En épocas de vacaciones, como Navidad, es posible trabajar como paseador de perros para obtener unos ingresos extras o, según los casos, se aprovecha para cuidar a los canes de familiares y amigos. En ambas situaciones, o bien si se convive con más de un animal, durante los paseos con varios perros la coordinación es fundamental. En este artículo se explica cómo para ello se han de seguir tres pautas: organizar a los animales por edades y tamaños, no pasear con más de cuatro perros a la vez y evitar los tirones de la correa. Además, se describen los rasgos del paseador de perros, un experto en salidas colectivas.
Paseos con varios perros: la coordinación es fundamental
La salida con varios perros de diversos tamaños, caracteres y edades obliga a organizarse. La correcta disposición durante los paseos puede suponer la diferencia entre disfrutar de la salida a la calle y estresarse.
Con varios canes, la coordinación es fundamental, pero también la educación del perro, una labor que debe comenzar durante su etapa de cachorro. Así se facilitan las salidas, sobre todo, si en los paseos está acompañado de otros canes. «Un animal que sabe caminar de forma coordinada con su dueño y con otros congéneres evitará problemas durante el paseo«, asegura la etóloga canina Helena Bat.
Hay tres pautas para lograr que las salidas caninas en grupo sean más felices.
1. Organizar a los animales por edades y tamaños
Los paseos con varios perros exigen organización previa, aconseja Marta Úbeda, paseadora y cuidadora profesional de perros. «Si son animales de varios tamaños, se puede colocar a los grandes a un lado y en el otro extremo, a los más pequeños», explica.
Los perros ancianos y con problemas de movilidad necesitan un turno especial durante los paseos
También hay que considerar la forma de pasear de cada perro. «Si uno hace más paradas para oler, precisará caminar solo, a un lado, para que no le arrastre el resto», advierte. Además, si uno de los perros es muy mayor o tiene ciertos problemas de movilidad que le obliguen a caminar de manera más lenta, es recomendable hacer varios turnos para las salidas.
2. No pasear con más de cuatro perros a la vez
Pasear a cinco o más canes puede complicar las salidas. La razón es que «son demasiados animales para poder controlarlos de manera adecuada», añade Úbeda.
Cuando hay más de cuatro perros al otro extremo de la correa, el paseo se complica aún más y es más difícil cubrir las necesidades particulares de cada uno de los animales.
3. Evitar los tirones de la correa
Si el dueño o paseador tira del extremo y estira la cuerda, «transmite al perro que debe hacer lo mismo», explica Bat. Las correas deben permanecer flojas y, si uno de los perros se desmanda, la reacción del dueño debe ir dirigida a él y no al resto de los canes.
Ciertas correas especiales ayudan a pasear varios perros al mismo tiempo
La elección de los accesorios adecuados es otra de las claves para facilitar la salida a la calle con varios animales. Las correas extensibles no son apropiadas. La razón es que «su empuñadura no es cómoda de sujetar cuando hay que llevar más de un perro», añade la paseadora profesional.
Es posible adquirir productos específicos para pasear a varios perros a la vez. En este caso, las correas se bifurcan, por lo que el paseador solo debe sujetar una única empuñadura, en lugar de varias.
En cuanto al seguro que bloquea las correas extensibles, también puede jugar alguna mala pasada y, como consecuencia, «los animales podrán correr de manera descontrolada». El arnés tampoco es aconsejable. Con el collar, el perro es más consciente de que camina demasiado deprisa y frenará con más facilidad.
Por todo ello, al pasear varios perros, es aconsejable que todos tengan el mismo tipo de correa y que esta mida alrededor de dos metros. Además, cualquier accesorio de paseo debe estar homologado para que resulte seguro tanto para el dueño como para el can.
El paseo de los perros es fundamental para su bienestar físico y psicológico. Los dueños responsables son conscientes de ello, si bien la falta de tiempo es en ocasiones un problema. En estos casos, la solución puede ser contratar a un paseador de perros, unos profesionales cuyo servicio consiste en pasear a los perros en ausencia de sus dueños.
Durante las vacaciones es más útil optar por un cuidador canino profesional, que además de ocuparse de las salidas, se encargará de alimentar al animal.
Este servicio no solo tiene como objetivo salir a la calle con los perros, sino también procurar que durante su paseo disfruten, hagan ejercicio y tengan tiempo para desarrollar sus relaciones sociales.