La etiqueta del envase de comida de nuestro perro contiene amplia información de carácter nutricional. Estos datos son de gran utilidad para que los dueños elijan el alimento adecuado para su animal, ¿pero qué información deben tener en cuenta? En este artículo se explica cuáles son los datos importantes en la etiqueta del pienso del perro y se destaca la variedad de alimentos caninos, para todos los gustos, así como las comidas con objetivos de nutrición específicos.
Datos importantes en la etiqueta del pienso del perro
La etiqueta ayuda a elegir el alimento más adecuado para el perro
La información que deben recoger las etiquetas de los alimentos caninos abarca una tabla con la cantidad y la ración diaria que requiere el animal -según su peso-, la fecha de caducidad y los datos del fabricante. Los requisitos los impone la normativa europea sobre comercialización y utilización de piensos (reglamento 767/2009).
Ración diaria según el peso. Uno de los datos que figura en los paquetes de alimento canino es la ración diaria que debe tomar el perro, según su peso. A través de iconos, las etiquetas advierten de los gramos diarios que el animal debe ingerir para evitar el sobrepeso y la obesidad. También ha de figurar la cantidad total de alimento que contiene el recipiente en gramos y, en ocasiones, se indica el número de comidas que suponen para el perro.
Fecha de caducidad. Al igual que en los productos destinados al consumo humano, la fecha de caducidad sirve como referencia para saber cuándo el producto no está en condiciones aptas para que el perro ingiera el alimento.
Datos del fabricante. Estos datos son obligatorios. Ha de constar el nombre de la empresa, su dirección y un teléfono de atención al consumidor, al que llamar en caso de dudas o reclamaciones.
Junto con los anteriores datos, también deben figurar en el envase otros desgloses de carácter técnico, como las calorías, proteínas y modo de conservación. Debe advertirse la necesidad de mantener el producto en un lugar seco y fresco, nunca expuesto al sol, hasta la fecha de caducidad.
El número de datos que se pueden leer en las etiquetas se ha incrementado de manera notable en los últimos diez años para cumplir con la normativa europea. No obstante, «la etiqueta del envase de pienso debe incluir información verídica y objetiva, que permita elegir el alimento más adecuado para el perro», afirma Pablo Hervás, asesor técnico de la Asociación de Fabricantes de Alimento para Animales de Compañía, que ha elaborado su propio código de buenas prácticas para el etiquetado de comidas de perros y gatos.
Alimentos caninos para todos los gustos
La información de las etiquetas para piensos ha evolucionado a la par que la variedad de alimentos caninos. Los dueños de perros pueden adquirir piensos para perros enfermos, cachorros, canes muy mayores o esterilizados. Esta variedad de piensos cubre las necesidades de cada perro y, por ello, las etiquetas deben aportar suficiente información para que el consumidor conozca las características y cualidades del alimento que elije para su perro. Algunas destacan las propiedades digestivas del producto, mientras que otras subrayan el contenido en determinadas vitaminas.
Si se prefiere, es posible elegir el pienso en función de los gustos del perro. La composición del producto, es decir, los ingredientes con los que está fabricado (pollo, verduras, pescado), ayudan a elegir sabores variados en la dieta del can, que el paladar del animal agradecerá.
El grupo de edad, que debe señalarse en el envase, es otro motivo para decantarse en la elección. Hay piensos para todos los perros. En la etiqueta se distinguen los alimentos dirigidos a cachorros (de 4 a 18 meses), adultos (de dos a seis años) o perros senior (a partir de seis años).
Comidas caninas con objetivos de nutrición específicos
Los datos que detallan el tipo de pienso deben figurar en el envase. Es el caso de un pienso específico para perros con problemas renales o digestivos, si bien «es recomendable consultar al veterinario antes de utilizar estos alimentos«, aconseja Pablo Hervás. La etiqueta debe recoger información sobre las cualidades terapeúticas del alimento, pero no conviene dárselo a la mascota sin verificar antes con el especialista la idoneidad del producto para esta.