Ropa comprometida con los derechos humanos y laborales

Las prendas de comercio justo y otras diseñadas por ONG garantizan y reivindican el respeto a los derechos humanos y laborales de los trabajadores
Por Azucena García 17 de mayo de 2013
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Imagen: Intermón Oxfam

Los acontecimientos ocurridos en Bangladesh durante las últimas semanas, donde más de un millar de personas han fallecido al derrumbarse el complejo textil donde trabajaban, ha devuelto a la actualidad las condiciones laborales en las que se realizan ciertos trabajos relacionados con la moda. A la vez, ha aumentado la sensibilización de los consumidores y ha puesto de manifiesto alternativas: prendas con mensajes para generar conciencia, ropa de comercio justo que garantiza el cumplimiento de los derechos laborales, consejos de ONG para un consumo responsable o acciones en las que tomar parte para pedir compromisos a las marcas. Este artículo repasa diferentes propuestas para los consumidores.

Prendas para generar conciencia

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Imagen: Amnistía Internacional

«Llevar un fular con los colores de la bandera gay es peligroso en Uganda, ser mujer y vestir pantalones puede suponer un castigo de 40 latigazos en Sudán, una cartera para ir a la escuela puede costar la vida si eres niña en Pakistán». Amnistía Internacional (AI) advierte de las consecuencias de vestir ciertas prendas de ropa y, precisamente por ello, las pone a la venta con carácter reivindicativo. Todas ellas conforman la colección Ropa Comprometida 2013.

Mediante estas prendas, se defienden derechos vulnerados en algunos países del mundo, como el derecho a la libertad de expresión, a no sufrir violencia, tortura ni malos tratos, derecho a la vida, a la integridad física, a no ser discriminado, a la igualdad ante la ley o derecho a la educación.

Las ropas están confeccionadas en materiales naturales como el algodón o la seda. Son camisetas -una de ellas con capucha a favor del grupo punk ruso Pussy Riot-, un fular arcoiris, un bañador, pantalones, una cartera escolar, una falda y un mono de color naranja, inspirado en los uniformes de quienes son condenados a la pena capital en Estados Unidos. Todos los diseños transmiten un mensaje escrito, como serigrafías o textos a favor de la libertad de expresión, o bien emplean los colores utilizados en la bandera gay y las de Sudán, Cuba o Kurdistán.

Ropa de comercio justo

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Imagen: Intermón Oxfam

Intermón Oxfam (IO) recuerda que el comercio justo «busca cambios en las formas de producir, de comercializar y de consumir, para que el mundo sea un lugar más humano y más sostenible». Estos son los valores que impregnan la moda incluida en este movimiento. En su nueva colección Veraluna primavera-verano, IO defiende «una moda ecológica y comprometida» inspirada en los colores de Indonesia y que garantiza «las condiciones laborales de los y las productoras de la India, el valor más importante».

Esta colección se incluye en la corriente «ecofashion» porque sigue las tendencias de la moda, pero tiene un mínimo impacto en el medio ambiente y cumple con los principios del comercio justo. En cuanto a su fabricación, el diseño corresponde a la española Luna Hussein, los estampados a Marina Molares y la producción recae en cuatro grupos de la India: Creative Handicrafts, Rajklshkmi, CRC y EMA.

«Rajlakshmi Cotton Mils Ltd produce y exporta productos textiles de algodón de comercio justo y orgánico. El algodón orgánico evita los problemas sociales, económicos y medioambientales propios del cultivo del algodón convencional, puesto que no usa ni pesticidas ni insecticidas. La contaminación de suelos y aguas que se deriva del cultivo del algodón convencional produce enfermedades a los campesinos y sus familias, además de estropear suelos», detalla IO. Todas las prendas se pueden adquirir en las tiendas de Intermón Oxfam, tanto físicas como on line.

Criterios básicos para un consumo responsable de ropa

Más de 1.700 trabajadores de la confección han fallecido en Bangladesh desde 2005 «debido a los edificios inseguros»

Setem editó hace algunos años una guía para el consumo responsable de ropa. En ella se dan consejos a los consumidores para comprar ropa y se aporta información sobre la industria textil y el medio ambiente, los derechos humanos, las empresas de ropa, los derechos del comprador y los criterios básicos para un consumo responsable.

  • Preguntarnos qué prendas nos hacen falta o nos haría ilusión tener.

  • Asegurarnos de que la ropa que damos por «gastada» no se puede remendar.

  • La ropa se fabrica con fibras naturales (lana, seda, algodón y lino), artificiales (acetato, rayón y viscosa) y sintéticas (poliéster, nylon, lycra, poliamida y tergal). Las artificiales y sintéticas se obtienen mediante síntesis química, las sintéticas a partir de derivados del petróleo. Un vistazo a la etiqueta basta para conocer la composición de la prenda que se adquiere.

  • En la etiqueta se informa también sobre el modo de conservación, muy útil para que la ropa se estropee menos y no sea necesario comprar nuevas prendas con tanta asiduidad. Hay que evitar temperaturas de lavado muy altas, no abusar de la lejía, tender la ropa de manera que no se deforme y no dejar que el sol incida durante mucho tiempo sobre ella.
  • La cantidad de ropa nueva que se produce implica «una explotación muy importante de recursos naturales, que en su mayoría no se recuperan mediante el reciclaje».

Petición a las marcas que producen en Bangladesh
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Imagen: CRL

Los hechos ocurridos en Bangladesh han revelado la identidad de varias marcas que producían ropa en esta zona. Los consumidores más concienciados han pedido explicaciones y los afectados se han comprometido con las víctimas y sus familias.

La Campaña Ropa Limpia, coordinada por Setem, ha pedido a las marcas que firmen el programa para la mejora de la seguridad en las fábricas de Bangladesh (Bangladesh Fire and Building Safety Agreement). Más de un millón de personas han estampado ya su firma para pedir la adhesión a este acuerdo, que contempla “inspecciones independientes de edificabilidad, publicación de los resultados de las auditorías, reparaciones obligatorias para solventar las deficiencias encontradas y acceso a las fábricas por parte de los sindicatos para formar a los trabajadores en materia de seguridad y derechos laborales, incluido su derecho a rechazar trabajos peligrosos”.

Un total de 31 marcas han firmado el programa, un “acuerdo histórico que supone un paso vital para la seguridad de las fábricas en Bangladesh”. Según datos de la campaña, más de 1.700 trabajadores de la confección han fallecido en este país desde 2005 “debido a los edificios inseguros”.

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