El cáñamo es un material natural empleado por la humanidad desde hace milenios, debido a la resistencia de su fibra, la sencillez con que se trabaja y la rapidez con que crece su cultivo. Este artículo describe algunos de los principales usos de la fibra de cáñamo, desde la construcción de casas hasta muebles, y otras posibilidades, como la sustitución del algodón, la elaboración de papel y hasta de partes de bicicletas. Y menciona, además, el principal obstáculo para su desarrollo.
Cuando se piensa en materiales para la construcción, tanto de muebles como de casas, que además sean sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, pocas veces se menciona el cáñamo. Sin embargo, esta fibra que se obtiene de las distintas especies de la planta Cannabis sativa posee muchas propiedades. Por eso el ser humano usa este material desde hace unos ocho milenios con aplicaciones bien distintas.
Fibra de cáñamo para construir casas
La construcción es uno de los campos donde el cáñamo ofrece mayores posibilidades. Los ladrillos de cáñamo son bloques que se fabrican con esta fibra, cal hidráulica natural y una mezcla de minerales. Permiten levantar edificaciones con una normal resistencia a las cargas, buena resistencia al fuego y propiedades aislantes térmicas y acústicas.
Los ladrillos de cáñamo se producen con fibra de este producto, cal hidráulica natural y una mezcla de minerales
Su coste resulta un tanto elevado, en parte porque su producción no es tan masiva. Sin embargo, si se compara con los materiales utilizados de forma habitual para lograr este tipo de aislamientos (las placas de pladur y la lana de roca), los ladrillos de cáñamo permiten obtener un ahorro de hasta un 50%.
En España, existe al menos una empresa que fabrica ladrillos de cáñamo. La montó en Guadix (Granada) una arquitecto alemana llamada Monika Brümmer. Sus productos están homologados y su uso en construcción cumple con todas las normativas vigentes. Como en nuestro país apenas se produce fibra de cáñamo, esta compañía la importa de Francia, país que -al igual que otros como Suecia y Canadá- elabora distintas variedades de este material.
Muebles de fibra de cáñamo
Como el mimbre y el ratán, la fibra de cáñamo es un producto natural que permite construir muebles de alta calidad.
El diseñador alemán Werner Aisslinger ideó unos sillones que posibilitan su fabricación en serie a bajo costo. Son ligeros, modernos, confortables y se pueden apilar, para que apenas ocupen espacio cuando no se usen. Además, el pegamento utilizado en su elaboración está hecho a base de agua, por lo que supone un producto por completo sostenible.
También la obra del artista francés Christian Astuguevieille enseña las múltiples posibilidades del cáñamo en los muebles. En este caso, las piezas están creadas con cuerdas de cáñamo (y también de algodón) unidas y pegadas.
Precisamente, uno de los empleos más frecuentes del cáñamo en la historia ha sido el de hilos y cuerdas. Su gran resistencia a la humedad y las variaciones climáticas hacía de este material el preferido para las embarcaciones, que las utilizaban en las cuerdas, velas y redes de pesca.
Otros de los tantos usos que se ha dado al cáñamo van desde la industria textil, para la manufactura de ropa o estopa, hasta la alimentaria, ya que su aceite es muy nutritivo en proteínas y grasas.
Otros usos de la fibra de cáñamo
El cáñamo es originario de las cordilleras del Himalaya, en Asia. Fueron los chinos los primeros que lo desarrollaron y aprovecharon sus posibilidades. Y es en China donde en la actualidad se investigan maneras de sacarle más partido. El objetivo es aumentar la producción de cáñamo para utilizarlo en sustitución del algodón, cuyo cultivo consume más tiempo, agua, herbicidas y pesticidas, además de superficie: se necesitan 2,3 hectáreas de algodón para obtener los resultados de una hectárea de cáñamo.
Se necesitan 2,3 hectáreas de algodón para obtener los mismos resultados que en una hectárea de cáñamo
La industria del papel es otra de las que podría obtener grandes beneficios si empleara el cáñamo en vez de la madera de los árboles. Mientras estos necesitan años para crecer, un cultivo de cáñamo se puede cosechar en unos pocos meses. Además, no se precisa de sustancias químicas para separar la fibra de la pulpa.
Los usos del cáñamo son tan variados que hasta un proyecto alemán lo emplea para la fabricación de bicicletas de madera, junto con otros productos naturales, como el bambú, el lino, el coco y la cera.
Sin duda, el principal obstáculo para el desarrollo del cáñamo es su “parentesco” con la marihuana. Este psicotrópico se obtiene de la misma familia de plantas, pero de especies con un contenido mucho mayor de tetrahidrocannabinol (THC), es decir, la sustancia psicoactiva.
Las principales plantaciones de cáñamo, destinadas a la construcción, alimentación y demás finalidades, se encuentran en Asia y Europa del Este. En Estados Unidos, su cultivo es ilegal desde la década de 1930, aunque sí está permitida la importación de la fibra.