El baño debe formar parte de la rutina de higiene de un perro. Sin embargo, ¿qué hacer cuando un can odia el agua? En este artículo se aportan las claves. Un aseo seguro ayudará a un animal miedoso, si bien es necesario saber cómo tranquilizar al perro durante el baño y cómo lograr que este sea divertido para que el animal supere su rechazo al agua.
A algunos perros no les gusta el agua. Es más, ciertos canes sienten pavor cuando perciben que se acerca el momento del aseo. Sin embargo, un animal necesita tomar al menos un baño al mes, si vive en la ciudad, y uno cada dos semanas, en caso de canes con mayor contacto con el campo y el mundo rural. Es un hábito fundamental para que la mascota esté sana. ¿Pero cómo bañar a un perro que odia el agua?
Un aseo seguro ayudará a un perro miedoso
Un perro que odia el agua no nace, se hace. Es al menos lo que afirma la revista científica ‘Helium’. «El perro doméstico desarrolla temor al agua como consecuencia de una experiencia pasada negativa en el medio acuático. En la naturaleza, la aversión canina por el agua, sencillamente, no existe», afirma la publicación. El animal asocia el momento de entrar en la bañera con una vivencia desagradable, por lo que, en estos casos, el sentimiento de temor por el agua no tarda en sentirse.
Una alfombrilla de plástico en la bañera impide que el perro resbale, por lo que se sentirá más seguro
Cuidar con esmero de la seguridad del animal durante el baño resulta de gran ayuda para un perro temeroso. Colocar una alfombrilla de goma en el fondo de la bañera o ducha es útil. Este recubrimiento de plástico impedirá los patinazos de nuestro amigo de cuatro patas, por lo que se sentirá menos vulnerable durante el baño.
Para bañar a un cachorro o a un animal de pequeñas dimensiones debemos tener en cuenta que la bañera habitual puede ser demasiado grande para él. En su lugar se puede usar una palangana, o incluso, la pila del lavabo.
En cualquier caso, hay que evitar colocar objetos que puedan caer, como botes de champú -que siempre debe ser específico para canes, ya que su PH es distinto del humano- en el borde de la bañera. En caso de resbalar y precipitarse al agua, el impacto solo lograría asustar aún más a un perro que odia el agua.
Cómo tranquilizar al perro durante el baño
Compartir la bañera con un animal que aborrece el momento del aseo ayuda a ciertos canes. De esta forma, también el aseo puede convertirse en un momento idóneo para estrechar la relación con nuestro peludo amigo.
No conviene duchar al perro, el ruido del agua a presión aumentará su miedo
Es posible utilizar un barreño o una cazuela para verter agua sobre el cuerpo del can, poco a poco y de forma delicada, ya que el riesgo de que sienta temor decrecerá. Cuando se quiera asear a un animal miedoso, conviene olvidarse de la ducha: el ruido del agua que sale a presión de la alcachofa del baño solo logra que su angustia aumente.
Hablar con el perro, así como proporcionarle caricias y muestras de cariño, también ayuda. Nuestro tono de voz no debe sonar nervioso o enfadado, ya que en tal caso será difícil lograr que el animal no asocie la hora del baño con una experiencia angustiosa.
Algunos perros, además, pueden padecer claustrofobia y angustia cuando se encuentran en espacios cerrados reducidos. Las duchas y las bañeras de reducidas dimensiones son unos receptáculos propicios para despertar el posible temor del animal a sentirse enclaustrado. En estos casos, dejar la puerta del baño abierta, e incluso, evitar cerrar por completo la cortina o mampara de la bañera reducirán el miedo.
Un baño divertido para el perro
Los juguetes y los premios son apropiados para calmar a un perro que teme el agua. Animar a nuestro peludo amigo a pasar un rato divertido en la bañera colabora a que, poco a poco, el perro sienta cada vez menos miedo durante el aseo. Los objetos de goma, impermeables, son los apropiados en estas situaciones. Es recomendable comenzar a jugar con ellos fuera del baño y, de forma paulatina, acercar la propuesta lúdica hasta la bañera.
Los premios comestibles también pueden animar al perro miedoso a olvidarse de su temor al agua. Todos son trucos que, acompañados de buenas dosis de cariño, ayudan a convertir la necesaria rutina del baño en una experiencia agradable y, por qué no, incluso divertida para el perro.
Lo adecuado es lograr que el baño sea una buena experiencia desde que el perro es cachorro: los primeros aseos son cruciales para evitar el miedo al agua.
Transformar el lugar del baño en una zona de juego inspira la confianza de un perro temeroso.
El agua debe estar caliente: con una temperatura que ronde los 39 ºC.
Evite las duchas y opte por un cazo para verter el agua, poco a poco, sobre el cuerpo del animal.
Los premios comestibles, así como las caricias y palabras de cariño, ayudarán a un can temeroso a disfrutar (o al menos tolerar) el baño.