Europa contra la pesca excesiva

Nueva reforma europea contra la pesca excesiva

La nueva reforma de la Política Pesquera Común (PPC) se propone garantizar la subsistencia del medio marino mediante una pesca sostenible, acabar con los descartes y priorizar la planificación a largo plazo y basada en datos científicos. La nueva PPC entrará en vigor en 2014 y sustituirá a la actual, vigente desde 2002.

Una cuarta parte de las capturas en la UE se descarta, y de ellas la mayoría muere

El objetivo de los eurodiputados es recuperar las poblaciones de peces de aquí a 2020. Entre las medidas propuestas se pretende evitar a partir de 2015 cuotas de pesca muy elevadas para los países miembros. De esta manera, esperan que las poblaciones de peces se recuperen en los siguientes cinco años. También han sugerido establecer para 2015 los índices de mortalidad por pesca en niveles adecuados al rendimiento máximo sostenible (RMS), el límite de capturas extraíbles de una población de peces año tras año sin poner en peligro su capacidad de regeneración futura.

La prohibición gradual de las capturas no deseadas devueltas al mar es otra de las metas de la Eurocámara. Estos descartes se producen por su pequeño tamaño o porque son especies sin interés comercial. Desde el PE se asegura que representan una cuarta parte del total de capturas en la Unión Europea (UE) y, en la mayoría de los casos, los peces mueren. El informe del PE también propone mejorar la planificación del sector pesquero, con sistemas de previsión más a largo plazo basados en datos científicos precisos y más fiables.

Por qué la pesca sostenible es indispensable

Según datos del Eurostat y la Comisión Europea, el 80% de las poblaciones mediterráneas y el 47% de las del Atlántico están sobreexplotadas. España es uno de los países de la UE más interesados en proteger el presente y el futuro de la pesca: es el segundo que más millones de toneladas de capturas realiza, con un 15% (el primero es Dinamarca con un 17%).

Carlos Domínguez, secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), afirma que «no hay a largo plazo otra posibilidad que explotar los recursos naturales de forma renovable. Sin peces no hay pescadores. Tenemos muchas experiencias negativas en el pasado de recursos explotados hasta agotarlos de forma comercial, como el bacalao en aguas del Atlántico Norte o el arenque en aguas de Noruega. Pero no es menos cierto que si se aplican las medidas correctas, esos recursos se recuperan y vuelve con el tiempo a ser posible su explotación». El atún rojo es un buen ejemplo, señala Raúl García, responsable de Pesca de WWF España: «Estuvo a punto de colapsar y se aprobó hace unos años un plan serio a largo plazo que empieza a dar frutos».

La responsable de la reforma de la PPC en el PE, Ulrike Rodust, asegura que si se cumplen los objetivos señalados, las poblaciones de peces se recuperarán en 2020. De esta manera, sostiene, aumentarán en 15 millones de toneladas las capturas y se crearán 37.000 nuevos puestos de trabajo.

La europarlamentaria no es la única en subrayar los beneficios ambientales y económicos de una pesca sostenible. La ONG británica The New Economics Foundation (NEF) apuntaba en un informe el año pasado que restaurar los stocks de pesca comerciales en la UE a su RMS podría generar más de 3.000 millones de euros en valor de capturas adicionales por año, y se podrían crear hasta 100.000 puestos de trabajo, de los que 35.000 serían empleos directos en el sector pesquero.

El responsable de NEF, Aniol Esteban, recuerda los datos del Banco Mundial: «Cada año perdemos 50.000 millones de dólares por tener los stocks de pesca por debajo de su RMS. Devolverlos a su RMS nos daría 50.000 millones de dólares más, generaría más y mejor empleo y garantizaría un alimento clave para comunidades pesqueras en países en vías de desarrollo».

Evolución de la pesca sostenible

Los expertos consultados reconocen los avances producidos en el sector, aunque sin coincidir sobre la cantidad de pescado sostenible que llega a la mesa de los consumidores. Una forma de estimar su evolución es a través del programa de certificación MSC. Este estándar internacional permite a los consumidores reconocer los peces y mariscos atrapados de forma sostenible.

La responsable para España y Portugal de MSC, Laura Rodríguez, señala que «en la actualidad hay 292 pesquerías en el programa, de las que 190 están certificadas y 102 en proceso de evaluación formal. En conjunto suponen diez millones de toneladas métricas de capturas, más del 11% del total de la pesca extractiva en el mundo». Estas cifras, matiza Rodríguez, se refieren solo a las pesquerías certificadas bajo el estándar de MSC, «lo que no significa que no haya mucha más actividad pesquera sostenible que no recojan nuestros datos.» La ecoetiqueta de pesca sostenible MSC está presente en más de 18.000 productos en todo el mundo.

En España, desde que MSC abrió sus oficinas en marzo de 2011, hay nueve pesquerías en el programa, que en conjunto suponen unas 63.150 toneladas (menos del 1% de la producción pesquera española). Dos de ellas ya están certificadas, Pescafría-Pesquera Rodríguez de bacalao del Mar de Barents, que captura unas 3.700 toneladas anuales, y la Cofradía de Bueu para su pesquería de navajas de la Ría de Pontevedra, que captura unas 35 toneladas anuales.

Rodríguez añade que 48 empresas españolas están certificadas para Cadena de Custodia, por lo que pueden así vender productos con la ecoetiqueta MSC, «como Lorea, Aliada, Consorcio, Campos, Escuris, Findus, Albo, por citar algunas». También recuerda que algunos supermercados, como EROSKI, venden a sus clientes productos MSC.