¿Cómo aplicar la eutanasia al perro?
¿Ha llegado la hora de sacrificar a tu perro? Si es así, lo primero que debes saber es que sacrificio y eutanasia no son lo mismo.
- El sacrificio es inducir a la muerte sin que exista ninguna enfermedad o razón para ello.
- Eutanasia, en cambio, es una palabra de origen griego que significa «muerte sin sufrimiento físico».
Es recomendable tener claro este concepto, ya que uno de los factores que más angustia, temor y tristeza provoca al dueño de un perro es el miedo a que el animal sufra antes de morir.
La eutanasia en el can se puede practicar de tres formas. Conviene conocerlas para optar por el mejor modo de evitar su sufrimiento.
🐶 1. Eutanasia activa
La muerte del perro es directa y sin dolor. Se aplica cuando el can está muy enfermo y no hay posibilidad de curación. Este tipo de eutanasia se practica con una inyección letal que contiene un fármaco eutanásico, lo cual provoca en el animal la muerte sin dolor. Este tipo de eutanasia es el que se practica de manera más habitual.
🐶 2. Eutanasia pasiva
En este caso, no se utiliza ninguna sustancia para causar la muerte del perro, sino que se evita cualquier tratamiento que prolongue la vida del animal que sufre y no tiene posibilidad de curación. El objetivo de este tipo de eutanasia es acelerar la muerte del can para evitar su dolor y no alargar su agonía.
🐶 3. Eutanasia indirecta
Consiste en tratar los síntomas de la enfermedad para evitar el sufrimiento del perro, aunque se acelere la proximidad de la muerte. La medicación evita su sufrimiento, si bien conlleva que el animal muera antes.
Las tres opciones anteriores (eutanasia activa, pasiva e indirecta) tienen el mismo desenlace: la muerte del perro. Pero según explica el veterinario Carlos Rodríguez, «las tres opciones son muy distintas desde el punto de vista ético, porque unas resultan más fáciles de aceptar que otras».
Eutanasia a un perro, ¿qué método elegir?
Practicar la eutanasia al can se convierte en un drama para muchas personas. Es lógico ya que, por un lado, deben enfrentarse a la muerte de su amigo y compañero y, por otro, al sentimiento de culpabilidad que provoca el hecho de decidir acortar la vida de su perro.
Las personas que pasan por el trance de decidir practicar la eutanasia deben pensar que lo importante no es el momento de la muerte de su animal, sino cómo será su final.
En sus manos está la posibilidad de decidir la calidad de los últimos momentos de vida del can. El veterinario es un gran aliado para ofrecer toda la información sobre la eutanasia que se necesite.
🐕 Tanto la eutanasia pasiva como la indirecta «conllevan alargar el sufrimiento del perro», señala el veterinario José Luis Torres. También implican medicarle de un modo excesivo. «El animal estará drogado, sin calidad de vida, a pesar de que no haya solución y de que morirá de igual manera», apunta Torres. Para este médico canino, la clave está en «practicar la eutanasia al animal un segundo antes de que empiece a sufrir».
🐕 La muerte del perro con eutanasia activa será tranquila, sin dolor y serena. La decisión de practicar la eutanasia al can siempre es difícil, pero «lo que cuenta es velar por su calidad de vida, y no por alargarla a costa de que sufra», asegura Torres.
¿Cuál es el precio de la eutanasia del perro?
Si bien lo más importante es que tu perro muera sin sufrir, no cabe duda que el factor económico es también relevante. No es un servicio barato, pero conviene comparar porque cada veterinario puede aplicar diferentes tarifas.
🐩 ¿Existe algún tipo de eutanasia para perros gratis?
Si no tienes buena situación económica y crees que tu perro precisa eutanasia, puedes preguntarte si se administra gratuitamente. El proceso de la eutanasia no es gratis, ya que el fármaco tiene un coste y, además, debe aplicarlo un veterinario, que también cobra por sus servicios.
Sí se realiza sin coste a los animales que se encuentran en centros de acogida. Siempre es también el último recurso.
🐩 Precios medios de la eutanasia para perros
El coste medio total de una eutanasia oscila entre 200 y 450 euros, aunque depende en gran medida del profesional y de la ciudad. Los conceptos que se aplican son los siguientes:
- Servicio veterinario: supone unos 30 euros.
- Medicación suministrada: en torno a 70 euros, incluyendo sedantes.
- Servicio a domicilio: si deseas una «eutanasia casera» para que el can esté menos nervioso o por cualquier circunstancia, es posible hacerlo. Probablemente, sea más caro.
- Hacerse cargo del perro después: puede suponer un coste de entre 30 y 40 euros.
- Días festivos, noche… Puede incrementar el precio hasta un 50 %.
- Cremación: si quieres incinerar al perro después, el importe sube y ronda los 200 euros (depende del peso del animal).
Conocer cómo se lleva a cabo la eutanasia activa ayuda a reducir la angustia del momento. Los pasos son los siguientes:
1. Se elige un lugar adecuado para que el perro y sus dueños, si quieren, puedan estar tranquilos. Es decir, un sitio donde no haya ruido, que esté aislado y que no sea una zona de paso.
2. Si el can está muy nervioso, inquieto o padece dolor, se le inyecta un sedante. De esta manera, el animal se relajará durante los minutos previos a la aplicación de la eutanasia.
3. Se le pone una vía para inyectar el fármaco eutanásico. El objetivo es detener el corazón.