La propuesta de reforma educativa introduce varios cambios en el actual sistema de enseñanza. Los más destacados recuperan una prueba de evaluación al finalizar Primaria, Secundaria y Bachillerato, además de hacer mayor hincapié en asignaturas como matemáticas o lengua. Otras modificaciones afectan al modelo de Bachillerato, que reduce los itinerarios, y la Formación Profesional, que sustituye los Programas de Cualificación Profesional Inicial para alumnos con dificultades por ciclos de Formación Profesional Básica. Todas las claves del anteproyecto se explican a continuación.
Evaluación al final de cada etapa educativa
Los estudiantes de Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato realizarán una prueba de evaluación al final de cada ciclo
La propuesta de reforma educativa afecta a todos los niveles de enseñanza en un aspecto: tras terminar cada uno de los ciclos, los alumnos se tendrán que examinar para demostrar que han adquirido los conocimientos correspondientes al mismo. Esta evaluación afecta a Primaria, Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato. Incluso, tras 3º de Primaria se realizará un examen para detectar posibles problemas relacionados con destrezas básicas como la lectura, la escritura o los primeros conocimientos de aritmética.
Será necesario aprobar estas pruebas para pasar al siguiente nivel, pero esto es especialmente relevante en la última etapa. Y es que la evaluación que los estudiantes realizarán tras el último curso de Bachillerato sustituirá al examen de selectividad. Estos exámenes se llevarán a cabo «en puntos críticos de cada etapa educativa», según recoge el texto de la reforma.
Se pretende que las pruebas sirvan de guía a los profesores, para que conozcan la progresión en el sistema educativo y «los niveles de exigencia». Se confía en que, tras conocer los resultados de estas evaluaciones, los profesores contarán con «elementos de certeza, objetividad y comparabilidad de resultados», de manera que se puedan tomar medidas ante los problemas detectados en los estudiantes, si fuera el caso.
Incorporación generalizada de las TIC al sistema educativo
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) entran de lleno en las aulas. Si bien hasta ahora cada vez más alumnos acudían a clase con su propio ordenador o tableta, ahora los centros garantizarán que las TIC sean «herramientas complementarias de aprendizaje».
De este modo, el anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa confía en estas TIC para personalizar la educación y adaptarla a las necesidades y al ritmo de cada alumno. ¿Cómo? «Por una parte, servirá de refuerzo y apoyo en los casos de bajo rendimiento y, por otra, permitirá expandir los conocimientos transmitidos en el aula sin limitaciones», destaca el texto aprobado.
Esto exigirá, no obstante, que los profesores sepan manejar las TIC para que sean capaces de ayudar a los alumnos en su uso. Una mayor formación del profesorado permitirá una mejor utilización de las TIC por parte de los estudiantes y ampliará las posibilidades de uso y las aplicaciones.
Plurilingüismo, la importancia de saber idiomas
Se pretende que los estudiantes se desenvuelvan con fluidez en una primera lengua extranjera
Los idiomas se revelan como una herramienta fundamental para el acceso a un primer empleo o la mejora del actual. Estos ganan relevancia si se pretende conseguir un trabajo en el extranjero, ya que se exige dominar la lengua del país. Por este motivo, se hace hincapié en el aprendizaje de idiomas.
El objetivo: «conseguir que los estudiantes se desenvuelvan con fluidez en una primera lengua extranjera, cuyo nivel de comprensión oral y lectora y de expresión escrita resulta decisivo para favorecer la empleabilidad y las ambiciones profesionales».
Más clases de lengua y matemáticas
Se apuesta por reforzar en todas las etapas el aprendizaje «las materias instrumentales que contribuyan a la adquisición de las competencias básicas». Esta novedad afecta a asignaturas como lengua o matemáticas, que ganarán importancia en el currículo. El motivo: se consideran «fundamentales de cara al desarrollo académico de los alumnos y a su capacidad de desenvolverse en el mundo del conocimiento y la tecnología«.
Cambios en ESO y Bachillerato
Para los cursos de segundo y tercero de Educación Secundaria Obligatoria se han pensado programas de mejora del aprendizaje y el rendimiento, mientras que en cuarto los alumnos accederán a un curso de iniciación «con dos trayectorias bien diferenciadas». Se anticipan así los itinerarios hacia Bachillerato y Formación Profesional, de manera que el alumno deberá elegir antes su futuro académico y los estudios que seguirá. En cuanto a las modalidades de Bachillerato, se reducen a cinco: artes, ciencias e ingeniería, ciencias de la salud, humanidades y ciencias sociales.
Formación Profesional
La reforma educativa afecta también a la Formación Profesional. Se propone modernizar la oferta para enfocarla más a los diferentes sectores productivos. Uno de los principales cambios es el impulso a la formación en las empresas, con la FP dual, con el objetivo de reducir las elevadas tasas de desempleo juvenil.
En Formación Profesional Básica se creará un nuevo título y se flexibilizarán las vías de acceso desde la Formación Profesional Básica hacia la de Grado Medio y de esta a la de Grado Superior, según recoge el Anteproyecto. Respecto a las asignaturas, en FP Básica y de Grado Medio se hará más hincapié en materias instrumentales o básicas, así como materias optativas orientadas a los ciclos de grado superior. Los Programas de Cualificación Profesional Inicial se sustituyen para alumnos con dificultades por ciclos de Formación Profesional Básica.
Los motivos de la reforma educativa son varios. Además de los aspectos académicos, intenta cambios en el actual contexto de crisis para mejorar la tasa de empleabilidad de quienes terminan sus estudios. Según se destaca el Ministerio de Educación, son objetivos de la reforma:
- Reducir la tasa de abandono educativo temprano y mejorar la tasa de población que alcanza ESO.
- Fomentar la empleabilidad.
- Mejorar el nivel de conocimientos en materias prioritarias.
- Señalizar el logro de los objetivos de cada etapa.
- Incrementar la autonomía de los centros docentes.
- Intensificar el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
- Mejorar el aprendizaje de las lenguas extranjeras.