Una de las opciones más defensivas para invertir en Bolsa es hacerlo a través de los valores que retribuyen a sus accionistas con pagos regulares, vía dividendos. La rentabilidad anual oscila entre el 0,5% y el 13% y están indicados, sobre todo, para los ahorradores que dirigen sus perspectivas hacia un medio o largo plazo, ya que les permite disponer de una “renta fija” por sus operaciones en Bolsa.
Rendimiento seguro
En época de crisis conviene más que nunca tratar de obtener rentabilidad de los ahorros. Una opción segura es hacerlo a través de los dividendos que proporcionan algunas compañías que operan en el mercado continuo nacional. Es la denominada «renta fija» dentro de la renta variable. Su rendimiento oscila en función de la retribución que realiza cada compañía, pero en general se sitúa en una franja del 0,5% al 13%. Eléctricas, bancos, autopistas y empresas de alimentación son las más proclives a hacer efectivo este pago, que puede ser trimestral, semestral o anual. Incluso hay entidades que proponen a sus clientes productos financieros para reinvertir los dividendos en acciones de la empresa, como fórmula para ampliar el capital.
Las empresas que brindan dividendos son las de mayor capitalización, en su mayoría, integradas en el Ibex-35. Para saber qué empresas lo incorporan basta con acudir al Ibex Top Dividendo, un índice de la Bolsa española que engloba a las 25 compañías con mayor rentabilidad por dividendo del mercado español y cuyo objetivo es recoger el comportamiento de las empresas que contemplan este tipo de retribución. A través de este marcador, se puede constatar su evolución, la rentabilidad que genera al año, así como cualquier novedad con respecto a este abono.
Las empresas que brindan dividendos son las de mayor capitalización, casi todas en el Ibex-35
El dividendo está pensado para los inversores estables, con vocación de permanencia en un valor. No se aconseja a los especuladores, a no ser que empleen una estrategia de entrada pocos días antes de la retribución y abandonen las posiciones compradoras una vez que se haya hecho efectivo el pago, aunque corran el riesgo de que lo descontado en su cotización sea superior a la cantidad abonada.
Requisitos para obtener el dividendo
Para tener derecho a cobrar el dividendo, basta con que el usuario compre las acciones el día anterior y las tenga al cierre de esa sesión. Desde ese momento, se tiene derecho a recibir el dividendo al día siguiente, o cuando el banco o caja de ahorros lo abone en su cuenta, que en algunos casos se puede demorar entre dos y cuatro días.
Para tener derecho a cobrar el dividendo, basta con que el usuario compre las acciones el día anterior y las tenga al cierre de esa sesión
Conviene aclarar que un reparto de dividendos no supone ganar un dinero extra que «regala» la compañía, sino que lo descuenta del precio del valor, aunque casi siempre lo recupera en varias sesiones bursátiles. Su mecánica es sencilla: el accionista recibe un dinero en efectivo por el dividendo y el precio del valor baja, con lo que su inversión vale menos cuando se hace efectivo el descuento.
Si el inversor lo desea, puede reinvertir el capital abonado por esta retribución en acciones de la propia compañía y, de esta manera, aumentar su inversión.