Facebook es ante todo una plataforma que permite a las personas mantener contacto digital y compartir textos, experiencias y materiales audiovisuales, tal como en una plaza pública del mundo real nos encontraríamos con nuestros convecinos y estableceríamos una conversación. En este sentido, Facebook supone en buena medida la extensión digital de la vida social. Sin embargo, su infraestructura se puede aprovechar para muchos otros usos, entre ellos estar al tanto de la actualidad informativa, acceder a ofertas de comercios, locales de ocio y restaurantes o apoyar iniciativas ciudadanas. Ahora también han nacido aplicaciones de móvil que aprovechan Facebook para que las personas que deseen tener “algo más” puedan comunicárselo entre sí y citarse sin que nadie lo sepa. A continuación apuntamos seis de ellas.
A diferencia de otras redes como Twitter, las personas que se agregan como contacto en Facebook se han conocido antes en el mundo real y, por lo tanto, tienen una percepción física de aquellos con los que se comunican en esta red social. Este hecho permite que en ocasiones se retomen antiguas conexiones o que se extiendan al ámbito de Internet otras que habían comenzado en las actividades laborales o de ocio. En este sentido, Facebook no se diferencia de la vida real.
Han aparecido en el último año diversas aplicaciones para desarrollar de manera discreta las atracciones latentes entre contactos de Facebook
No son pocas las personas que tras muchos años distanciados se han encontrado de nuevo a través de Facebook y han retomado amistades e, incluso, relaciones sentimentales; tampoco las que siempre se han sentido atraídas mutuamente y nunca se lo han confesado. El deseo puede continuar latente y las personas pueden relacionarse en la red social como simples contactos y, tal vez, derivar sus necesidades afectivas hacia otro tipo de redes más específicas.
Sin embargo, han aparecido en los últimos años diversos programas y aplicaciones para el móvil que aprovechan la red de contactos de Facebook, y sus niveles de privacidad, con el fin de que estas atracciones latentes sean conocidas de un modo unipersonal entre los contactos y puedan, o no, tener consecuencias en la realidad. Estas pueden ir desde encuentros esporádicos y clandestinos, hasta relaciones estables que acaben en compromisos de pareja públicos. El nivel, por descontado, lo fijan los contendientes.
Down, cambio de nombre pero la misma actividad
Down es el nuevo nombre que ha adoptado la app antes conocida como Bang your friends (liga con tus amigos), tras ser prohibida en la App Store de Apple. Ahora está presente tanto en móviles con Android como en iOS.
Una vez descargada, Down accede a la lista de contactos de Facebook del usuario y le permite indicar a este con cuáles de ellos estaría dispuesto a tener un encuentro. Si se diera el caso de que otros contactos también tuvieran descargada la aplicación, y hubieran señalado un deseo similar respecto al usuario, Down le comunicaría si dichas intenciones fueran recíprocas. Si no fuera así, ninguna de las dos personas sería avisada y la información no saldría jamás de los servidores del programa. Lo que después suceda en caso coincidente es gestionado por los usuarios, ya con independencia de la app.
Cuando hace un año apareció, este software creó grandes expectativas entre muchos internautas. Sin embargo, la precaución moralista de Apple, la voluntad de ahorrarse problemas y lo explícito del nombre (‘bang’ significa algo más directo que ligar) hicieron que la empresa la prohibiera en su tienda. Ante las protestas de muchos usuarios, se acordó el regreso con un nombre más concreto y un pliego de condiciones donde los clientes eximieran de responsabilidades al fabricante de los móviles y al mantenedor de la tienda de aplicaciones.
Tinder, la novedad
Tinder es la aplicación más reciente que opera en este sector. Se basa en las mismas premisas que Down, es decir, que utiliza la lista de contactos de Facebook para seleccionar las personas que nos parecen interesantes o afines y ponerlas en un grupo aparte.
Funciona a base de fotografías de los perfiles de las personas, que la app -para móvil y disponible tanto en Android como en iOS– nos va mostrando. Si el contacto nos gusta o interesa, arrastramos su imagen a un grupo aparte. Si también le interesamos, el programa nos avisa a ambos y nos pone en contacto.
Sin embargo, el objetivo de Tinder (yesca en inglés) no es tanto que se encienda una pasión física como facilitar la generación de amistades entre gente con afinidades. En este sentido también puede servir para que personas con aficiones en común se decidan a compartirlas.
Cuatro apps que usan también el GPS
I Just Made Love nos permite dejar una etiqueta detectable con un GPS de nuestros sitios favoritos para tener encuentros amatorios
Lovoo y Blendr se diferencian de las anteriores aplicaciones por incorporar a la red de contactos de Facebook el uso de la geolocalización por GPS. De este modo, combina el listado de conexiones de la red social con el empleo del GPS para saber si están cerca de nosotros. En caso de detectar un contacto que hemos valorado de forma positiva y que también nos ha calificado del mismo modo, estas apps nos avisarán de que la persona anda cerca, por si queremos mandarle un mensaje para quedar. Por otro lado, Lovoo se distingue de Blendr en que incluye también la lista de contactos de Twitter.
Otras aplicaciones de móvil complementarias son I Just Made Love y 69 places. La primera permite dejar una etiqueta detectable con un GPS de nuestros sitios favoritos para tener encuentros amatorios, de modo que otras parejas de usuarios puedan conocer nuevos rincones discretos o estimulantes donde apagar sus fuegos. Por su parte, 69 places nos recomienda hasta 69 lugares cercanos a nuestra ubicación GPS que sobresalen por su tranquilidad y discreción.