La pulga se alimenta de la sangre de nuestro perro, y puede provocar anemia, en el caso de que las pulgas sean numerosas. Con la acción de picar y succionar, la pulga puede transmitir bacterias, protozoos, virus y lombrices, que la pulga puede albergar en su interior.
Entre las enfermedades que puede causar la pulga se encuentra la que provoca una lombriz, el Dipylidium caninun. El perro que tiene este parásito eliminará y extenderá a través de sus heces los huevos que la lombriz pone en el interior del cuerpo del animal. De esta manera, los huevos llegan al suelo y pueden ser ingeridos por las larvas de la pulga, que están en la zona. Así, se desarrollan dentro de las distintas fases evolutivas de la pulga y permanecen en su interior hasta que el parásito se convierte en adulto.
La lombriz entra en el perro a través de la ingestión directa por parte del perro de la pulga. Es decir, cuando el animal se rasca de manera compulsiva con los dientes, puede tragar pulgas cargadas de lombrices, que penetran en su aparato digestivo. Por otro lado, aunque no es frecuente, las pulgas también pueden ser las responsables de llevar al interior del perro infecciones víricas como la peste o el tifus.
Los parásitos externos o ectoparásitos se alojan en distintos estratos de la piel del animal que parasitan. Los ectoparasiticidas para animales de compañía se pueden usar de manera preventiva o como tratamiento frente a una infestación. Las estrategias de control en el manejo de los ectoparásitos han de tener en cuenta ciertos factores:
- Tipo de parásito
- Características del animal: especie, edad, tipo de pelo.
- Disponibilidad de productos y aplicaciones.
- Duración de la actividad.
- Hábitat en el que vive o actividad.
- Tratamientos que pueda estar recibiendo.
Cómo son las pulgas
Las pulgas son insectos sin alas, planos, chupadores de sangre en su fase adulta y que parasitan tanto aves como mamíferos. Son bastante frecuentes en perros y gatos y son muy adaptables en cuanto al hospedador que parasitan, por lo que también pueden picar a las personas.
La especies más frecuentes que se encuentran como parásitos del perro y gato en Europa son Ctenocephalides felis y Ctenocephalides canis.
Los parásitos externos o ectoparásitos se alojan en distintos estratos de la piel del animal que parasitanLos huevos y las formas inmaduras se encuentran en el medio ambiente, cerca del animal en el que se alojan las pulgas adultas; en el suelo, cuna, camas, alfombras o sillones.
Las pulgas se alimentan de la materia orgánica que encuentran en el medio en que viven, como por ejemplo de las descamaciones de la piel. A las pulgas les gustan los lugares con poca luz. La supervivencia de los estadios intermedios de pulga en el exterior depende de las condiciones climáticas donde viven.
Condiciones ambientales
Para el desarrollo de las larvas de pulga es imprescindible una humedad elevada. En el interior de los edificios pueden multiplicarse gracias a la calefacción que mantiene un ambiente cálido, y a partir de la primavera también pueden multiplicarse en el exterior. Las mejores condiciones para su desarrollo incluyen humedad, una temperatura templada y la escasez de luz solar directa.
La picadura de pulga produce en los animales de compañía picor, sobre todo en animales alérgicos a la picadura y si el perro tiene gran cantidad de pulgas se puede producir anemia. Si un animal infestado no recibe tratamiento se convierte en fuente de contagio para otros animales y para las personas cercanas.
Dermatitis
Una de las consecuencias de las picaduras de las pulgas es la DAPP: dermatitis alérgica a la picadura de pulgas. Se trata del proceso cutáneo de origen alérgico más común en el perro y el gato. Consiste en una reacción de hipersensibilidad provocada por la saliva de la pulga, que se inocula en el animal con la picadura. El proceso de la dermatitis es independiente del número de pulgas, ya que se trata de una reacción debido a la hipersensibilidad dermatológica del perro. Durante el período de alimentación, la pulga inyecta su saliva en la herida para prevenir la coagulación sanguínea.
Lesiones
La sensibilización a la picadura de la pulga depende del tiempo e intensidad de la exposición a la acción del parásito y de la predisposición genética individual del perro.
Para el desarrollo de las larvas de pulga es imprescindible una humedad elevadaLas lesiones son inespecíficas y secundarias al rascado, y se extienden sobre todo por la zona lumbosacra y área perineal. Las lesiones más frecuentes que pueden provocar las picaduras de las pulgas son: enrojecimiento de la piel, eritema, falta de pelo, pelo rojo, engrosamiento de la epidermis, hiperpigmentación o seborrea. Los primeros síntomas aparecen generalmente entre los tres y seis años de edad. Pueden ser estacionales o permanentes, según el medio ambiente y las condiciones para que se desarrolle el parásito, pero suelen ser más evidentes en los meses más cálidos del año.
Lo más recomendable es usar tratamientos preventivos.
Los parásitos deben eliminarse desde el momento en que se detectan porque son un foco de enfermedades para el animal.
Usar antiparasitarios adecuados, específicos en las dosis adecuadas.
Los tratamientos deben ser acordes a la especie de animal, el tipo de parásito, la edad del perro, así como su raza, tipo de pelo, tamaño y hábitat.
Seguir de manera correcta las instrucciones de uso que indican los laboratorios fabricantes del producto por la seguridad tanto del dueño del animal, como del propio perro.
Es recomendable el uso de productos de nueva generación, que son realmente efectivos, ya que los parásitos han desarrollado resistencia a otros productos que ya llevan más tiempo en el mercado.
Con las pulgas, no sólo hay que tratar al animal sino también el ambiente donde vive.