Alimentar a un perro con diabetes

La comida rica en fibra y baja en azúcares, en pequeñas raciones a lo largo del día, ayuda al perro diabético a gozar de una mejor calidad de vida
Por Eva San Martín 6 de febrero de 2012
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Imagen: cathyse97

El cuerpo de un perro que padece diabetes no es capaz de generar toda la insulina que necesita. Esta hormona es importante, puesto que ayuda a transformar los alimentos que el animal ingiere en nutrientes aprovechables por sus órganos y músculos. Algunos sencillos cambios en las comidas ayudarán a nuestra mascota enferma a disfrutar de una mejor calidad de vida.

Los perros con diabetes (conocida por los veterinarios como diabetes mellitus) no fabrican toda la insulina que su cuerpo necesita. La insulina es una hormona que genera el páncreas del animal y que viaja por la sangre para ayudar a transformar los alimentos que el can ingiere en nutrientes que puedan aprovechar sus músculos y órganos.

Aunque no todos los perros diabéticos tienen, sin embargo, problemas para crear la cantidad de hormona insulina que precisan para vivir.

Los perros con diabetes no fabrican toda la insulina que su cuerpo necesita
En algunas ocasiones, el páncreas del animal funciona de forma correcta y es su cuerpo, por el contrario, el que no ha aprendido a aprovechar esta valiosa hormona de forma adecuada. En ambos casos, el resultado es parecido: el azúcar (glucosa) de los alimentos se acumula en la sangre porque no llega a las células que la necesitan. Y sin esta glucosa, el cuerpo de nuestra mascota no obtiene la energía que requiere.

La diabetes es una enfermedad que acompañará a nuestro perro a lo largo de toda su vida. El can que padece esta patología necesitará vigilancia veterinaria de forma regular, ya que la falta de insulina puede causar, entre otras dolencias, problemas en el funcionamiento del corazón. Otros trastornos que a menudo desencadena la diabetes en el perro pueden ser anomalías en el sistema circulatorio, o incluso, algunos tipos de cegueras.

Aunque el control veterinario es insustituible, pequeños cambios en la alimentación del can ayudan a cuidar de la salud del perro diabético, mientras que permiten controlar la enfermedad.

Fibra para alimentar al perro con diabetes

La dieta de un perro con diabetes debe incluir alimentos con altas dosis de fibra. Esta reduce la velocidad con la que los hidratos de carbono de los alimentos se descomponen y se comporta como un tapón, que frena, al menos en parte, las dañinas subidas repentinas en los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre, que experimenta el cuerpo de la mascota diabética.

La acumulación excesiva de azúcares en la sangre ocurre, de forma especial, después de las comidas, puesto que la insulina encargada de transportar estas moléculas energéticas hasta las células del cuerpo no se halla en cantidades suficientes en el perro diabético (o no funcionan de un modo correcto).

Alimentos como los cereales (entre ellos, la avena y el trigo), el arroz o la soja, son comidas ricas en fibra, por lo que ayudan al can enfermo a mantener controlada la cantidad de azúcar de su sangre.

Los dulces y los carbohidratos sencillos se deben reducir de forma notable
No conviene, sin embargo, sobrepasarse: un exceso de estos alimentos puede provocar molestas flatulencias a nuestra mascota. El veterinario le ayudará a optar por el alimento más adecuado en cada caso.

Como la fibra de los alimentos, algunas vitaminas ayudan a los perros diabéticos a mantener controlada su enfermedad. En concreto, las vitaminas C, E y B-6 suelen reducir la velocidad con la que los azúcares se acumulan en la sangre de la mascota.

Comidas que deben evitar los perros diabéticos

Los dulces y los carbohidratos sencillos, que se transforman de forma casi inmediata en glucosa dentro del cuerpo del perro, son dos tipos de alimentos que se deben reducir de forma notable cuando se alimenta a nuestra mascota diabética.

Los colorantes artificiales que incluyen algunos tipos de piensos comerciales (con tonos rojos, amarillos y verdes extremadamente chillones) pueden ser indicativos de que el alimento contiene una gran cantidad de azúcares, muy perjudiciales para el perro diabético. El veterinario podrá aconsejarle en cada caso cuál es el pienso apropiado para alimentar a su mascota.

Cambio de hábitos: pequeñas raciones y más ejercicio

El cuerpo de la mascota diabética trabaja a un ritmo algo más lento de lo habitual, puesto que la cantidad de hormona insulina programada para atacar a los azúcares de las comidas es mucho menor que en el caso de los canes sanos. Esto explica que reducir las raciones de comida sea una buena idea.

Repartir la cantidad diaria de alimento que necesita el perro en varias raciones (al menos dos), distribuidas a lo largo de la jornada favorecerá que el cuerpo de nuestro amigo sea capaz de atacar mejor a las moléculas de glucosa que incluyan las comidas.

La obesidad no beneficia a la mascota diabética, por lo que es aconsejable premiar a su perro enfermo con largos paseos y juegos al aire libre.

Consejos
  • La dieta de un perro con diabetes debe incluir alimentos con altas dosis de fibra.

  • Los cereales (entre ellos, la avena y el trigo), el arroz o la soja son comidas que ayudan al can enfermo a mantener controlada la cantidad de azúcar de su sangre.

  • No conviene sobrepasarse con la cantidad de fibra que se ofrezca al perro: un exceso puede provocar molestas flatulencias a nuestra mascota.

  • Algunas vitaminas (C, E y B-6) también suelen reducir la velocidad con la que los azúcares se acumulan en la sangre de la mascota.

  • Los dulces y los carbohidratos son dos tipos de alimentos que se deben reducir de forma notable cuando se alimenta a nuestra mascota diabética.

  • Los colorantes artificiales pueden ser indicativos de que el alimento tiene una gran cantidad de azúcares, muy perjudiciales para el perro enfermo.

  • Repartir la cantidad diaria del alimento del perro en varias raciones (al menos dos) favorecerá que el cuerpo de nuestro amigo sea capaz de atacar mejor a las moléculas de glucosa.

  • La obesidad no beneficia a la mascota diabética: hay que premiar al perro con largos paseos y juegos al aire libre.

  • Hay una variada gama de alimentos apropiados para el perro diabético: el veterinario ayudará a optar por la comida más adecuada en cada caso.

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