Hay concursos de obediencia canina regionales, nacionales, e incluso, internacionales. Este tipo de competiciones ponen a prueba la capacidad de los propietarios de perros para hacerse entender por sus mascotas. Antes de participar en una prueba de obediencia con el perro, se le debe facilitar un entrenamiento adecuado: es fundamental mejorar la habilidad del perro y su compenetración con el dueño, el refuerzo positivo para enseñarle a obedecer, mantener una estrecha relación con nuestro amigo y enseñarle dónde están los límites. Estas son las claves para tener éxito, que se explican a continuación.
Habilidad del perro y compenetración con el dueño
Las competiciones de obediencia para perros no solo sirven para medir la maestría del dueño para comunicarse con su mascota. Estos concursos también son una forma de valorar la habilidad de los animales para captar y seguir las instrucciones que reciben por nuestra parte. En cualquier caso, es un interesante ejercicio de comunicación entre nosotros y nuestras mascotas.
La obediencia canina es un deporte de dos: el perro y el dueño
Los deportes para practicar con nuestras mascotas aumentan de manera progresiva. Y el concurso de obediencia es uno de ellos. La Real Sociedad Canina (RSC) es la institución encargada de organizar los concursos oficiales de obediencia canina en España. Este organismo define las competiciones de obediencia como un «deporte canino», que consiste en lograr un trabajo conjunto entre el perro y su conductor. La compenetración con nuestras mascotas es necesaria para ejecutar los distintos ejercicios que se proponen durante estos encuentros.
Refuerzo positivo para enseñar al perro a obedecer
Como las personas, en el momento de aprender, los perros responden mejor cuando se les premia que cuando se les castiga. Es el denominado refuerzo positivo. Las caricias, las palabras amables e incluso los aplausos y los premios comestibles funcionan para enseñar a un perro algunas pautas de obediencia.
Los concursos de obediencia ponen a prueba la capacidad de los dueños para hacerse entender por sus mascotas
Conviene tener en cuenta, no obstante, que cada perro es un mundo. Mientras que algunas mascotas se motivan con facilidad ante los elogios, otros perros encuentran una gran satisfacción en la comida. Esto explica que conocer la personalidad del perro sea una de las claves para tener éxito cuando se entrena a un perro para la práctica de la obediencia. Es necesario detectar el estímulo (comida, caricias, paseos) al que mejor responde nuestro amigo y aprovecharlo.
Una estrecha relación con el perro
La obediencia canina es un deporte de dos: el perro y el dueño. Esto explica que sea necesario establecer una relación estrecha con nuestra mascota. Los juegos, las caricias, los largos paseos, así como respetar sus horarios de comidas y hablar al can son algunas de las pautas básicas para construir un vínculo de cercanía mutua con nuestro perro y una conexión saludable.
La cercanía con la mascota es otra de las claves para anticipar la respuesta del perro ante diferentes situaciones. Se debe observar con atención a nuestro amigo y conocerle lo mejor posible. Lograr esta cercanía con el animal le permite conocer cuáles son nuestras intenciones y le ayudará a interpretar de forma correcta las indicaciones cuando le enseñamos pautas de obediencia.
El can debe conocer dónde están los límites
El perro es un animal de manada y, como tal, es capaz de establecer fuertes vínculos sociales con los miembros de la familia. Las relaciones sociales del can rara vez se limitan, sin embargo, al ámbito doméstico: nuestra mascota crea redes con otros perros y personas durante sus paseos diarios. Eso explica la importancia de mostrarle dónde están los límites: dónde puede ladrar y dónde no o de quién puede aceptar comida.
Entrenar al perro para participar en un concurso de obediencia canina implica que el dueño y el can pasen más tiempo juntos. Esto es una buena forma de estrechar la relación entre ambos y, de paso, mejorar la necesaria y saludable línea de comunicación que debe haber entre los dueños y sus mascotas.
Recuerde que la obediencia es un deporte canino que busca un trabajo conjunto entre el perro y su conductor.
La compenetración con nuestras mascotas es necesaria para ejecutar los distintos ejercicios que se proponen durante estos encuentros de obediencia.
Como las personas, al aprender, los perros responden mejor cuando se les premia que cuando se les castiga. Es lo que se conoce como refuerzo positivo.
Las caricias, las palabras amables, incluso los aplausos y los premios comestibles, funcionan en el momento de enseñar a un perro algunas pautas de obediencia.
Conocer la personalidad del perro es una de las claves para tener éxito durante el entrenamiento en la práctica de la obediencia: se ha de encontrar el estímulo (comida, caricias, paseos) al que mejor responde nuestro amigo y aprovecharlo.