¿Qué piensa el perro cuando nos mira a la cara? Esta es la pregunta que trata de descifrar un equipo de científicos de la Universidad de Emory, en Estados Unidos. Para ello, han analizado imágenes del cerebro del can captadas en un túnel de resonancia magnética. Este artículo explica el interesante hallazgo.
El perro piensa pero, ¿en qué?
El perro se queda quieto. Y clava su expresiva mirada en la cara de su dueño. Esta escena resultará familiar para quienes hayan convivido con un can. Pero, ¿por qué nos mira así?, ¿en qué piensa el perro? Estas preguntas intrigan a los científicos.Un grupo de científico ha logrado fotografiar el cerebro del perro
La inteligencia del perro interesa, y son muchos los investigadores que han tratado de descifrar la mente del perro. Pero hasta ahora nadie había logrado llegar tan lejos: unos científicos de la Universidad de Emory, en Estados Unidos, han logrado escanear el cerebro del can mientras que está despierto.
Es decir, han obtenido imágenes de la cabeza del perro no sedado, gracias a la resonancia magnética. Y, ¿con qué fin? Tratan de averiguar cómo piensa el mejor amigo del hombre.
La técnica no es agresiva para el perro y es similar a la que se utiliza en seres humanos cuando precisamos una fotografía magnética de nuestro cerebro, con el fin de descartar alguna dolencia. E, incluso, es utilizada para detectar algunos tipos de cáncer.
Entender la mente para entender al perro
«El objetivo del estudio era utilizar imágenes del cerebro del perro para entender qué piensa el perro de verdad«, explica el neurólogo Gregoy Berns en este vídeo sobre su investigación.Para Berns no es suficiente creer que el perro nos quiere o pensar que necesita hacer ejercicio. «¿Cómo vamos a saberlo a ciencia cierta si el can no puede hablarnos?», se pregunta Berns. La respuesta hay que buscarla de nuevo, añade el científico, en las imágenes cerebrales del can.
«Para poder saber qué piensa un perro cuando le hacemos un gesto con las manos o le hablamos necesitamos entender qué ocurre en su cerebro«, asegura el neurólogo.
Aunque la investigación de Berns se encuentra en sus etapas preliminares, el neurólogo ya ha podido descifrar algunos de los circuitos cerebrales que se activan en el animal cuando, por ejemplo, se le ofrece comida.
Entender la mente del can es un paso para comprenderle mejor
Y qué partes de la cabeza de perro se despiertan, por el contrario, cuando recibe un gesto de afecto y cariño por parte de las personas que le rodean. Son pasos para comprender mejor a los peludos compañeros y desentrañar la especial relación que une hombres y canes.
Los resultados del estudio de Berns han sido publicados en la revista científica ‘PloS One‘. Esta publicación de la Public Library Science (PloS) estadounidense, es de libre acceso. Y funciona como red colaborativa para investigadores, que permite interactuar a la comunidad científica.
Escanear el cerebro de un perro despierto
Para obtener una imagen nítida del cerebro en una resonancia magnética es esencial permanecer quieto. Si para una persona es complicado entrar en un túnel de resonancia y permanecer inmóvil, aún lo es más para un can.
Por ello, el gran reto de este experimento fue ese: obtener las imágenes cerebrales de un perro despierto y quieto, no dormido o bajo los efectos de sustancias sedantes que pudieran falsear las imágenes.
Para lograrlo, el científico instaló un simulador del túnel de resonancia magnética en una habitación de su propia casa. Y acostumbró a los perros a entrar en él y sentirse tranquilos con el aparato.
Poco a poco, Berns logró que los canes permanecieran cada vez más calmados e, incluso, quietos. «Sabían que después habría un premio y una recompensa», apunta el investigador.
Los dos perros que formaron parte del estudio llevaron protectores, que les ayudaron a proteger sus sensibles oídos del ruido del túnel de resonancia.
Perros y personas, una relación con amor
Berns no ha sido el único interesado en comprender mejor la fuerte conexión del perro con las personas que le rodean y quieren. Una investigación publicada en ‘Journal of Comparative Psychology’ revela que el can siente un cariño y aprecio real por los humanos.
El vínculo que une a los canes con sus dueños, señala la investigación, es incluso mayor al que siente el animal por sus hermanos mientras comparten camada de cachorros.
Como ocurre con las personas, cada perro es un mundo. Ello explica que canes distintos piensen de forma distinta. O dicho de otro modo, para entender la mente del can no sería suficiente analizar en detalle un único cerebro canino.
“Perros distintos resuelven el mismo problema de forma distinta”, afirma Brian Hare, investigador de la Universidad de Duke (en EE.UU) en la CNN.
De la misma forma, no existiría un único tipo de lenguaje canino ni un modo único de razonar para el perro.