El cambio de hábitos de los usuarios y las modificaciones legislativas han provocado que en los últimos meses el sector de las telecomunicaciones móviles haya sufrido una profunda transformación en cuanto a tarifas y servicios. Las llamadas de voz son cada vez más infrecuentes y, por el contrario, crece el consumo de datos móviles, lo que permite poder hacer llamadas desde Internet de modo gratuito. Para ello, hay que poseer una tarifa de acceso a la red de datos, que se contrata con el operador de dos maneras: o bien se paga por dato consumido o se adopta una tarifa plana con un tope de consumo de megabytes mensual, que cuando se supera, se reduce la velocidad de acceso o se pasa a pagar por el siguiente consumo. Este artículo pretende distinguir a qué perfiles interesa cada modalidad contractual de tarifa de datos.
Contratos ventajosos contra la fuga de clientes
Según un estudio de la consultora Accenture, el 61% de los usuarios que accede a Internet desde un dispositivo móvil lo hace desde un smartphone. Este porcentaje tiene, además, un crecimiento exponencial, lo que conlleva a una necesidad de inversión constante por parte de los operadores para mejorar sus infraestructuras y transformar sus modelos de explotación.
La tarifa plana móvil no está recomendada para todos los usuarios, sino solo para quienes realizan un empleo más intensivo de las redes móviles
Por otro lado, a nivel legislativo, desde el pasado mes de junio en España es posible hacer la portabilidad entre operadores en un día. También se ha dado un cambio en la política de móviles subvencionados: algunas de las principales empresas del sector han dejado de ofrecerlos.
Todas estas circunstancias han motivado que los usuarios de telecomunicaciones cambien de operador de forma más frecuente, sobre todo y de forma masiva, desde los llamados de referencia (Movistar, Vodafone y Orange) a los operadores móviles virtuales.
Además, la crisis económica en España también influye en la pérdida de beneficios entre los operadores por la contención del gasto de los usuarios. Por este motivo, muchos de ellos han impulsado tarifas de precios más ventajosas y baratas. En algunos casos con la inclusión de más minutos de llamadas, mensajes cortos y un plan de datos móviles.
En este sentido, una de las últimas decisiones de los operadores de telefonía móvil han sido las tarifas planas para hablar y navegar por Internet por un precio fijo a final de mes. De esta forma, los usuarios pueden estar tranquilos con el coste que pagarán en la factura mensual, sin esperar grandes sorpresas según el volumen de llamadas.
Tarifas no tan planas
A pesar de su nombre, estas tarifas no son en realidad planas, sino onduladas; es decir, tienen limitaciones tanto en minutos como en datos. De hecho, debido a las infraestructuras de estas tecnologías, la banda ancha móvil siempre tendrá restricciones en su uso. Este tipo de tarifas no está recomendado para todos los usuarios, sino para quienes realizan un empleo más intensivo de las redes móviles tanto en datos como en voz.
Es decir, son apropiadas para personas cuya factura -tanto de datos como de llamadas- supere el rango de los 35 a los 40 euros mensuales. Fuera de estos casos, el usuario que haga un empleo ocasional del móvil se verá más favorecido por el pago por minutos y megabyte consumido, si con ello gana libertad respecto a su operador, que siempre tratará de atarle con condiciones de uso restrictivas en el acceso a la tarifa plana.
Algunas compañías incluyen un contrato de permanencia de entre 12 y 24 meses para acceder a sus «tarifas planas»
Es importante conocer cuál es el tipo de perfil de consumo del usuario: si realiza llamadas a un solo operador, envía muchos SMS cada mes o hace un uso intensivo de la banda ancha móvil. Algunos de los portales web de los operadores de telecomunicaciones ofrecen un estudio de hábitos a sus usuarios. También existen páginas como DoctorSIM que realizan este servicio de forma independiente al operador. En algunos casos, no es necesario contratar una nueva tarifa, sino optimizar el gasto en llamadas.
Por otro lado, en el caso de las llamadas, a pesar de que este tipo de tarifas ofrecen bolsas de minutos, entre los 500 y los 4.000 minutos al mes, no siempre son ventajosas para los usuarios. Y es que, hoy en día, el consumo de llamadas de voz ha caído por un uso más intensivo de aplicaciones de mensajería instantánea y aplicaciones de voz sobre IP, a pesar de las restricciones que sobre esta tecnología aplican algunos operadores móviles. Esto se traduce en que se acaba por pagar un precio sobre llamada alto cuando otras ofertas ya contemplan las llamadas ilimitadas e incluso gratuitas.
Informarse, la mejor opción
A la hora de decidirse a contratar este tipo de tarifas, es recomendable acceder a toda la información y condiciones de uso. Hay algunas compañías que incluyen un contrato de permanencia de entre 12 y 24 meses.
Es importante conocer si en la tarifa final se incluye o no el IVA
En este sentido, empresas como Vodafone cuentan con dos planes de precios por cada una de sus «tarifas planas»: uno con y otro sin permanencia. Esta última opción implica un aumento en el precio final de la tarifa por no aceptar la permanencia, lo que podría ser de dudosa legalidad, ya que supone un impedimento a la libre competencia y al derecho del usuario a acceder al mejor precio posible.
También es importante conocer si en la tarifa final se incluye o no el IVA, ya que, por diversas políticas comerciales, en algunos casos este dato solo aparece en la letra pequeña de las promociones.
Por otro lado, en el caso de que se ofrezcan móviles subvencionados a cambio de una tarifa plana con permanencia, hay que tener en cuenta que no en todos los casos este tipo de ofertas son ventajosas. También hay que tener presente que cada vez son más los operadores que permiten comprar móviles libres a plazos.