Son una tribu compuesta por tan solo 460 personas. Ellos son los únicos supervivientes awás y están en peligro. Habitan en el noreste de Brasil y se enfrentan a la tala de los árboles que les rodean y a la pérdida de sus tierras. Son cazadores y recolectores nómadas que dependen de este entorno para sobrevivir. La ONG Survival lo recuerda desde hace tiempo, pero en la actualidad con más intensidad, ya que la situación se ha agravado. Los awás son la tribu más amenazada del planeta y los ciudadanos pueden ayudar a salvarla. Enviar peticiones, sensibilizar sobre esta causa o colaborar de manera directa en la campaña son propuestas para ayudar a la supervivencia de esta tribu.
Los awás, la tribu más amenazada
Los awás son la tribu más amenazada de la Tierra, apenas 460 personas que temen por su supervivencia. Habitan en el estado de Maranhão, en el noreste de Brasil, cuya tierra afronta una destrucción más rápida que la de ningún otro pueblo indígena amazónico y, «como cazadores-recolectores nómadas -alerta Survival-, los awás dependen de su selva para sobrevivir«. Por ello preocupa especialmente su situación.
Con algunos awás ni siquiera se ha establecido aún relación. Estos conforman un pueblo aislado «sin contacto pacífico con no indígenas», lo que implica, entre otras cosas, que «son vulnerables frente a la enfermedad», ya que no se han expuesto a ella y un simple resfriado puede ser mortal para ellos.
Este grupo es el más autosuficiente, pero a la vez es el que más preocupa. Vive en continuo movimiento en busca de los animales de caza y frutos de los que se alimentan sus miembros, por lo que inquieta la falta de refugio donde puedan vivir y obtener su comida. «Su territorio está protegido legalmente», recuerda Survival. Sin embargo, los árboles se talan para vender la madera y las tierras se queman.
Cómo ayudar a salvar a los awás
Los ciudadanos pueden ayudar a los awás a través de las redes sociales o mediante la difusión de la campaña de apoyo
Las reivindicaciones de Survival han impulsado el visto bueno a la investigación de la tala considerada ilegal. A la vez, la organización asegura que el Departamento de Asuntos Indígenas de Brasil (FUNAI) «ha prometido convertir a estos indígenas en una de sus principales prioridades», aunque presuponen la actuación de «miles de madereros ilegales».
Los ciudadanos que quieran sumarse a las acciones para salvar a esta tribu pueden hacerlo de manera sencilla. Tan solo hacen falta unos segundos, el tiempo que roba un clic, o se pueden dedicar unas horas, días o meses. Pueden implicarse hasta donde puedan para conseguir la protección de los awás a través de las siguientes acciones.
Pedir su protección. Cada vez son más las peticiones para evitar que madereros, ganaderos y colonos invadan la tierra que habitan los awás y amenacen su desaparición. Ya se superan las 29.000, pero el objetivo se ha marcado como mínimo en 30.000. Los ciudadanos pueden sumarse a estas peticiones, enviadas al Gobierno de Brasil a través de Facebook o por correo electrónico. Un clic desde la página de Survival es suficiente para enviar una petición al ministro de Justicia de Brasil «para que proteja de forma eficaz y urgente la tierra de los awás».
Compartir la campaña en las redes sociales. Junto con Facebook, Twitter y Google +1 son los canales por excelencia para difundir la campaña. Basta con clicar en la pestaña «Me gusta» o tuitear el mensaje «Cómo salvar a la tribu más amenazada de la Tierra» con los hashtag #salvaalosawas e #indigenasaislados.
Aportaciones económicas. La ayuda económica es fundamental para mantener activa la campaña, organizar acciones y no retirar el apoyo a esta tribu. Se puede colaborar de manera periódica (cada mes) o puntual. Las cuotas van desde 5 euros al mes hasta el importe que decida el donante.
Colaborar como voluntario. Quienes dispongan de más tiempo y ganas de implicarse, pueden colaborar con Survival en las diferentes acciones que lleva a cabo en el marco de esta campaña. Hay que contactar con la organización para conocer sus necesidades y prestar la mejor ayuda.
Survival ha dado la voz de alarma. Y es que “la tala ilegal y las invasiones en su territorio” merman la superficie para asegurar la supervivencia de los awás. La selva desaparece y los esfuerzos por preservarla son intensos, pero insuficientes. Survival calcula que ya se ha talado casi el 30% de una reserva awá protegida por ley. La selva es su hogar y destruirla es hacer lo propio con una de las tribus indígenas más antiguas y ricas del planeta. “Mientras la selva siga en pie, todos los awás podrán decidir cómo quieren vivir y lo que quieren adoptar del mundo exterior”, defiende la organización.