto que los ecosistemas fluviales sean uno de los medios naturales más afectados. En cuanto a los más degradados, el MARM no precisa cuencas concretas, pero asume que los ríos del norte son los más afectados por la contaminación. En el sur, el principal problema sería un exceso de regulación que provoca que el mar reciba una escasa cantidad de agua.
Para combatir estos impactos, los responsables institucionales han aprobado, a través del Programa A.G.U.A., la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos. El programa se propone restaurar y conservar, con la meta en 2015, la calidad ambiental de los ríos.
Medidas para evitar una catástrofe
Los expertos reclaman varias medidas para combatir las amenazas de los ríos:
- Aumentar las inversiones institucionales en estrategias de gestión del agua que combinen infraestructuras con opciones naturales como cuencas, pantanos y terrenos inundables.
- Promover las acciones preventivas, mucho más económicas y efectivas que las de recuperación, como la gestión de aguas pluviales y sedimentos, la reconfiguración de canales, la eliminación de presas y la atención a las riberas.
- Poner en marcha una gestión integrada del recurso del agua, que equilibra las necesidades de los humanos y de la naturaleza. De esta manera, se podría asegurar el acceso al agua potable para los seres humanos y conservar la biodiversidad.