Con la intención de no dejar fuera a nadie, el ocio inclusivo es cada vez más una realidad. Se cuida la accesibilidad a los edificios, pero también dentro de estos y en las actividades que se organizan. En el caso del teatro, desde hace unos años, se interpretan obras para personas ciegas o las protagonizan otras con discapacidad intelectual, física o auditiva, de modo que todos los públicos tienen la oportunidad de ocupar un asiento y, en ocasiones, también el escenario. Pero ahora, además, se hace hincapié en la temática para sensibiizar al público y animarle a participar en la transformación del entorno hasta lograr un mundo para todos.
Teatro infantil para niños ciegos, para personas con discapacidad y para todos los ciudadanos que quieran apoyarles. El ocio inclusivo en este ámbito permite que todas las personas disfruten en igualdad de condiciones de momentos artísticos gracias a la accesibilidad, un instrumento que en los últimos años ha promovido la igualdad, sin distinciones ni terrenos acotados.
Se cuida la accesibilidad en los edificios desde el principio. En lugar de eliminar barreras, se previene su construcción para garantizar entornos accesibles a todas las personas. Incluso, los avances en accesibilidad han logrado que las personas ciegas vean las estrellas y las personas sordas escuchen conciertos de música. ¿Por qué no asistir entonces a una función de teatro o disfrutar como actor?
Actores con discapacidad
La Compañía Teatro Paladio, impulsada por la Asociación Paladio Arte (constituida como Centro Especial de Empleo), se creó en Segovia hacia 1997 y está formada por actores con algún tipo de discapacidad física, psíquica o sensorial. Es una compañía profesional, así la considera su directora, Marta Cantero, y el público que asiste a las funciones. Con motivo del Año Internacional del Voluntariado, representará el montaje Voluntarina, «donde se hace hincapié en el voluntariado como un medio para hacer frente a la reducción de la pobreza, desarrollo sostenible, cambio climático, salud, prevención de desastres y gestión e integración social», explica la asociación.
Actores con algún tipo de discapacidad física, psíquica o sensorial conforman el reparto
Ante la cercanía del año 2015, cuando deberían cumplirse las metas marcadas por los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la obra elegida prestará especial atención a la contribución que el voluntariado aporta a la Declaración del Milenio y a los propios Objetivos. El personaje central de la función es Voluntarina Tari Tari Tarina, que mediante un lenguaje infantil y lúdico describe en qué consiste el papel del voluntario. «Transmite la importancia de ponerse en el lugar de los demás, de entender sus problemas, saber cómo se sienten, qué piensan, por qué se comportan así», detalla la compañía.
Una particularidad más de este modo de trabajo es que la creación y representación de los espectáculos teatrales recae en el Centro Especial de Empleo Paladio Arte, constituido para la creación y representación de espectáculos teatrales. En la actualidad, el 100% de la plantilla, un total de cinco trabajadores, son personas con discapacidad y también la gestión depende de una persona con discapacidad. «Es el único centro en España con estas características», asegura Marta Cantero. Su objetivo es fomentar la relación entre teatro e inclusión, para que todas las personas formen parte real de la sociedad y se sientan miembros de la comunidad», agrega. En su opinión, el teatro contribuye al «desarrollo personal, social y económico, posibilita satisfacer necesidades e interactuar de forma positiva con el entorno, potenciando la satisfacción, el entretenimiento, la actividad física, la creatividad y el crecimiento personal de personas con discapacidad y enfermedad mental».
Teatro para personas ciegas
El pasado 10 de mayo, personas ciegas o con discapacidad visual asistieron en Madrid a la representación de la obra «Buscando a Hilary», que disfrutaron gracias al sistema de audiodescripción. En dos versiones, para estudiantes y para el público adulto, se transmitió a los asistentes todo lo acontecido en escena, mediante «una serie de informaciones sonoras que explican las acciones, escenarios y otros datos, como vestuario o gestos de los actores», explica la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles). De este modo, se consigue que el público entienda la parte visual, que se completa con los diálogos de los actores.
Mediante el sistema de audiodescripción, un locutor narra la parte visual de la obra, que el usuario escucha a través de un auricular
La experiencia se llevó a cabo antes en el Teatro Bretón de Logroño, «la primera sala de la ciudad en implantar el sistema de audiodescripción de forma permanente», en el Centro Escénico de Integración Social Infantil y Juvenil de Murcia Pupaclown y, el año pasado, se subieron al escenario representaciones de estas características en Gran Canaria y en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián. Estas experiencias son posibles a través de acuerdos firmados con la ONCE. En el suyo, Gran canaria se ha comprometido a que, «al menos una vez al trimestre, el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria ofrezca la posibilidad de la audiodescripción para personas ciegas y deficientes visuales» y la Fundación Pupaclown hará lo propio, pero en este caso, centrada en niños con discapacidad visual.
Este tipo de representaciones son todavía poco frecuentes en nuestro país, aunque el Sistema Audiodesc o Audesc está implantado y es un medio óptimo para conseguirlo. Audiodesc.org es un portal gratuito para acceder a contenidos audiodescritos creados en diversos países y por diversas organizaciones. Este sistema se emplea también en teatro para adaptar las obras. Por su parte, la ONCE cuenta con su propio proceso de audiodescripción: un guionista de la obra realiza un estudio especializado y se confecciona un guión compuesto por cientos de informaciones sonoras o «bocadillos», que se sitúan «en el lugar exacto del libreto donde debe incluirse»; estas se emiten de forma simultánea a la acción, describe la ONCE, para que el espectador con discapacidad visual siga la trama y capte los ambientes. El locutor cuenta con una copia de ese guión y, desde una cabina insonorizada, retransmite en directo los acontecimientos a los usuarios de un equipo inalámbrico que cubre la sala y les permite escuchar la emisión. Colocan un auricular en una de sus orejas, mientras «la otra queda libre para escuchar el sonido directo del escenario».
Sensibilizar al público sin discapacidad
Se invita a reflexionar al público sobre las dificultades de una persona en silla de ruedas, las personas migrantes o la soledad
Para que la obra no deje indiferentes a los asistentes, en ocasiones, les invita a participar y a plantearse cuestiones que, a menudo, pasan desapercibidas para las personas sin discapacidad, sin problemas económicos o que no reflexionan sobre la migración y las personas migrantes que viven en su entorno. En la propuesta de Teatro Paladio, el personaje de Voluntarina plantea preguntas al público de una manera directa o indirecta, «haciéndoles espectadores activos y participativos de la representación», para que recapaciten sobre las dificultades en el día a día de una persona en silla de ruedas, los sentimientos de las personas migrantes que llegan «de otro país, sin familia y con unas costumbres y cultura diferentes» o los motivos de la soledad.
El teatro es un medio idóneo para la integración de grupos desfavorecidos, como personas con discapacidad física, psíquica y sensorial, que les convierte en protagonistas y artífices de un cambio en la mentalidad del espectador y, en consecuencia, de la sociedad. «En nuestro caso, ‘Voluntarina’ no solo envía un mensaje a la población de sensibilización y solidaridad hacia el mundo del voluntariado y la discapacidad, sino que con su contratación contribuye a la integración social y laboral de personas con discapacidad», concluye Marta Cantero.