Usar material con derechos de autor

El respeto a las licencias de uso de los contenidos de Internet evita sorpresas desagradables
Por Jordi Sabaté 10 de agosto de 2011
Img creativecommons
Imagen: CONSUMER EROSKI

Un internauta encuentra una imagen que le gusta en Internet y ni siquiera se fija en quién es el autor. La copia a su ordenador y después, cuando decide abrir un blog en la Red, la utiliza como imagen de cabecera. Con los meses, el blog se hace más y más popular y esa fotografía corre de navegador en navegador. Sin embargo, un día el propietario de la imagen que copió envía al internauta un correo en el que le conmina a retirar la foto, e incluso, le amenaza con acciones legales. No es un caso de ficción y puede pasar si no respetamos las licencias del material que usamos en la Red.

El propietario del blog está ante el dilema de que si retira la imagen, su blog perderá el diseño «de marca» que se ha hecho tan popular en la Red. Pero si no la retira, puede incurrir en delito y verse ante un tribunal o ante la obligación de pagar una fuerte multa. Sin embargo, si se hubiera fijado de antemano en el tipo de licencia que tenía la fotografía, se hubiera ahorrado muchos disgustos. En no pocas ocasiones, basta con citar al autor para poder utilizar un contenido cultural con total libertad.

En no pocas ocasiones, basta con citar al autor para poder utilizar un contenido cultural con total libertad

Esta situación, aunque ficticia, es cada vez más habitual en los nacientes medios de comunicación on line, ya sean blogs, redes sociales, portales de noticias o páginas personales de usuarios. En sus comienzos, era habitual utilizar sin demasiadas preocupaciones las imágenes y textos que se encontraban a través de los buscadores. En la mayoría de los casos, se ejecutaba sin intención de apropiarse de la obra de otro autor, pero la realidad es que se hacía un uso ilícito.

Cultura accesible pero no siempre libre

De manera gradual, los autores de las obras (es decir, cualquier usuario que publique una fotografía, una canción, un vídeo o un texto en un sitio web) han adquirido conciencia de sus derechos, así como el suficiente dominio de la tecnología como para detectar si alguien utiliza sus creaciones sin su permiso o sin respetar las licencias establecidas. En la actualidad, se antoja cuanto menos arriesgado utilizar un contenido ajeno de forma inapropiada.

La cultura en Internet es accesible a todos, pero esto no significa que siempre pueda utilizarse por terceras personas sin ningún tipo de control. En una proporción considerable, solo es posible bajo ciertas condiciones, y en muchos casos no lo es en absoluto. Es importante tenerlo en cuenta y fijarse bien en el tipo de licencia que tiene cada contenido para evitar disgustos.

Copyright y Creative Commons

Si el autor no alega nada en contra, solo él ostenta todos los derechos sobre su obra durante su vida y hasta setenta años después de su muerte

Todos los textos y fotos tienen derechos de autor y a sus creadores les protege el Copyright. Si el autor no alega nada en contra, solo él ostenta todos los derechos sobre su obra durante su vida y hasta setenta años después de su muerte. Esto implica que solo el autor o sus herederos pueden hacer copias de la obra, reproducirla, interpretarla, crear obras derivadas o presentarla públicamente. Quien quiera usarla debe pedir permiso. Las únicas excepciones son el derecho de cita (que permite reproducir fragmentos) o la copia privada, sobre la que se mantiene una gran controversia sobre su extensión.

El creador también puede renunciar al Copyright y que su obra pase al dominio público. Pero también hay una tercera alternativa: las licencias Copyleft, que permiten al autor definir un amplio rango de posibilidades para concretar cómo quiere que se utilice su obra. La licencia Copyleft más popular es Creative Commons. Las obras con Creative Commons (exhiben la sigla CC) permiten su copia y distribución por parte de otros usuarios, pero con las acotaciones, conocidas como atributos, que decida el autor. Las limitaciones son las siguientes:

Estos atributos se pueden combinar entre sí. Un grupo musical puede decidir que cualquiera copie sus canciones, siempre que se les cite («Attribution») y nadie gane dinero con ello («Noncommercial»). O también podría prohibir que un DJ las remezclara tras incluir el atributo «No Derivative Works». Para los autores, elegir y aplicar una licencia es tan simple como entrar en la página web y rellenar un sencillo formulario.

Buscar y usar obras con licencia CC

La mejor opción para no encontrarse con sorpresas desagradables en el uso de una obra digital es decantarse solo por las que incluyen una licencia Creative Commons o similar, ya que basta con respetar sus atributos para evitar demandas posteriores. Abundan los sitios web donde los usuarios pueden colgar contenidos bajo esta licencia: Flickr.com (en fotografía) y Youtube.com (en vídeos) son los más conocidos.

Flickr cuenta con un buscador de imágenes que permite seleccionar solo imágenes con la licencia CC

El servicio Flickr contiene millones de fotografías que guardan los usuarios. Aunque por defecto otorga a cada imagen una licencia Copyright, permite asignar licencias CC. Más aún, Flickr tiene un buscador de imágenes que, además de buscar por etiquetas (tags) colocadas en cada imagen por los usuarios, permite seleccionar solo imágenes con la licencia CC.

También el servicio Stock.xchng guarda numerosas fotografías que tengan licencias de uso abierto, aunque en este caso no acepta expresamente licencias CC, sino otro tipo similar y con calidad muy alta. El servicio permite buscarlas por orden de más a menos descargadas, por etiquetas o por orden de actualidad. Además, redes sociales como MySpace contienen abundante música bajo CC que los usuarios pueden descargar y reproducir en sus sitios web.

Siempre hay que indicar de forma clara quién es el autor del contenido y enlazar a su sitio web

Un modo rápido y efectivo de encontrar contenidos CC es utilizar el buscador específico (en la parte superior derecha) del navegador Firefox, que indaga a través de numerosos sitios como Google, Yahoo!, OWL Music Search o Flickr. También el navegador de Google, Chrome, dispone del modo «búsqueda predeterminada» para los contenidos exclusivamente bajo licencia CC. Bastará entonces con poner la palabra clave del contenido que se quiere buscar en la caja de direcciones para que aparezcan los resultados.

No obstante, conviene prestar especial atención a los atributos que tiene cada licencia: siempre hay que indicar de forma bien clara quién es el autor del contenido y enlazar de forma adecuada a su sitio web. También conviene evitar el aprovechamiento de contenido de páginas web comerciales si uno de sus atributos lo prohíbe.

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