El can percibe sensaciones táctiles a través de la boca. Si a esto le añadimos que un cachorro tiene molestias debido al cambio de dentición, nos topamos con un perro que mordisquea todo: manos, zapatillas, cortinas, calcetines. Pero si sabemos las causas por las cuales lo hace, podemos encauzar la situación. Este artículo destaca los juguetes específicos para que el cachorro muerda, dos errores que se deben evitar con el perro que muerde todo, por qué la cría destroza la casa en ausencia de sus dueños y cinco pautas para educar al cachorro.
El cachorro ejercita su sentido del tacto a través de su boca
El cachorro de perro es un pequeño explorador que necesita descubrir el mundo, como todos los mamíferos de corta edad. Para ello, requiere olisquear, ver y oír, pero también ejercitar su sentido del tacto, y lo hace a través de su boca. «Los cachorros de perro necesitan mordisquear porque de esta manera reconocen y descubren su entorno. Para ellos, su boca representa el sentido del tacto», explica José Luis Torres, veterinario de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid.
Los cachorros, como todos los animales jóvenes, son traviesos y mordisquean como forma de interactuar con su entorno. Pero otro motivo por el que usan tanto su boca es porque tienen molestias hasta que mudan los dientes de leche por los definitivos. Y morder alivia ese dolor.
Juguetes para que el cachorro muerda
En el mercado, hay juguetes específicos para cachorros que tienen molestias por el cambio de dentición. Los canes podrán centrar sus ganas de morder en estos objetos, cuando necesiten aliviar el dolor de su boca. Hay que tener en cuenta que los artículos caninos son solo de él. Si hay niños en casa, no debemos permitir que los utilicen para sus propios juegos. De esta manera el cachorro aprende, además, que la familia respeta sus pertenencias, igual que él debe hacerlo con el resto de los objetos de la casa.
Es un error ofrecer a un perro pequeño zapatillas o calcetines como juguetes
En cualquier caso, los objetos que el cachorro introduce en su boca deben estar seleccionados por los dueños. Es un error ofrecerle una zapatilla vieja o un calcetín que no se usa: asimilará que esos son sus juguetes y, cuando sea un animal adulto, los cogerá para mordisquearlos. Por ello los objetos lúdicos del cachorro deben ser específicos para él y no parecerse a objetos de la casa que no queramos que coja. «Es complicado corregir a un animal al que se le han permitido ciertas conductas desde pequeño, por ello hay que marcar normas básicas desde que el perro llega a casa», asegura el educador canino Gregorio Sánchez.
Dos errores que se deben evitar con el cachorro que muerde todo
1. Dejar que el perro pequeño nos mordisquee las manos es un error frecuente que se debe eludir. El cachorro debe entender que debe acatar ciertas normas y que hay comportamientos que están prohibidos, como hacer sus necesidades en casa o morder las manos de los dueños. «Si se permite que el animal nos mordisquee, se le transmite un mensaje equivocado, ya que creerá que él es líder y quien manda en casa», afirma Sánchez. Por lo tanto, hay que evitar este comportamiento con un «no» rotundo.
2. Jugar al «tira y afloja» es otra equivocación. Algunos dueños caen en el error de jugar al «tira y afloja» con el cachorro, es decir, la persona tira de un lado de una cuerda (o una tela) y el animal, del otro extremo. Con estos juegos se estimula el comportamiento de mordedor compulsivo del cachorro. «Con este tipo de actividades se entra en el terreno de la competición y cuando el cachorro gana, refuerza su comportamiento, e incluso, gruñirá en cuanto se le lleve la contraria», añade Torres.
¿Por qué el cachorro destroza la casa en ausencia del dueño?
El can, desde que es pequeño, debe aprender a enfrentarse a la ausencia de sus dueños durante momentos puntuales del día. Hay cachorros que traducen su rechazo a la soledad con destrozos en la casa. Un cachorro que ha paseado y realizado actividad física (juegos y paseos) estará más relajado antes de quedarse solo. Hay que dejar al perro provisto de comida y agua suficiente, así como acompañado de sus juguetes de mordisqueo, para que esté entretenido durante la ausencia de sus dueños.
En cualquier caso, los cachorros que comparten el hogar con otros animales, ya sea otro perro u otro gato, se sienten más acompañados e invierten más tiempo en jugar con su compañero que en morder lo que no deben.
1. La paciencia es fundamental para educar al cachorro. Es más práctico disfrutar de su etapa de travesuras que estresarse como consecuencia de su comportamiento. A partir del año, el perro deja de ser un cachorro. Es una fase de su vida que nunca regresa, así que es mejor vivirla de manera positiva.
2. El mordisqueo es necesario para el pequeño. Por ello, hay que dejarle claro desde que llega a casa lo que se puede morder y lo que no.
3. Los zapatos, calcetines y juguetes infantiles no se deben ofrecer al cachorro como objetos para morder o jugar.
4. La educación basada en el refuerzo positivo es la mejor forma de aprender para el perro. Nunca se debe usar la violencia física con el animal. Este tipo de métodos genera graves y crueles secuelas en el animal, además de adultos inseguros y miedosos.
5. La coherencia es una baza importante para lograr que el cachorro acate las normas. Si se le prohíbe morder los zapatos, la orden debe ser siempre la misma y todos los miembros de la familia deben actuar en esa línea.