Aprender a leer algunas sencillas señales en el cuerpo y el comportamiento del perro puede ayudar a detectar que se acerca el momento del fallecimiento de nuestra mascota. El dolor será más llevadero si hemos tenido tiempo de decirle adiós de forma adecuada, por lo que detectar estos avisos puede ayudar no solo al animal, que se sentirá más arropado con nuestra ayuda, sino que también al dueño, que podrá asumir mejor la despedida definitiva de su amigo.
El trastorno emocional que puede causar la muerte del perro puede ser tan relevante como el que se siente cuando se pierde a un familiar cercano, según las conclusiones de un estudio realizado por el departamento de Psicología del la Universidad de Nuevo México, en Estados Unidos, publicado en 2010.
El dolor por la pérdida de la mascota no solo suele ser intenso, sino que además se prolonga en el tiempo.
Aprender a leer las señales que ofrece el cuerpo de nuestra mascota cuando se aproxima su fallecimiento nos ayuda a estar preparados para cuando llegue el triste momento. Y nos permite asimismo afrontar de forma más serena esta etapa inevitable de la relación con nuestra mascota. La muerte es un momento más de la vida, y en esto los perros no son una excepción.
Avisos en la comida que alertan de que llega la muerte del perro
El cuerpo del perro exhibe señales cuando se acerca el momento del fallecimiento. Algunos de los avisos que ofrece nuestra mascota cuando se acerca su muerte tienen que ver con un cambio en sus hábitos alimentarios. La pérdida de apetito es, en este sentido, una de las primeras alertas que suelen advertir de que el fallecimiento del perro se acerca. Un perro abandona su interés por el alimento cuando tiene una edad muy avanzada. Las ganas de beber también pueden desaparecer.El can de avanzada edad suele encontrar dificultades, asimismo, para tragar su alimento habitual, por lo que se deben introducir ciertos cambios en los hábitos de comida del perro con el fin de pase el tiempo que le queda con la mejor calidad de vida posible. Optar por una dieta blanda, específica para estas edades, puede ayudar a nuestra mascota. Cuando el animal envejece, su organismo trabaja a un ritmo menor que el de un perro joven. Pierde capacidad regeneradora y algunas funciones orgánicas se ralentizan. Y la dieta del can anciano debe dirigirse a contrarrestar estos riesgos.
En caso de detectar anomalías alimentarías, con una visible reducción de la ingesta de alimento y de agua, se debe realizar una pronta visita al veterinario. El doctor podrá examinar a su mascota, y diagnosticar el estado de salud del perro. Se trata de descartar posibles enfermedades que puedan ser la causa de estos cambios alimentarios o de reconocer lo antes posible, en su caso, si se deben a la avanzada edad del animal.
Menos ganas de pasear
La actividad física de nuestra mascota también se ralentiza en el perro que se hace anciano. A medida que cumple años, los movimientos son cada vez más lentos y el animal tendrá más complicaciones para andar. No es extraño que incluso aparezca algún tipo de cojera, o que nuestro perro encuentre dificultades para subir las escaleras.Los jadeos son asimismo frecuentes cuando nuestro amigo, que envejece, sale disfrutar de sus paseos habituales al aire libre. Su capacidad de oír o de distinguir sonidos, además, se reduce, y sus ojos dejan de ser tan transparentes como solían: el cristalino que antes era traslúcido ahora aparece nublado.
La capacidad física no es la única que sufre mermas cuando el perro se convierte en un animal de edad avanzada. El aspecto de un perro anciano, como el de las personas, cambia a medida que el perro cumple años. Los pelos grises (canas) surgen por su cuerpo, pero se concentran de forma especial en la cara.
La boca sirve de ‘termómetro ‘ cuando se acerca el fallecimiento
El estado de la boca es otro buen indicador, capaz de revelar si el fallecimiento del animal se acerca. Las encías sirven como termómetro de la edad del perro: si el can goza de buena salud, y de juventud, sus encías muestran un color rosado. En el perro que entra en su tercera edad el tono se torna más oscuro.
Detectar cualquiera de las señales descritas debe ser motivo para realizar una pronta visita al veterinario. El doctor le servirá de guía, asimismo, a la hora de conocer cuánto tiempo de vida le resta a su amigo.
Una de cada tres personas reconoce haber experimentado sentimientos de pena por la pérdida de su perro durante seis meses o aun más tiempoSer consciente del periodo que posee para compartir con su perro le permitirá que esos últimos momentos que pase en su compañía puedan ser de la mejor calidad posible. Conocer el tiempo que le queda a su amigo para estar con usted es la mejor forma de planificar su despedida.
Vigile los hábitos alimentarios de su perro. Cuando se aproxima su fallecimiento, la mascota suele reducir su interés por la comida.
Recuerde que una cojera anómala puede estar avisando de que se acerca el la muerte de su can.
Si advierte jadeos excesivos cuando sale de paseo con su perro anciano, puede estar denotando que la salud del animal ha empeorado.
En caso de detectar cambios llamativos en los hábitos alimentarios de su perro anciano, pérdidas de movimiento o un oscurecimiento de las encías del perro no dude en realizar una pronta visita al veterinario.