Los perros tienen una visión distinta a los humanos, más especializada y adaptada a la escasa luminosidad. Sin embargo, los canes tienen menos agudeza visual y perciben menos colores. La visión del animal es apropiada para el entorno y necesidades de supervivencia de su especie, es la mirada propia de un depredador especializado en la captura de presas. En este artículo se explica cómo ven los perros, por qué captan mejor el movimiento en la oscuridad, qué colores distinguen y cuáles son los síntomas para reconocer si tienen fotofobia.
¿Cómo ven los perros? Visión más aguda en la oscuridad
Los cánidos, entre los que se encuentran los perros y los lobos, tienen mejor capacidad que las personas para ver en la oscuridad. Esta visión les permite cazar con más eficacia por la noche. De esta manera localizan a sus presas con facilidad y también a sus enemigos, lo que les garantiza una huida más rápida.
Los canes han heredado del lobo, su antepasado, las características propias de un depredador crepuscular. De hecho, el perro es capaz de ver cinco veces más que los humanos en la oscuridad.
¿Y los gatos? Los felinos tienen incluso mejor visión nocturna que los perros. Los mininos resultan cazadores muy eficaces en la oscuridad. Según Manuel Villagrasa, veterinario y oftalmólogo, «su capacidad visual en la oscuridad está más desarrollada porque son cazadores solitarios» y necesitan ser muy eficaces para conseguir alimento.
¿Qué colores ven los perros?
Los perros tienen un abanico cromático más reducido que las personas. Y es que la visión de los colores es menos importante para que un can sobreviva en su entorno.
Las personas tienen en los ojos tres tipos de receptores para el color, cada uno especializado en la captación de los tres colores fundamentales o primarios (rojo, amarillo y azul). Su combinación permite la construcción de la escala cromática completa.
Los cánidos, sin embargo, tienen una visión dicromática que construyen con dos únicos colores. El ojo del perro solo tiene dos tipos de receptores visuales, por lo que no es capaz de recrear la gama completa de tonalidades que tiene el ser humano. Pueden distinguir azules de rojos o azules de verdes, pero tienen dificultades para captar la diferencia entre verdes y rojos. Así, una persona percibe el césped de color verde, pero su animal lo ve en tonalidad amarilla.
Perro: un cazador tridimensional
Una de las características más importantes para un depredador como el perro es su visión tridimensional. De esta manera puede calcular mejor la distancia con un objeto determinado, como una presa, y resulta más eficaz y rápido al cazar.
La visión en profundidad se logra por la posición frontal de los ojos, característica de los canes, pero también de las personas. Esto permite una superposición de sus respectivos campos visuales. Según explica Villagrasa, «el cerebro del perro obtiene una visión del objeto desde dos perspectivas diferentes, lo que le permite calcular las distancias con mayor exactitud«.
Los ojos son herramientas imprescindibles para que el perro se desenvuelva sin problemas en su entorno. Por ello es importante cuidar su salud ocular.
Los canes padecen enfermedades oftalmológicas similares a las de las personas, incluida la fotofobia. Esta afección consiste en la hipersensibilidad frente a la luz. Cuando al perro le molesta la luminosidad, mantiene cerrados los ojos mucho tiempo y le lagrimean. Frente a estos síntomas, hay que acudir al veterinario, quien determinará la causa de este problema y aplicará un tratamiento.
La fotofobia puede estar provocada por bacterias, un golpe en el ojo u otra enfermedad oculta que afecte a la visión. La revisión periódica de los ojos del animal es esencial para detectar y tratar a tiempo posibles afecciones que puedan afectar a su agudeza visual.