Los cachorros son más vulnerables que los perros adultos a ciertas enfermedades, ya que su sistema inmunológico aún no está formado. Entre las dolencias graves que pueden atacar a una cría de perro figura el parvo: un virus que ataca a algunas células claves del aparato digestivo y provoca diarrea, depresión y, si no se ataja, incluso puede causar el fallecimiento del cachorro.
El parvo es un virus maligno que ataca al aparato digestivo de los vulnerables cachorros de perro. La zona preferida de estos diminutos microorganismos es la mucosa que recubre las paredes del sistema digestivo: en ella, las células de la frágil cría se dividen a gran velocidad y el nocivo virus del parvo lo aprovecha para extenderse.
¿Cómo reconocer a un cachorro afectado por el virus del parvo?
El virus del parvo ataca a las células mientras intentan crecer para acabar de formar los órganos necesarios para convertirse en un perro adulto. Cuando esto ocurre, el aparato digestivo de la cría reacciona con virulencia frente a la agresión.
Algunos avisos que pueden alertar de una infección por el virus del parvo en un cachorro son los vómitos y las diarreas. No es extraño que la cría experimente, a la vez, una pérdida de apetito. El hecho de que el cachorro coma menos de lo habitual o se muestre apático pueden ser señales de que el animal ha enfermado. Ante cualquier síntoma, se debe acudir cuanto antes al veterinario.
Debe tenerse en cuenta que el cachorro que padece parvo no podrá expresar qué le ocurre, qué le duele. Por eso, hay que prestarle atención y aprender a leer su comportamiento. Es entonces cuando más habrá que cuidar su alimentación: hay que reforzarla e introducir algunos cambios en su dieta para lograr una pronta recuperación.
El virus del parvo puede atacar al corazón
Los cachorros son vulnerables al virus del parvo porque su sistema de defensa aún no está formado
No es extraño que el activo virus del parvo no se conforme con atacar el aparato digestivo de la cría del perro.
Si logra multiplicarse sin demasiadas dificultades, el parvo puede incluso alcanzar otros órganos vitales y llegar al corazón. En este caso, el riesgo para el pequeño es extremo y puede fallecer si no se actúa a tiempo.
La prevención es clave para evitar el parvo en el cachorro
El parvo es un virus y, como tal, es capaz de extenderse con gran facilidad. Esto explica que sea esencial la prevención y ciertos cuidados de higiene básicos, para evitar que el cachorro resulte atacado por el agresivo virus del parvo.
El contacto con las heces de un animal afectado por la enfermedad del parvo puede ser una fuente de riesgo para el cachorro. De ahí que sea importante evitar que la cría acceda a las deposiciones de animales que estén enfermos.
Incluso en pequeñas cantidades, el parvo es capaz de infectar a un cachorro
«La enfermedad del parvo es altamente contagiosa y se transmite por contacto directo de perro a perro, por contacto físico directo con las personas, lugares contaminados o cuando los cachorros y perros adultos ingieren el virus que se encuentra en la materia fecal proveniente de perros infectados», explican desde la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC).
Del mismo modo, las sobras de alimento contaminadas por el virus, olvidadas en un cuenco de comida, pueden constituir un peligro de infección del parvo para el cachorro. «El virus también puede contaminar el alimento, los recipientes del agua, los collares y las correas», afirman desde AMVAC.
El parvo que ataca al cachorro: un virus muy fuerte
La fortaleza del virus del parvo y su capacidad para sobrevivir, incluso en las condiciones ambientales menos favorables, explican que sea un virus muy peligroso para los vulnerables cachorros de perro.
«Este virus es muy resistente a las condiciones ambientales extremas, como el calor, frío, humedad o sequedad, y puede sobrevivir largos periodos bajo condiciones adversas», añaden desde la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía: «Aún en pequeñas cantidades, el parvo es capaz de infectar a un cachorro que entre en contacto con el medio contaminado».
Recuerde que el parvo es un virus maligno que ataca al aparato digestivo de los vulnerables cachorros de perro.
Algunos de los avisos que pueden alertar de una infección por el virus del parvo en un cachorro son los vómitos y las diarreas anómalas.
No es extraño que la cría experimente, a la vez, una pérdida de su apetito.
El parvo es capaz de extenderse con gran facilidad. Esto explica que sea esencial la prevención y ciertos cuidados de higiene básicos para evitar que la cría de can resulte afectada.
El contacto con las heces de un animal infectado por el virus del parvo puede ser una fuente de riesgo para el cachorro. Es importante evitar que la cría acceda a los restos depositados por animales que puedan estar enfermos.