Un 9,5% de la población española realiza actividades de voluntariado dedicadas a la acción social, es decir, casi 870.000 personas deciden participar de forma solidaria en diferentes proyectos dentro de una organización de voluntariado. El trabajo que realizan no tiene precio debido a su carácter altruista y comprometido con la situación social de los grupos más desfavorecidos. Sin embargo, el hecho de ser una labor no remunerada, no implica que sea invisible, más bien todo lo contrario: genera capital económico, si bien es complicado cuantificarlo porque no hay estudios actualizados de ámbito nacional en esta materia.
Pese a la ausencia de este tipo de informes, algunas fuentes recogen la relevancia del denominado Tercer Sector de Acción Social (TSAS). Así se ha constatado que su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) nacional para el ejercicio 2008 fue de un 1,42%. En la misma línea, una universidad americana realizó un estudio sobre la contribución del sector del voluntariado a las economías nacionales y sus PIB. El informe, en el que colaboró España, contó con datos de 1995 y concluyó que la labor del voluntariado en este país suponía entre el 3% y el 4% del PIB.
Algunas comunidades autónomas han tratado de analizar, cada una a su manera, el valor económico del voluntariado. En la Comunidad Valenciana, por cada euro que las organizaciones invierten en apoyar a las personas que participan en programas de voluntariado, éstas devuelven a la sociedad un servicio valorado en 7 euros. Por su parte, la dimensión económica del Tercer Sector en Cataluña ha pasado de casi el 1% de su PIB en 2003 al 2,8% en 2007, mientras en Aragón el sector no lucrativo de la región fue el responsable directo de casi un 2,4% de su PIB. Por último, en Vizcaya se ha investigado de otra forma y se estima que el conjunto de esta actividad en la provincia podría movilizar cerca de 500 millones de euros al año, lo que supone un 1,58% del PIB de este territorio histórico.
La dificultad para medir el volumen real del voluntariado complica estimar su impacto económico
Pero, ¿por qué hay tantas dificultades para medir el valor económico del voluntariado en las economías? Según la Plataforma del Voluntariado de España, hay dos motivos: en primer lugar, la dificultad para medir el volumen real del voluntariado complica estimar su impacto económico y, en segundo lugar, la accesibilidad a los datos sobre la financiación de los programas de voluntariado de la Administración es escasa.
Con todo, a pesar de las dificultades para medir el valor económico del voluntariado, se ha puesto en marcha un proyecto para medirlo en los estudios sobre empleo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Y es que según la Plataforma del Voluntariado de España, «el valor del voluntariado como productor de bienestar hace que se le incluya como una de las variables necesarias para medir el progreso económico y social». Es más, el propio Centro Europeo de Voluntariado asegura que en el ámbito europeo es necesario «conceder valor socioeconómico e importancia a la actividad voluntaria».
¿Quiénes son voluntarios en España?
El Tercer Sector de Acción Social está constituido por entidades no gubernamentales, de carácter voluntario y sin ánimo de lucro, que se rigen de forma autónoma y desarrollan acciones de interés general. Defienden los derechos sociales, de promoción de la inclusión activa de los grupos excluidos y vulnerables y de apoyo al desarrollo de la democracia participativa. En ellas, en cuestión de voluntariado, son mayoría las mujeres: un 63%, frente al 37% de los hombres. Sin embargo, el perfil característico de 2005 -una mujer de clase media por encima de los 40 años y con un alto nivel educativo- se ha diversificado. Por tipo de voluntariado, en el voluntariado on line toman parte sobre todo los hombres, mientras que en el voluntariado asistencial sobresalen las mujeres.
En función de la edad de las personas voluntarias, el tipo de actividad que realizan cambia. Los más jóvenes optan por el voluntariado de ocio y tiempo libre, con actuaciones de acción social e integración, mientras que las personas mayores tienden a ejercer en su mayoría un voluntariado socio-sanitario. Los voluntarios entre 36 y 55 años invierten su tiempo, en especial, en el voluntariado de derechos humanos y participación. El tiempo medio de dedicación al voluntariado se sitúa en 10 horas por semana, aunque casi un tercio no tiene una dedicación continua y, en muchos casos, está por debajo de las 5 horas semanales.
Por último, el Gobierno aprobó el año pasado la Estrategia Estatal del Voluntariado 2010-2014 con un presupuesto de 74,9 millones de euros, con el fin de potenciar la acción voluntaria entre los ciudadanos. Entre sus objetivos figura la intención de profundizar en el conocimiento del voluntariado e informar y concienciar a toda la sociedad sobre la necesidad de una participación ciudadana activa, sobre todo en los tiempos de crisis actual, con un fuerte aumento del desempleo y un incremento de las necesidades sociales.
Año Europeo 2011 del Voluntariado
Casi 100 millones de europeos participan en actividades de voluntariado, es decir, entre el 22% y el 23% de la población europea mayor de 15 años. Sin embargo, estas cifras varían mucho de un Estado miembro a otro. En el caso español, el voluntariado (en general, no solo el referido a las personas que realizan actividades de acción social, sino también medioambientales, culturales, deportivas, etc.) representa el 18% de la población, por debajo del 34% de la media europea.
Este año, con la celebración del Año Europeo del Voluntariado, la Comunidad Europea quiere reconocer la labor de los voluntarios y se propone los siguientes objetivos:
Trabajar para establecer un marco que posibilite el voluntariado en la Unión Europea y así afianzarlo como promoción de la participación ciudadana.
Reconocer las actividades de voluntariado mediante incentivos para particulares, empresas y organizaciones que luchan por el desarrollo del voluntariado.
Sensibilizar a la gente sobre el valor y la importancia del voluntariado.