En verano, se debe tener un especial cuidado en la manipulación de dispositivos, como teléfonos móviles o tabletas, al aire libre. Ambientes con arena, polvo y agua pueden hacer que estos aparatos sufran daños y no puedan ser reparados. Por otro lado, es recomendable no dejarlos tampoco al sol o en el interior de un vehículo, ya que una subida en la temperatura puede provocar pérdida de información o un mal funcionamiento de la pantalla y la batería. Aun así, en el mercado existe una amplia gama de productos orientados a la protección de aparatos portables en exteriores, como accesorios o carcarsas a prueba de salpicaduras de agua o polvo. En este artículo se recomiendan algunos sistemas para disfrutar del verano con la debida protección de nuestros smartphones y tabletas.
Teléfonos resistentes al agua y al polvo
Hace unos años, encontrar móviles que fueran resistentes al agua y al polvo era poco común. Teléfonos como el Motorola Defy consiguieron una gran popularidad gracias a su precio contenido y a una carcasa exterior que lo protegía de las inclemencias meteorológicas.
Teléfonos como el Motorola Defy consiguieron una gran popularidad, gracias a su precio contenido y a una carcasa exterior
En la actualidad, existe una gama más amplia de terminales con estas características. Destaca el Sony Xperia Z, en la gama alta de la línea de teléfonos de Sony, y el modelo Sony Xperia Go entre la gama baja y media.
Otros fabricantes, como Samsung, han creado teléfonos resistentes al agua basados en modelos de gran éxito. El Galaxy S4 Active tiene las mismas características que el Galaxy S4, pero presenta un diseño que lo protege hasta un máximo de 30 minutos de inmersión y hasta un metro de profundidad. También cuenta con auriculares resistentes al agua y un nuevo modo en la cámara denominada «Agua» para hacer fotografías en el medio acuático.
Fundas y carcasas
En el caso de tener un móvil sin este tipo de protección en el diseño de fábrica, la solución pasa por adquirir una carcasa que proteja al terminal en lugares como playas y alta montaña. Para el iPhone, existe una gran disponibilidad de productos, entre los que destaca la carcasa de Griffin Survivor Waterproof, que permite sumergir el teléfono hasta un máximo de tres metros. Su precio estimado es de 67 euros.
Sin embargo, la opción más económica para añadir protección a este tipo de dispositivos es una funda o bolsa resistente al agua. En el mercado hay una amplia variedad de modelos por un coste entre 10 y 50 euros, en función del tamaño y características de la bolsa. El fabricante Aguapac, especializado en este tipo de fundas, cuenta con un extenso catálogo de productos. Uno de ellos es la bolsa estanca mini, pensada para teléfonos móviles o dispositivos de similar tamaño. Entre otras características, deja manejar la pantalla táctil y tomar fotografías a través de una ventana. Tiene una cuerda ajustable y un pasador para el cinturón. Su precio es 20 euros.
Altavoces resistentes al agua
Entre los accesorios para dispositivos portátiles orientados a su uso al aire libre, están los altavoces externos resistentes al agua y al polvo.
El fabricante Grace Digital dispone de una gama de productos para el empleo de dispositivos de audio en exteriores. Entre ellos, destaca un altavoz Bluetooth denominado EcoXBT. Indicado para móviles, tabletas o reproductores multimedia, resulta muy útil en piscinas, pozas, ríos y playas. En el caso de los teléfonos, puede utilizarse como manos libres. Y en contacto con el agua, este altavoz flota en la superficie. Además, tiene una batería recargable de 10 horas de duración en reproducción continua de música. Cuesta 117 euros.
Otra opción es el altavoz Braven BRV-1. Con conexión Bluetooth, es resistente a salpicaduras o chorros de agua, aunque no permite su inmersión. Está orientado a tabletas o teléfonos móviles, con los que puede usarse como manos libres. El importe estimado es de 140 euros.
Si a pesar de las medidas de precaución debidas, un móvil termina en el agua, hay una serie de consejos que pueden ayudar a recuperar el terminal.
En el caso de que el teléfono tenga la batería extraíble, como medida de seguridad es importante retirarla rápido y secarla con un trapo o toalla. Y es esencial no manipular la batería bajo ningún concepto. En cuanto al teléfono, lo mejor es dejarlo secar en un ambiente sin humedad.
La opción casera más recomendable es meter el teléfono y la batería, una vez secas, en un tarro con arroz durante 24-48 horas, con la precaución de que los granos no se introduzcan de forma accidental por las conexiones de carga o auriculares. Y si no funciona, hay que llevarlo a un servicio técnico especializado.
Por seguridad, nunca hay que tomar medidas como utilizar una fuente de calor directa sobre el teléfono, meterlo en el microondas o enchufarlo a la corriente eléctrica, ya que pueden producir cortocircuitos o la explosión de la batería debido a sus componentes químicos.