Cambios de comportamiento, manchas por la pérdida de sangre, persecución de perros por la calle o riesgo de embarazo no deseado. Estos son algunos de los problemas derivados del celo de la perra. Para evitarlos, los veterinarios recomiendan esterilizar a la perra que no tendrá descendencia, usar braguitas durante el celo, eludir a los machos en el parque, utilizar siempre la correa durante el periodo de celo y considerar otros métodos para evitarlo.
1. Esterilizar a la perra que no tendrá descendencia
En los últimos cinco años, el número de esterilizaciones ha aumentado de manera considerable, asegura Verónica Jiménez, doctora de animales en el hospital veterinario Vetersalud Amigos, de Murcia. En esta clínica, el 45% de las hembras que acuden a la consulta están esterilizadas, «sobre todo si viven en entornos urbanos», explica Jiménez. Esto no ocurre, añade, con las perras que viven en el campo.
Con la esterilización, los dueños evitan muchas molestias y problemas a la perra –sangrado, embarazos no deseados-, previenen enfermedades como tumores de ovario y de mama, además de los embarazos psicológicos, un desajuste hormonal que provoca cambios de carácter en la perra.
Esta se puede mostrar más nerviosa, mimosa, inapetente o decaída durante el celo. Cada una registra cambios diferentes y es posible que tengan molestias físicas, similares a las que padecen las mujeres durante la menstruación, «pero no lo exteriorizan», asegura María Victoria Acha, veterinaria de la clínica Lardy, en San Sebastián.
2. Braguitas durante el celo de la perra
El celo de la perra tiene lugar dos veces al año y dura alrededor de 15 días. Aunque hay variaciones en el ciclo menstrual de cada perra y, en algunas, puede ser más corto. Las mayores pérdidas de sangre ocurren durante la primera semana.
Para evitar manchas en casa durante el celo de la perra, se pueden usar unas braguitas de nailon
El manchado es una de las molestias que más preocupa a los dueños de perras no esterilizadas. Para evitar las pérdidas de sangre en casa, se pueden emplear unas braguitas -a menudo de nailon y de color negro- con dos aberturas: una para introducir una compresa canina y otra para sacar la cola (para que la perra se sienta cómoda).
Una braguita para perras en celo cuesta unos diez euros y se puede lavar. Este accesorio se comercializa en varias tallas, es ajustable y se usa solo cuando la perra está en casa. Hay que tener en cuenta que la braguita para perras en celo no impide que un macho pueda montarlas.
3. Eludir a los machos en el parque
Las feromonas emitidas por la perra durante el celo son tan fuertes, que el macho las percibe a metros de distancia
Las feromonas olfativas que desprende la perra durante el celo son un potente afrodisiaco oloroso para los machos. «Ese olor no se puede enmascarar ni con la colonia más potente», asegura Acha. El macho las percibirá a metros de distancia.
Eludir a los machos en el parque es la mejor forma de que, tanto dueño como perra, disfruten de un paseo tranquilo, sin experimentar la persecución de los perros. Incluso, durante este período, se puede cambiar el horario de paseo de la perra para evitar, en la medida de lo posible, la presencia de otros canes. Se puede retrasar la salida de la tarde al anochecer y adelantar el paseo por la mañana.
4. Usar siempre la correa durante el celo de la perra
La perra siempre debe ir sujeta con la correa durante el celo. La hembra estará más nerviosa e inquieta durante esos días y habrá más probabilidades de que escape si se siente acosada por un macho. Durante la primera semana de celo, la perra no estará receptiva a ser montada por el macho. Pero durante la última semana, cuando pierde menos sangre, sí estará dispuesta a aparearse e, incluso, puede ser ella quien escape en busca del macho.
5. Otros métodos para evitar el celo
A diferencia de la esterilización, otros métodos para evitar el celo no son de carácter definitivo. Entre ellos, son válidos algunas inyecciones y pastillas, si bien los veterinarios advierten de sus efectos secundarios.
También hay métodos abortivos. Con ellos, una vez que la perra ha quedado preñada, se evita la continuación del embarazo y, por tanto, de traer al mundo una camada indeseada.