La boca de un perro contiene 42 dientes que le son necesarios tanto para alimentarse como para desenvolverse en las relaciones con sus congéneres. No obstante, un can con encías enfermas puede llegar a perder los dientes, junto con su calidad de vida y bienestar. En este artículo se describe cómo enferman las encías de un perro, las señales que advierten de que existe un problema y pautas preventivas para que el perro tenga unas encías sanas.
Enfermedades de encías en perros: habituales
Las enfermedades asociadas a las encías en los canes son habituales en perros mayores de tres años. «Al menos un 70% tiene periodontitis o exceso de sarro en diferentes grados o fases, y afecta de forma especial a perros de talla pequeña«, explica Javier Collados, veterinario especializado en odontología y cirugía oral.
Las patologías más graves en las encías del perro pueden provocar pérdida de piezas dentales
Una de las patologías más habituales de las encías del perro, al igual que en el caso de las personas es la periodontitis – inflamación de las encías que puede acabar con la caída de los dientes- provocada por un exceso de placa y sarro en la boca del animal.
Periodontitis en perros: fases
La periodontitis en perros atraviesa tres fases patológicas.
1. Gingivitis o inflamación de las encías del perro. La inflamación de las encías del perro está provocada por el exceso de placa bacteriana en la boca del can. Es una fase de la patología leve que se puede solucionar con el cepillado de dientes y encías del perro con el fin de eliminar la placa que la provoca.
2. Periodontitis moderada en el can. La periodontitis moderada -o aparición de bolsas periodontales- se caracteriza por la aparición de bolsas con pus, retracción de las encías y movilidad de algunos dientes afectados.
3. Periodontitis severa o piorrea en el perro. Esta última fase de la patología gingival del can puede provocar la pérdida de piezas dentales, así como mayor cantidad de pus en las encías y mal aliento del perro. La piorrea en su estadio más avanzado puede derivar en patologías que afecten al hígado y al riñón.
Señales para reconocer unas encías enfermas en el perro
Las señales que alertan de que las encías del perro están enfermas son el exceso de placa y sarro, el mal aliento (halitosis), el sangrado, la retracción de la encía y dolor al masticar.
El perro no expresa el dolor por problemas dentales de la misma manera que las personas, aunque sí lo padezca o sienta. El animal no habla para poder explicar lo que le duele.
Por ello, la observación de los dueños, así como las revisiones anuales de la boca por el veterinario son fundamentales para detectar las molestias orales del perro.
Algunas señales que alertan del dolor de encían en el perro son el sangrado por boca, pérdida de apetito y cambios en la conducta a la hora de comer, como ladear la cabeza, masticar solo con los dientes de un lado de la boca o mostrarse inapetente frente al plato de pienso.
Frente a los primeros síntomas de problemas en las encías del perro es recomendable consultar al veterinario para evitar las consecuencias más graves, como la pérdida de dientes.
Pautas para cuidar las encías del perro
Con las encías caninas más vale prevenir que curar, y la higiene oral es la mejor forma de conseguirlo. Los cepillados dentales desde cachorro con productos específicos mantienen el sarro a raya.
La placa bacteriana es el principal enemigo de las encías del perro y, además del cepillado dental, es conveniente acudir al veterinario de manera periódica para llevar a cabo una limpieza bucal a fondo.
Una correcta higiene oral es fundamental para mantener las encías del perro sanas
Existe una gran variedad de productos para la higiene oral canina: enjuagues bucales, pasta de dientes para perros y diferentes métodos de cepillado. Además del clásico cepillo, también se puede usar un dedal de tela que el dueño utiliza para eliminar el sarro.
Los piensos de buena calidad son otros aliados para mantener las encías del perro sanas. En la actualidad los alimentos caninos, sobre todo los de piensos de gama alta para el perro están formulados para cubrir las necesidades orales del perro mientras que evitan que el sarro causante de las patologías gingivales caninas se acumule en los dientes.
Las vitaminas A y C, presentes en alimentos de buena calidad y en algunas frutas que el perro sí puede comer, son esenciales para que el perro tenga una boca sana.
1. El sarro de la boca de los perros, a diferencia del de las personas, tiende a formarse en las zonas externas de los dientes. En las personas se acumula más en la parte interior del diente.
2. La boca del perro está compuesta por millones de bacterias, al igual que en las personas. Por ello, cuando un perro muerde a una persona existe más riesgo de infección por la acción de las bacterias que por la lesión en sí misma.
3. Una de las consultas odontológicas más habituales en perros es con respecto al mal aliento del animal. Este problema es más frecuente en los perros pequeños y se produce como consecuencia de un exceso de placa y sarro en la boca, y de una higiene oral incorrecta.