El momento actual de crisis ha impulsado un cambio en las competencias más valoradas por las empresas y en su coordinación con la formación en la universidad. Ahora se presta más atención a los idiomas, el comportamiento ético, la iniciativa o el dominio de las redes sociales, aspectos prácticos que no siempre se aprenden en las aulas. En este artículo se destaca la necesidad de adaptar la formación académica a la demanda laboral, las competencias profesionales más valoradas por las empresas y un test para conocer las habilidades personales y el nivel de idiomas.
Formación académica y demanda laboral
Mientras se estudia se adquieren muchos conocimientos teóricos. Se busca una formación completa y se espera que esta sea útil en el futuro profesional. Sin embargo, no siempre ocurre así. Una investigación del Instituto Nebrija de Competencias Profesionales y la Nebrija Business School, titulada «Competencias profesionales más demandas en la empresa», detalla precisamente lo que buscan y valoran las empresas en sus trabajadores. El principal valor del estudio reside en que se ha elaborado a partir de las respuestas de directores generales y responsables de recursos humanos.
Es necesario ajustar la formación a las necesidades del mercado de trabajo y superar el desencanto de los universitarios, cuyos rendimientos profesionales son inferiores a las expectativas
De sus conclusiones se extrae que es necesaria una mayor coordinación entre la universidad y la empresa. La formación ha de complementarse con otras habilidades requeridas en el momento de buscar empleo y que no siempre se enseñan en las aulas. Por ello, este estudio ha revelado algunas claves para intentar «ajustar la oferta formativa a las necesidades reales del mercado de trabajo«.
La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Acreditación (ANECA) llevó a cabo la investigación «El debate de las competencias«, en la que recogió las opiniones de los estudiantes universitarios sobre sus competencias reales, las expectativas profesionales y los déficits percibidos. En el mismo, los jóvenes manifiestan «un cierto desencanto con los estudios universitarios, al considerar que sus rendimientos profesionales no responden a las expectativas creadas» y critican la «titulitis», que «obliga» a realizar estudios superiores, pese a la tasa de paro en este grupo.
Cada vez son más quienes, incluso, aseguran que de haber sabido antes esto nunca hubieran ido a la universidad, o se hubieran decidido por estudios de Formación Profesional, y creen que los planes de estudios son «obsoletos», cuentan con «demasiada teoría» y proporcionan «una formación real en solo tres o cuatro asignaturas». Se lamenta sobre todo la falta de asignaturas prácticas.
Competencias profesionales más valoradas
En el análisis de la Escuela de Negocios de Nebrija se aprecian cambios entre las competencias a las que se ha dado valor hasta ahora y otras que «están cobrando cada vez más importancia en el nuevo paradigma económico y social«, señala el informe. Estas son:
- Comportamiento ético.
- Iniciativa, intraemprendimiento, creatividad e innovación.
- Motivación por el desarrollo individual.
- Inteligencia emocional.
- Conciliación de la vida personal y profesional.
- Gestión de la diversidad, tanto cultural como de género, raza o edad.
- Gestión del cambio (flexibilidad, polivalencia).
- Comunicación 2.0.
El «Segundo estudio de las demandas de los empleadores de titulados/as universitarios/as de la provincia de Valencia«, de mayo de 2011, detalla que «los aspectos más valorados en la selección de titulados universitarios» son:
- Experiencia laboral específica.
- Características personales.
- Flexibilidad.
- Conocimientos de informática.
- Titulación buscada.
- Prácticas en empresas.
- Conocimiento de idiomas.
- Formación de posgrado.
La universidad donde se haya estudiado, las estancias en el extranjero, la movilidad geográfica y el expediente académico son, por este orden, los aspectos menos valorados en este estudio.
«Las competencias profesionales en los titulados», un análisis del Centro de Alto Rendimiento de Accenture y Universia, aseguraba en 2007 que la formación en competencias era aún un reto para la universidad. Además, destacaba como competencias más valoradas:
- Habilidades personales y profesionales.
- Motivación.
- Adaptabilidad.
- Orientación a la calidad.
- Iniciativa personal.
- Habilidades de comunicación.
- Habilidades de integración en un equipo.
Conocer las habilidades propias es clave para averiguar los puntos fuertes y débiles de cada uno. El Ministerio de Educación propone para ello dos test:
Cuestionario de habilidades para saber las competencias de cada uno respecto al autoaprendizaje, capacidad autocrítica, búsqueda de información, organización del tiempo, habilidades sociales, gestión de proyectos y resolución de problemas, capacidad de adaptación, comunicación y competencia digital.
Cuestionario para conocer el nivel de idiomas. Es posible realizar un test de autoevaluación o pasaporte de lenguas. Este es un documento que se puede descargar y cumplimentar para reflejar en él competencias lingüísticas (hablar, leer, escribir, escuchar), diplomas, cursos u otros aspectos relacionados con otros idiomas y culturas.