Llegan los carnavales y hay quien se lanza a disfrazar a sus perros y gatos. Para algunas personas, caracterizar a sus animales puede ser una experiencia divertida, pero ¿qué opina el can o felino al respecto? Este artículo aborda esta cuestión y la creciente fiebre por disfrazar a los peludos inquilinos de casa, que aumenta en países como Estados Unidos y empuja con fuerza en España.
Carnaval, ¿es divertido vestir a perros y gatos?
Lula, una paciente perrita de raza bulldog francés, está vestida como si fuera una gimnasta olímpica (incluidas una bandana canina en la cabeza y una peluca de trenzas rubias). La perra Fluffy, por el contrario, lleva un vestido de princesa, de color rosa estricto y voluminosos volantes alrededor.
Disfrazar a perros y gatos en fiestas como Carnaval o Halloween es cada vez más habitual
«Disfraces para perros frecuentes son los trajes de personajes de películas o de algún superhéroe, como Batman o Superman», dice Roberto Domínguez, gerente de Don Disfraz, un gran almacén de vestidos, máscaras y trajes de fiesta donde es posible caracterizarse como casi cualquier personaje que cruce la imaginación.
¿Por qué gastar millones de euros en disfraces para perros?
La fiebre de vestir a perros y gatos no alcanza en España las dimensiones que ha adquirido en otros países. Los estadounidenses gastan cerca de 273 millones de euros en disfraces para sus canes y felinos. Mirada en perspectiva, la cifra es relevante: los ciudadanos de EE.UU dedican solo tres veces más en disfraces para niños de lo que invierten en vestidos para sus animales.
En nuestro país, el fenómeno de disfrazar a los canes aún no roza estas dimensiones. Pero, según Domínguez, si el humano se disfraza, será también más sencillo que opte por caracterizar a su perro.
No obstante, en las fábricas de disfraces españolas, los trajes de hombre lobo para niño, del malvado Freddy Krueger y de vampiresa ya comparten estantería con otros pensados en exclusiva para animales; algo casi impensable hace solo unos años.
¿A los perros les gusta disfrazarse? No tanto, dicen los expertos
Disfrazarse no es un motivo de celebración para el perro, sino una experiencia desconcertante
Disfrazar al perro o gato puede ser simpático para algunas personas. Pero ¿qué opina el animal al respecto? Los expertos en comportamiento canino advierten de que el animal puede estresarse y sentirse molesto con un traje. «Poner un disfraz a un perro es ignorar alegremente la esencia canina», afirma Alexandra Horowitz, etóloga canina y autora de ‘Dentro del perro: lo que el perro ve, huele y sabe’ (Inside of a Dog: What Dogs See, Smell, and Know, Scribner, 2010) en una entrevista en The New Yorker. Humanizar al animal, en consecuencia, puede tener algunos peligros: disfrazarse no es un motivo festivo para el perro sino, más bien, una experiencia desconcertante.
No obstante, Horowitz admite que ser caracterizado puede no siempre ser una tortura para el animal: «El perro logra algo valioso, captar nuestra atención; y, con seguridad, una ración extra de premios comestibles caninos y de caricias por parte de su humano preferido».