La foto del conductor que llevaba un maniquí de copiloto en el carril Bus-VAO se hizo famosa en fechas recientes. Más allá de la anécdota, el objetivo de estas vías especiales es reducir el tráfico y la contaminación urbana, cada vez mayor por el mal uso del coche privado. Madrid y, desde hace unos días, Barcelona disponen de carriles Bus-VAO, un sistema más extendido en otros países. Este artículo explica qué es y para qué sirve un carril Bus-VAO, sus ventajas y desafíos, señala si sus sistemas de control funcionan y analiza su implantación en otros países.
Carril Bus-VAO, qué es y para qué sirve
El Bus-VAO es un carril de la carretera por el que solo pueden circular vehículos de uso público (autobuses, autocares y taxis) y Vehículos de Alta Ocupación, es decir, turismos con varios ocupantes. Madrid y, desde hace unos días, Barcelona cuentan con sendos carriles Bus-VAO: en la capital de España en la autovía A-6 (Madrid-Coruña), y en la ciudad condal en la autopista C-58 (da acceso a Barcelona por el noroeste).
Más del 75% de los desplazamientos urbanos se realizan en vehículos privados con un solo ocupanteCada carril Bus-VAO tiene sus particularidades que hay que conocer, ya que mal empleado, la multa puede superar los 200 euros. El de Madrid puede utilizarse por coches con un mínimo de dos personas y las motocicletas solo en el último tramo, en los puntos kilométricos 3,200 y 7,300. En el de Barcelona los automóviles deben llevar tres o más ocupantes. Además, pueden usarlo las motocicletas, los vehículos para personas con movilidad reducida y los vehículos ecológicos de bajas emisiones. Estos últimos deben llevar una etiqueta identificativa que se consigue en la web ecoviaT.
El carril Bus-VAO es una medida para intentar descongestionar el tráfico, ahorrar energía y reducir la contaminación urbana. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) señala que en España el transporte es el mayor consumidor de energía final (un 40%) y el mayor emisor de CO2 (por encima del 30%). La práctica totalidad de esta energía proviene de combustibles fósiles.
La práctica ecológica y económica idónea sería el transporte público: por viajero ocupa 50 veces menos espacio y emite un 70% menos de dióxido de carbono que el vehículo privado. Cuando no es posible, la siguiente opción sería aprovechar el automóvil al máximo. Sin embargo, según el IDAE, el actual índice de ocupación es de 1,3 pasajeros por coche; más del 75% de los desplazamientos urbanos se realizan en vehículos privados con un solo ocupante; y en la ciudad, el 50% de los viajes en coche son para recorrer menos de tres kilómetros y un 10% para menos de 500 metros. Desde el IDAE afirman que es el modo de transporte menos eficiente y más contaminante.
Ventajas y desafíos de los carriles Bus-VAO
Los carriles Bus-VAO ofrecen diversas ventajas según sus defensores:
- Económicas: sus usuarios ahorran dinero y llegan antes a su destino. Son idóneos para fomentar el uso del coche compartido y todas sus ventajas, como recuerda Juan Pérez, responsable de Carpooling España, una iniciativa para compartir vehículo.
- Ambientales: al haber menos coches privados, se emite menos contaminación, CO2 y menos ruido. También sirven para fomentar el uso de vehículos «ecológicos».
- Sociales: se conoce gente nueva y se viaja en compañía, y hasta puede encontrarse el amor. Juan Pérez señala que en los más de diez años de Carpooling en Europa tienen constancia de 16 parejas casadas tras conocerse al compartir coche (algunos les han mandado hasta fotos de su boda o con sus hijos).
- Psicológicas: Jesús Escámez, técnico en movilidad urbana, explica que el impacto de ver cómo te adelanta un bus u otro coche lleno de gente puede replantear los hábitos de movilidad. Además, se reduce el estrés de los conductores.
En cuanto a sus desafíos, algunos expertos se muestran escépticos sobre su posibilidad de solucionar el problema del tráfico urbano.
Jordi Sala, gerente de Traslacar, cree que la inauguración del carril Bus-VAO en Barcelona «no ha solucionado nada y ha costado más de 80 millones de euros». En opinión de este experto, el «colapso circulatorio» de las ciudades solo se arregla al «disminuir el número de coches privados, proporcionar a los ciudadanos de forma planificada opciones de ahorro y eficiencia como el carsharing, carpooling, bicicleta, etc. y potenciar el transporte publico urbano».
Julián Estévez, ingeniero industrial y experto en movilidad, cree que un carril bus es necesario y mejora el tráfico, pero el carril VAO es un «queda bien» institucional, más que una medida que ayude a mejorar el tráfico, y que su efecto sobre la reducción de la contaminación «no es apreciable».
Jesús Escámez explica que son una obra de envergadura solo al alcance de ciudades con corredores de millones de habitantes.
Gabriel Jodar, experto en movilidad y transporte sostenible, cree que la combinación de carril Bus y VAO puede ser positiva si: se combina con una política multimodal de movilidad, en la que se reduzca el acceso en vehículo privado a las ciudades, y se eleva el listón a tres o más ocupantes en los coches para no perjudicar a los buses.
¿Los sistemas de control de los carriles Bus-VAO funcionan?
Sobre la famosa foto del conductor «cazado» con un maniquí en el carril Bus-VAO de Madrid, Jesús Escámez cree en la efectividad de los sistemas de control, aunque como todo, no son infalibles. Este experto recuerda que, dada su propia restricción, las infracciones se pueden localizar de manera más fácil. Además, cada vez hay más medios, como cámaras de reconocimiento ópticas o por infrarrojos, y sistemas de control remoto.
Juan Pérez añade que no es una novedad ni algo exclusivo de España: hace unos seis meses se conoció en Estados Unidos una conductora que llevaba un enorme oso de peluche.
Carriles Bus-VAO en el mundo
Gabriel Jodar señala que los carriles Bus-VAO se desarrollan con éxito en Europa, donde se conoce como «bus a alto nivel de servicio» (BHNS en Francia y BHLS en Reino Unido) y que es una adaptación del concepto americano de BRT aplicado en Ecuador, Colombia, Brasil, etc. Julián Estévez explica que en Austria y algún país de centro de Europa es donde mejor funciona, porque allí compartir el coche para ir a trabajar está generalizado.
En Estados Unidos este tipo de vías están más extendidas, como las «Carpool Lanes». Juan Pérez explica que allí las infraestructuras viales y la morfología de las ciudades obligan a utilizar el vehículo privado. Cada año el número de coches aumenta y colapsa los accesos de las ciudades, hasta el punto de que en Los Ángeles permitirán a los vehículos con un ocupante utilizar los carriles VAO previo pago.
Jesús Escámez resalta el caso de la ciudad canadiense de Ontario, que empezó en 2007 un plan para construir más de 450 kilómetros de carril Bus-VAO.