El verano es tiempo de viajes, ocio al aire libre y desplazamientos en coche. Los perros también se unen a la agenda estival de su familia humana, lo que puede implicar más riesgo de atropello que en invierno. En otras ocasiones son canes o felinos abandonados los que sufren el accidente. En las próximas líneas se describe cómo actuar en los momentos inmediatos al atropello de un perro o gato, sus consecuencias para la salud del animal y datos sobre este tipo de accidentes con canes.
El atropello de un perro o un gato puede acarrear al animal graves contusiones, como rotura de huesos, pero también su muerte, lo cual resulta muy traumático para sus dueños. Pero además, el choque de un coche con un can puede originar graves accidentes que provoquen la muerte de personas. Por eso, hay ciertos pasos que hay que tener en cuenta tras este tipo de incidentes. Son los siguientes:
1. Atropello de perros o gatos: ocuparse de los heridos
El momento en que un perro o gato resulta atropellado es caótico para todos los implicados en el accidente. Los dueños sufren por el estado de salud de su animal, y la persona que lo ha atropellado también puede resultar herida o, como poco, conmocionada por el susto y la preocupación por la mascota.
Pero frente a esta situación es recomendable actuar de manera organizada para resolverla de la forma más favorable posible para todos.
El primer paso es ocuparse de los heridos, si los hay, y retirarlos de la calzada para evitar más accidentes. Si es necesario, se puede llamar a dos teléfonos de emergencias, para solicitar ayuda: 112 o 062 (Emergencias o Guardia Civil).
2. Perros y gatos accidentados, cuidado con los movimientos
El perro o gato atropellado debe ser movido lo menos posible, y hay que llamar al veterinario de urgenciasEn caso de que el can o felino resulte herido, es recomendable moverle lo menos posible. En todo caso, solo para retirarle de la calzada. Un atropello puede provocar heridas internas en el perro o gato, aunque en apariencia pueda estar bien. En los atropellos son habituales lesiones como la conmoción cerebral o la rotura de costillas y otros huesos.
Algunas clínicas veterinarias tienen servicio de urgencias las 24 horas. Si no se conoce ninguna, se puede llamar al veterinario donde se acude de manera habitual para que nos informe de algún teléfono al respecto.
3. Tomar los datos de los implicados en el atropello con animales
El siguiente paso es tomar los datos de las personas implicadas en el atropello del animal. En el momento del accidente se debe priorizar la salud de los heridos. Por ello, los asuntos legales pueden quedar en un segundo plano. Sin embargo, hay que anotar la matrícula de los vehículos implicados en el accidente, así como los datos personales de sus conductores. De esta forma, nos podremos poner en contacto con ellos horas después para resolver los trámites legales.
Los testigos del incidente son claves para determinar en el juicio la culpabilidad o inocencia del conductor. Por ello, es conveniente apuntar los contactos de quienes estén dispuestos a colaborar para solucionar el caso.
4. Atropello de perros o gatos, denuncia
El siguiente paso es interponer una denuncia en la Guardia Civil, que es el cuerpo que se encarga de los sucesos relacionados con el tráfico. Debe quedar constancia del atropello: hora, circunstancias sobre cómo ocurrió, quién estuvo implicado, así como las consecuencias del accidente.
5. Solicitar un informe pericial en el veterinario
El veterinario que atienda al perro o gato de las heridas sufridas por el atropello debe emitir un informe sobre su estado de salud. Esta prueba deberá aportarse en el juicio.
De esta forma, si en los tribunales el conductor resulta culpable del accidente, y hubiera ocasionado daños y perjuicios, deberá indemnizar a los afectados, por lo que se podrían recuperar los costes derivados del tratamiento médico del animal.
El tamaño del animal determina las lesiones que sufre en un atropelloEl tamaño del animal determina las lesiones que sufre en un atropello. Según Javier Miner, veterinario y experto en traumatología y neurología, “los perros o gatos pequeños suelen sufrir solo un revolcón, los medianos y grandes, al ser golpeados por el parachoques, es habitual que padezcan lesiones internas y fracturas de cadera”. En cuanto a los canes muy grandes, como los mastines, sufren fracturas en los huesos de las patas.
El plazo de recuperación de un perro o felino que ha resultado atropellado depende del tipo de lesiones que haya tenido. La horquilla de tiempo varía entre los cuatro y los treinta días.
Los accesorios reflectantes y con luces para el perro de noche previenen su atropelloLos atropellos de perros se producen de manera más habitual en la carretera o en zonas rurales, donde los canes van sueltos, según los datos de la Dirección General de Tráfico al respecto. Cada año se registran cerca de 3.700 accidentes automovilísticos en las carreteras españolas en los que hay un perro implicado.
Los casos de atropellos no son habituales en la clínica de San Sebastián donde trabaja el veterinario Javier Miner, a pesar de que es uno de los centros que más casos de canes con traumas atiende en la capital guipuzcoana. Miner señala que, de las 1.500 consultas que ven en la clínica al mes, solo ocho corresponden a perros atropellados.
Por su parte, la compañía británica de seguros MoreThan ha realizado un estudio sobre atropellos de animales en ciudad. La conclusión es que en los meses de invierno (de noviembre a enero) se producen un 60% más de accidentes con canes que en los meses comprendidos entre agosto y octubre.
Estos atropellos se producen la mayoría de las veces porque los perros invaden la calzada. Debido a la escasa visibilidad producida por la lluvia, niebla o nieve, los conductores no ven a los canes. En otras ocasiones, no distinguieron al animal parado en un semáforo o durante el paseo, al bajar de la acera de manera accidental.
Por eso, una recomendación es utilizar accesorios reflectantes y con luces para el perro, como collares, arneses o chalecos. De esta manera, los conductores tienen más tiempo de reaccionar frente a la presencia del can en la carretera.