La tecnología de acceso a la red de datos móvil HSDPA, que se encarna en los denominados “pinchos USB”, ha supuesto una gran solución para determinadas circunstancias. Es muy útil para el trabajo en movilidad, lejos de los routers ADSL. También es idóneo en situaciones detransición de un proveedor de acceso a otro; de hecho muchas operadoras lo ofrecen como solución temporal a la espera del servicio definitivo. Sin embargo, las tarifas de las compañías se limitan a una determinada cantidad de información en tránsito, entre 500 megabytes y cinco gigabytes, para luego pasar a velocidades muy reducidas o bien a la necesidad de recargar el dispositivo con un prepago. Por eso, es conveniente tomar una serie de medidas, como las que a continuación se detallan, que aminoren el tráfico del “pincho USB” para que dure el máximo de tiempo.
Los mismos consejos tomados en previsión de que la situación de viaje o transitoriedad en el cambio de operadoras se alargue se pueden aplicar a las situaciones en que se navegacon bajas velocidades o con «tethering«, es decir, mediante el uso de un móvil con acceso a la Red de módem para el ordenador.
En una navegación considerada normal mediante un router, el consumo de datos es muy alto
Hay que tener en cuenta que en una navegación a través de un router, el consumo de datos es muy alto si se emplean una serie de servicios de forma intensiva. Con un uso normal, que implica ver vídeos, escuchar música en streaming o navegar por páginas con imágenes, la duración de la tarifa de datos se puede reducir hasta diez veces.
Gracias a las medidas que a continuación se indican, el uso de la red no es el óptimo, pero responde a los mínimos que permiten trabajar con cierta eficiencia y mantenerse comunicado.
Desactivar en el navegador la opción de cargar imágenes de modo automático. Los navegadores cargan por defecto las imágenes de las páginas, lo cual implica un tráfico de datos muy elevado. En el caso de un periódico on line, la carga de su portada puede suponer hasta cinco megabytes. Si alternamos diferentes diarios, multiplicaremos este gasto, de modo que en cinco minutos podremos haber gastado 50 megabytes y en una jornada muy activa en cuanto a noticias incluso 500.
En las organizaciones de estándares web se discute hoy en día cómo encontrar un formato de imagen que no consuma tanta información como el estándar .JPG. La desactivación de la carga automática de imágenes, en el apartado de preferencias o herramientas según el navegador, permite que las páginas se muestren solo con texto, lo que reduce hasta diez veces el consumo en cada refresco de página y, por tanto, supone un gran ahorro. En Chrome hay que ir a «Opciones avanzadas > Configuración de contenido > No mostrar ninguna imagen». El método es similar en Firefox («Preferencias > Contenido > Carga automática de imágenes») y en Internet Explorer. Si se quiere ver una imagen, se puede activar la carga desde el mismo menú para luego volver a desactivarla.
Evitar ver vídeos. El gasto de un vídeo en flash o en cualquier otra tecnología dispara el consumo de datos, ya que son archivos muy complejos. Es una regla de oro abstenerse, si se quiere alargar al máximo la duración de la tarifa de datos. Para los navegadores Firefox, Opera y Chrome, un programa llamado Flashblockimpide la muestra de las imágenes en esta tecnología, en vídeos y anuncios.
Abstenerse de usar Spotify y de los programas y radios de música en streaming. Todos ellos implican un gran consumo de datos. Es preferible escuchar la música que se tiene guardada en el disco duro. Una opción es aprovechar una zona con red wifi para descargar las canciones y álbumes que interesen de Spotify, y luego escucharlas sin conexión.
Desactivar los programas de sincronización de datos entre ordenadores, si se puede. Dropboxo los distintos complementos para sincronizar las diferentes versiones del navegador que se tengan ayudan a mantener siempre los datos actualizados en todos los ordenadores, pero suponen un importante consumo. La mejor opción es desactivar estos servicios de forma temporal hasta encontrar una red wifi para ejecutar las sincronizaciones.
Desactivar la geolocalización, si se tiene. El envío continuo de datos sobre la posición del usuadio conlleva un gasto que se debe tener en cuenta.
No tener abiertas pestañas de correo electrónico ni de redes sociales. Estas plataformas se caracterizan por dar la información en tiempo real, lo que significa que todo el rato se actualizan y, por tanto, descargan datos. Es mejor abrirlos solo cuando interesen.
Carecer de programas de actualización de software activados. El problema que tienen es que mantienen una actividad basal que en ocasiones puede ser alta. Si se activan de modo automático, pueden implicar la descarga sin control de actualizaciones de numerosos megabytes.
Mantener cerrados los programas de mensajería. Las actualizaciones continuas de presencia y ausencia de los contactos en estos servicios tienen un consumo, aunque no muy elevado. Esta es una medida adecuada solo para ocasiones en que se quiere optimizar el gasto al máximo. En general, son programas bastante tolerables.
Dejar para más tarde las actualizaciones del antivirus. En el caso de los antivirus, a menudo el programa pregunta al usuario antes de descargar una actualización. Es mejor dejarlas para una ocasión más propicia, tal como proponen estos sistemas.