Alquilar o compartir por horas un coche eléctrico ya es posible en ciudades como Sevilla, Madrid, Barcelona, Sagunto (Valencia) o Ataun (Gipuzkoa). Sus ventajas son indudables: por un precio que oscila entre dos y cinco euros por hora, se puede utilizar un coche silencioso, no contaminante y que incluso puede aparcarse sin restricciones en zonas azules. Sus impulsores creen que puede ser una buena idea para descongestionar los centros urbanos y que los consumidores se habitúen a los vehículos eléctricos.
Ciudades españolas que alquilan coches eléctricos
Imagen: Sarecar
El Proyecto Piloto de Movilidad Eléctrica (Movele) es una iniciativa pública para promover el uso de los vehículos eléctricos en España. Sus impulsores, el Ministerio de Industria a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (idea), conceden diversas ayudas a particulares y empresas para la compra y el alquiler de estos vehículos.
Los ayuntamientos de Sevilla, Madrid y Barcelona colaboran con el proyecto Movele para probar iniciativas que consigan este objetivo. Una de ellas es la puesta en marcha de experiencias piloto de alquiler de vehículos eléctricos.
La mayoría de servicios utiliza un Think City, un biplaza con una autonomía de 180 kmEn la capital hispalense, el servicio Cochele ofrece la posibilidad de utilizar coches eléctricos en la modalidad de «Car Sharing«. Este sistema consiste en prestar el vehículo durante un corto periodo de tiempo, de manera que el usuario puede utilizarlo de forma puntual. Como apoyo para fomentar el uso de estos vehículos ecológicos, el ayuntamiento permite su acceso y estacionamiento sin restricciones en toda la ciudad. El precio por hora es de 4,5 euros o 0,29 euros por kilómetro si se sale de la capital. El coche utilizado es un Think City. Fabricado en Noruega, es un biplaza con una autonomía de 180 kilómetros con la batería al 100%.
En Madrid, la empresa HelloByeCars dispone de una flota íntegra de coches eléctricos de alquiler. Los autos, del modelo urbano Toyota IQ, ideales para moverse por grandes ciudades, están aparcados en zonas céntricas y estratégicas de la capital, como hoteles. El precio ronda los cinco euros y medio por hora y 54 euros todo el día. Con estos vehículos también se puede aparcar gratis hasta cinco horas diarias en las zonas azules de la ciudad y circular por las áreas de Prioridad Residencial. Por su parte, la empresa Respiro Car Sharing, que ofrece también en Madrid esta modalidad de alquiler, ha anunciado que incluirá en su flota modelos eléctricos en 2012.
En Barcelona, la Plataforma Logística per a la Implementació del Vehicle Elèctric (LIVE) ampliará a 220 el número de puntos públicos para recargar coches eléctricos en todos los distritos de la ciudad. Además, se ha firmado un convenio con cinco hoteles de cinco estrellas, que contarán con estaciones de recarga para ofrecer a sus clientes vehículos eléctricos de dos ruedas en régimen de alquiler.
Los vecinos de Ataun, Ordizia, Beasain y Lazkao, en Gipuzkoa, disfrutan del proyecto Sarecar, un sistema público de car sharing de vehículos eléctricos. En este caso también se ha optado por el modelo Think City, que se puede alquilar a dos euros por hora. Sus responsables, un consorcio formado por los ayuntamientos de las citadas localidades, Diputación de Gipuzkoa, Gobierno Vasco, Kutxa e Iberdrola, señalan que el sistema constituye un banco de pruebas cuyo éxito podría extenderse a otras localidades vascas.
Los consumidores pueden probarlos y quitar el miedo a los coches eléctricosEn Sagunto (Valencia), el sistema de alquiler de coches eléctricos se denomina E:Sharing. Los coches también son Think City y las estaciones de recarga se alimentan con energías renovables. Los precios dependen del tipo de usuario. Los ciudadanos registrados pagan un euro por cada cuarto de hora o cuatro euros por día entero más 40 céntimos por kilómetro a partir de los 21 kilómetros. Los usuarios ocasionales pagan un 20% más de recargo y una fianza, y las empresas que los alquilan a modo de flota tienen descuentos especiales. Sus impulsores, una empresa privada con la colaboración del Ayuntamiento, la Generalitat, el Ministerio de Fomento y la Universitat Politécnica de Valencia (UPV), quieren que sea la base para una futura red en toda la Comunidad Valenciana.
Universidades, islas y empresas de alquiler convencionales
En la Universidad de Murcia (UMU), los estudiantes tienen a su disposición un servicio de vehículos todoterreno eléctricos. Su objetivo es reducir el intenso tráfico de vehículos convencionales en el interior del campus y sustituirlos por este medio de locomoción más limpio y barato.
En Formentera, la empresa Elektracar ha apostado por el coche eléctrico para dar un servicio de alquiler de vehículos a los turistas «responsables con el medio ambiente» que se acerquen a disfrutar de la isla.
Algunas de las empresas convencionales de alquiler de vehículos han anunciado la incorporación de coches eléctricos. Hertz introducirá los Nissan LEAF en sus oficinas de EE.UU. y Europa, y Avis tiene previsto utilizar los nuevos modelos de Renault, el Twizzy (que se fabricará en Valladolid) y Zoe.
Ventajas del préstamo de vehículos eléctricos
Los coches eléctricos se presentan como el futuro por sus diversas ventajas ecológicas y económicas, pero en la actualidad no son competencia para los vehículos de combustión. Un modelo tipo puede costar unos 40.000 euros y, aunque hay diversas ayudas, todavía son caros. Además, la red de puntos de recarga no es muy extensa.
Por ello, los defensores de este modelo de movilidad menos contaminante creen que el apoyo al alquiler puede suponer su popularización, al igual que los servicios de préstamo de bicicletas. Los consumidores pueden así probarlos, familiarizarse con sus peculiaridades y quitar miedos.
El car sharing es una manera de reducir el tráfico rodado en las grandes ciudades. Según los responsables de Respiro Car Sharing, por cada unidad se quitan de la circulación entre seis y diez coches privados. Por su parte, los consumidores tienen un vehículo a su disposición sin tener que comprarlo, una opción idónea para quien no usa el coche de manera frecuente o para turistas o empresas que quieren un servicio rápido y puntual de alquiler. Por ello, no es de extrañar que el car sharing se haya extendido ya en más de seiscientas ciudades de todo el mundo. Si en todas ellas empiezan a apostar por los coches eléctricos, el impulso a esta tecnología sería enorme.
Cómo funciona el préstamo de coches eléctricos
Los servicios de car sharing con vehículos eléctricos son todos bastante sencillos y similares. Basta con darse de alta en el sistema por Internet, teléfono o en los lugares físicos habilitados para ello. En algunos casos se pide una fianza y contar con una determinada edad y antigüedad del carné de circulación. Una vez registrado, el usuario reserva el vehículo en el lugar y tiempo deseados, e incluso se puede ampliar sobre la marcha en algunos sistemas. La tecnología que incorporan es capaz de identificar al usuario, comprobar la disponibilidad y hacer un seguimiento del mismo. Una vez utilizado, el usuario devuelve el vehículo para su recarga.