Vendas, agua oxigenada y suero para limpiar los ojos son algunos elementos que no deben faltar en el botiquín del can. Este artículo describe el material necesario en la botica del perro. Entre ellos, instrumentos útiles, desinfectantes y vendas. También recoge consejos básicos para el uso de la botica canina.
El botiquín del perro permite una primera actuación del dueño frente a una emergencia con el perro, como mordeduras, quemaduras y cortes. El botiquín resulta de gran ayuda para minimizar los efectos de la lesión hasta que el veterinario pueda atender al can.
Dolors Corredera, portavoz de los veterinarios catalanes, aconseja «tener en el botiquín del perro productos adecuados para una sencilla actuación, como desinfectar y vendar».
Un botiquín para el perro debe contener vendas, desinfectantes y analgésicos
El equipo para un botiquín canino tiene un coste de alrededor de 50 euros. Puede ser más o menos completo, pero hay ciertos elementos básicos que una botica para el can debe contener.
Botiquín del perro, material que no puede faltar
Gasas, vendas y esparadrapo para realizar un apósito en caso de una herida en el perro.
Alcohol y agua oxigenada para desinfectar y limpiar heridas. También existen gasas impregnadas en alcohol listas para su uso. Los desinfectantes yodados tampoco pueden faltar en el botiquín para el perro.
Un producto recomendable en el equipo de primeros auxilios del can es una pastilla de jabón de vaselina o de coco: sirve para limpiar y desinfectar heridas provocadas por mordeduras.
Un termómetro es un elemento imprescindible para tomar la temperatura al perro.
Debe ser de lectura rápida e irrompible, porque se coloca vía rectal durante 30 segundos.
El suero fisiológico para limpiar los ojos del perro. El suero no solo sirve para una actuación de emergencia (en caso de contacto con un irritante) sino que también para la higiene ocular habitual del perro.
Este producto tiene diversos formatos: cajas con dosis independientes o recipientes de un litro.
Instrumentos útiles en la botica canina
Además de los productos básicos, se puede completar el equipo con determinados utensilios. Entre ellos:
Unas pinzas para retirar garrapatas o espigas atrapadas en el pelo del animal.
Un cortaúñas y una jeringuilla para administrar medicamentos y líquidos al perro.
Unas tijeras pequeñas y romas (sin punta) para cortar gasas o vendas.
Medicamentos en el botiquín del perro
Los veterinarios desaconsejan medicar al perro sin prescripción veterinaria, sobre todo si se hace con productos para personas.
Pero en un botiquín canino no está de más contar con medicamentos específicos para él. Entre ellos:
Una solución para limpiar los oídos del perro, sobre cuando tienen las orejas largas y caídas. De esta forma se previene la otitis.
Una pomada antiinflamatoria que alivie el prurito o irritación dermatológica.
Un medicamento para frenar la diarrea.
Un producto con propiedades analgésicas (contra el dolor) y antiinflamatorias.
El agua oxigenada es más recomendable como desinfectante para el perro que el alcohol. Según Javier Miner, veterinario, “el alcohol en una herida abierta puede provocar picor y dolor al perro“.
Sin embargo, el agua oxigenada no irrita tanto y es muy eficaz como desinfectante.
Si se usa alcohol o desinfectantes hay que rebajar el producto con agua.
Los perros con enfermedades crónicas, como dermatitis atópica (piel con tendencia a la inflamación) o artrosis, deben contar en su botiquín con el tratamiento recetado por el veterinario.
Asimismo, los perros alérgicos a picaduras de determinados insectos, como las avispas, deben tener en el botiquín el antihistamínico prescrito por el veterinario.
Los productos antiparasitarios también forman parte del botiquín del perro y sirven para mantener a raya pulgas, garrapatas y mosquitos transmisores de parásitos.
El botiquín del perro debe estar ordenado para encontrar los medicamentos y utensilios
La organización del botiquín es clave para encontrar el medicamento o utensilio que se necesita con rapidez, sobre todo en caso de una emergencia.
Conviene dividir por apartados el contenido de la botica -vendajes, desinfectante, termómetro-. Y, por otro lado, colocar los medicamentos y, por último, los utensilios (tijeras, pinzas)
La medicación del perro con productos para personas y sin prescripción veterinaria implica un grave riesgo para la salud del perro.