Estornudos, mucosidad, ojos rojos e irritados… La alergia a los gatos no es infrecuente, ya que la sufre entre el 15 y el 30% de las personas que ya padecen otras alergias. Sin embargo, esta hipersensibilidad no siempre es motivo para no poder compartir la vida con un felino, afirman los expertos. A continuación se explica qué causa la alergia a los gatos (no es el pelo del felino, sino una proteína en su piel) y cómo frenarla para que deje de ser un problema, para usted y su peludo minino.
Alergia a los gatos, ¿qué la provoca?
La alergia a los gatos es dos veces más frecuente que a los perros; la culpable es una proteína en la piel del felino
¿Estornudos, mucosidad, ojos rojos e irritados cada vez que el gato se encuentra cerca de usted? La llegada de un nuevo felino a casa puede desencadenar una respuesta inesperada: la aparición de una reacción alérgica al gato. «Entre el 15 y el 30% de las personas con alergia, sufren reacciones alérgicas también a los gatos o perros; aunque la sensibilidad a los felinos es casi dos veces más frecuente que a los canes», concluye un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia.
Una malentendido común es culpar al pelo del gato de la reacción alérgica, que incluye síntomas como estornudos, tos, sarpullidos en la piel, mucosidad abundante e, incluso, agravamiento del asma en las personas que ya padecen esta dolencia.
«Sin embargo, no es el pelo del felino, sino una proteína presente en la piel del gato, la responsable más frecuente de los episodios de alergia a estos animales», afirma la investigadora Clare Bryant, de la Universidad de Cambridge, quien ha coordinado un extenso estudio sobre la alergia de las personas hacia los gatos
La alergia a los gatos la provoca la caspa del felino
La piel del gato contiene una proteína alergénica, a la que los investigadores han llamado Fel d 1. Esta pequeña molécula, sin embargo, puede resultar una gran amenaza, a pesar de su reducido tamaño. La dañina proteína es más peligrosa aún cuando se libera con la caspa del gato. Es decir, cuando es dispersada por la casa junto con las escamas de piel seca del felino (caspa), que, como ocurre en las personas, se desgajan y dispersan por el ambiente.
«Cuando los gatos se lamen el pelaje durante su acicalamiento, extienden estas células de piel seca por todo su cuerpo. Y, una vez que el pelo del felino se desprende, estas proteínas alergénicas también se esparcen», añade Bryant. Los resultados de su investigación han sido publicados en la revista científica ‘ The Journal of Immunology‘.
Esta maligna proteína, presente en la caspa del gato, desencadena la reacción de alergia cuando entra en el cuerpo de personas vulnerables, es decir, con un sistema inmunológico más sensible de lo normal a estas sustancias. La molécula felina activa, en ese momento, una reacción de alergia en presencia de una toxina bacteriana común en las personas.
La respuesta del cuerpo son los conocidos estornudos y llamativas secreciones nasales del alérgico. «El problema más grave lo tienen las personas con asma o que sufren otro tipo de alergias añadidas -como a los ácaros o al polen-; ya que las reacciones de su sistema inmunológico se agravan», explica, por su parte el veterinario Adrián Aguilera.
No obstante, la alergia al gato no siempre debe motivo para que un felino deje de vivir en casa, defienden los veterinarios. «Los gatos pueden ser animales muy queridos, y deshacerse de ellos suele causar una sensación de tristeza grave, que mine aún más la salud de sus dueños», advierte Aguilera. Entonces, ¿qué hacer?
Ocho pasos para reducir la alergia a los gatos
La alergia a los gatos puede reducirse con productos aplicados sobre la piel del gato, y medidas de higiene
El amor por el gato puede alcanzar niveles insospechados, y el peludo amigo puede formar parte de la familia, como un miembro más. Además, los gatos mejoran y fortalecen el sistema inmunológico de los niños con los que habitan.
Pero, ¿qué hacer si se padece alergia al gato? Hay formas de reducirla; y de conseguir que la convivencia en casa sea llevadera con el peludo inquilino.
Hacerse con un producto que frene la alergia a los gatos. Existen productos que reducen la posibilidad de sufrir alergia a los gatos.
«La efectividad de estas lociones es muy elevada (alrededor de un 60%), y la alergia a los gatos puede incluso desaparecer, si la persona no padece otras alergias adicionales (ácaros, polen, etc)», dice Aguilera. Su precio ronda los 20 euros.
Aplicar el producto contra la alergia al gato. El primer paso es cepillar al gato con esmero. Después, se puede aplicar la loción sobre el felino, una vez a la semana, al principio. Este producto elimina la caspa sobrante de la piel del gato y, con ella, la posibilidad de provocar alergia.
Este de tipo de productos para reducir la alergia a los gatos son líquidos, y deben suministrarse a favor y en contra de la dirección de crecimiento del pelo del gato, con ayuda de un trapo o una prenda vieja de algodón. Debe aplicarlos una persona no alérgica, ya que liberará una gran cantidad de caspa felina con alergénicos. El veterinario le ofrecerá los consejos en cada caso.
El gato debe evitar el dormitorio cuando hay un alérgico en casa. En esta habitación se pasa entre el 30 y el 50% del tiempo: es importante, además, airearla y limpiarla con especial esmero.
Las alfombras son un foco de concentración de pelos de gatos: redúzcalas en casa.
» Bañar al gato todas las semanas es una ayuda contra la alergias, ya que reduce los alérgenos transportados por el aire», añaden los expertos de la Universidad Politécnica de Valencia.
Los cepillados del gato también son importantes para eliminar la caspa que causa la alergia, en especial, durante las mudas de pelo. Este aseo del peludo amigo debe realizarlo una persona que no alérgica.
Una clave que conviene recordar: no todos los gatos provocan alergia o, al menos, no todos los felinos la desencadenan con la misma intensidad.
Los gatos esterilizados suelen provocar reacciones alérgicas menos intensas, afirman los expertos.