La cama que usó el perro durante su etapa de cachorro no siempre resultará la más adecuada una vez que el animal haya crecido. Elegir el lecho apropiado para el can precisa tener en cuenta su tamaño de adulto y su forma de dormir. Para acertar con la elección de la cama del perro, hay cuatro pautas infalibles: se debe pensar siempre en la comodidad del perro, saber cuándo decantarse por una colchoneta impermeable o por una cama mullida o un elegante sofá y tener en cuenta el tamaño del lugar de descanso.
La elección de la cama del perro adulto no es una decisión que convenga tomar de un modo precipitado. Considere la cantidad de horas que su animal necesita pasar en su lecho y lugar de descanso. Una cama apropiada para el can adulto deberá proporcionarle la comodidad que necesita para dormir y descansar. Una superficie acolchada y aislada del suelo asegurará que no pierde su calor corporal durante el reposo, mientras que vela por la salud de los huesos del animal.
1. Pensar en la comodidad del perro
La variedad de camas para perros es inmensa. La disparidad de modelos abarca desde colchones y almohadones hasta sofisticados sofás, que recuerdan a los modelos diseñados para personas. Antes de elegir, es recomendable pensar en la comodidad de nuestro animal.
Las cestas de mimbre para perros deben contar con un colchón o un cojín mullido
Un modelo clásico de cama para perros son las cestas de mimbre. No obstante, algunos animales tienden a mordisquearlas, por lo que, si es el caso, conviene optar por un modelo de plástico. Estos son más resistentes y pueden ser una elección más acertada.
Si se adquiere una cuna de mimbre, debe contar en su interior con un colchón o un cojín mullido para proporcionar confort al perro. En cualquier caso, estos complementos no tardarán en ensuciarse. Esto explica que una de las pautas importantes que deben regir la elección sea la facilidad para lavar la cama o sus componentes.
2. Colchonetas, cómodas e impermeables
Las colchonetas para perros son otra opción. Este tipo de camas deben rellenarse con un material acolchado, como la gomaespuma, que permita el descanso del perro. Hay que asegurarse además de que el colchón es impermeable. En algunas ocasiones, emplear una funda cómoda e impermeable, que se extraiga con facilidad para el lavado, puede ser una alternativa interesante.
Es adecuado que la cama cuente con una manta, ya que puede ayudar a que el animal no pierda el calor corporal que necesita durante los meses más fríos del año. Las mantas para canes sirven también para proteger el sofá y son un accesorio muy útil cuando se viaja en el coche. Deben resistir la humedad y lavarse de un modo sencillo, ya que se deberán limpiar con frecuencia.
3. Camas mullidas y sofás
Las camas acolchadas para perros deben ser también impermeables y aislantes, de modo que el frío del suelo no llegue hasta nuestro can. Las cunas pueden estar fabricadas en nailon u otros materiales, como la felpa. Los rellenos de espuma resistente al peso del animal conservan mejor el calor del perro, puesto que mantienen el cuerpo del animal (y por extensión los huesos) alejado del suelo. En cualquier caso, conviene colocar una alfombra para mascotas o una manta bajo la cama para evitar las pérdidas de temperatura.
Elegir el lecho más adecuado para el can precisa tener en cuenta su tamaño y su forma de dormir
Este tipo de camas, en ocasiones más pensadas para perros de razas pequeñas, tienen los bordes elevados para facilitar la sensación de recogimiento y bienestar del animal.
Las opciones de camas para perros no acaban aquí. Los sofás caninos son una alternativa que conviene tener en cuenta, en especial, cuando al perro le gusta dormir a cierta altura del suelo. Los hay de mimbre, fabricados con polietileno y pensados para las terrazas o jardines, e incluso, por su diseño, algunos podrían competir con el sofá del propietario.
4. El tamaño de la cama del perro
El tamaño del animal es otro de los factores destacados para acertar con la selección de la cama. El perro debe poder estirarse de un modo completo en la cuna, sin sentirse forzado a hacer colgar alguna de sus extremidades por falta de espacio.
Observar la posición del perro cuando duerme aporta pistas útiles para elegir la cama. Algunos canes disfrutan cuando descansan enrollados sobre sí mismos, mientras que otros perros prefieren dormir estirados.
La cama del can adulto debe proporcionarle la comodidad que necesita para dormir y descansar.
Una superficie acolchada y aislada del suelo asegurará que el perro no pierde su calor corporal durante el reposo, mientras que vela por la salud de los huesos del animal.
Algunos animales tienden a mordisquear las camas fabricadas con mimbre.
Añadir a las camas caninas una manta puede ayudar a que el animal mantenga el calor que necesita durante los meses más fríos del año.
Los sofás caninos son otra opción que conviene tener en cuenta, en especial, cuando al perro le gusta dormir a cierta altura del suelo.
El perro debe poder estirarse de un modo completo en la cuna, sin sentirse forzado a hacer colgar alguna de sus extremidades por falta de espacio.
Ciertos canes disfrutan al descansar enrollados sobre sí mismos, mientras que otros perros prefieren dormir estirados.