Los fabricantes de smartphones se han lanzado este año al mercado de uno de los accesorios de moda, las denominadas pulseras cuantificadoras, debido a que permiten medir, y cuantificar en datos sobre una pantalla, la mayoría de las actividades físicas que realizan los usuarios a diario. En los últimos doce meses, el número de dispositivos para registrar la actividad física ha crecido de forma exponencial y, dada su relación con el móvil, era cuestión de tiempo que las grandes marcas hicieran sus propias propuestas. Este artículo muestra las principales novedades en materia de pulseras cuantificadoras.
Entre las pulseras más populares del mercado se encuentra Fitbit, con sus diferentes modelos a la venta, como Fitbit Flex, que incluye un monitor de actividad y de sueño, o los Zip y One, que tienen un diseño en forma de pinza para poner en el cinturón o entre la ropa. Sin embargo, esta empresa ha tenido que retirar por el momento su última pulsera, Fitbit Force, debido a que se han producido varios casos de irritaciones de piel por los materiales empleados en su fabricación.
Una de las novedades más destacadas ha sido la aparición del cuantificador de Garmin
Por su parte, Jawbone Up ha presentado en fechas recientes la tercera generación de su pulsera, que añade como novedad la sincronización de forma automática mediante conectividad Bluetooth 4.0, al igual que la gran mayoría de pulseras cuantificadoras del mercado. En cambio, esta pulsera carece de pantalla, lo que hace necesario el uso de un teléfono móvil con Bluetooth 4.0 para poder acceder a los datos. Su precio es de 150 euros.
Otra de las novedades más destacadas en este segmento de mercado ha sido la aparición del cuantificador de Garmin, denominado VivoFit. Garmin, fabricante especializado en dispositivos GPS y medidores de actividad deportiva, presenta en esta pulsera fitness algunas novedades respecto a la competencia: entre otras, es sumergible hasta 50 metros y, según el fabricante, la batería intercambiable tiene una duración de un año. El coste está entre 119 y 149 euros, si incorpora un medidor de frecuencia cardiaca.
También el fabricante coreano de teléfonos móviles Samsung cuenta con un accesorio de cuantificación denominado Samsung Gear Fit, pensado para trabajar solo con teléfonos de la marca. En la actualidad, es compatible con 20 teléfonos de Samsung, incluyendo el nuevo Galaxy S5. Esta pulsera mide la actividad física y también permite recibir notificaciones del teléfono. Una de sus características principales es su pantalla curva Super AMOLED de 1,84 pulgadas, con una resolución de 432 x 128 píxeles, muy por encima de las del resto de pantallas que se montan en este tipo de dispositivos. El importe es de 199 euros.
En lo que a Sony refiere, la pulsera Sony SmartWear está pensada para medir la actividad física de los usuarios y sincronizarla a través de Bluetooth 4.0 con cualquier teléfono Android que cuente con la versión 4.4 o superior. Tiene una unidad cuantificadora denominada «Core» y se comercializa en diferentes tipos de colores. Para acceder a los datos, dispone de una aplicación para Android denominada Lifelog, que se presenta como un registro de la vida diaria del usuario, ya que también almacena de forma cronológica la música o fotografías tomadas por este cuando está en movimiento. Se puede adquirir por anticipado a un precio de 99 euros.
La pulsera deportiva LG Lifeband Touch es compatible con teléfonos con iOS 6, o superior, y Android 4.3 o superior, aunque también funciona con los terminales LG G2 y Samsung Galaxy S4. Cuenta con una pantalla OLED táctil, donde acceder a los datos de actividad y poder controlar las llamadas y la reproducción de música del móvil asociado. Se comercializa junto con unos auriculares inalámbricos que tienen un medidor del ritmo cardiaco incorporado. El precio es de 180 dólares.
Uno de los problemas de estas pulseras es que los movimientos bruscos de las manos pueden hacer que se cuenten pasos que no se han dado
Uno de los problemas más frecuentes de los cuantificadores de actividad en forma de pulsera es que los movimientos bruscos de las manos pueden hacer que se cuenten pasos que no se han dado. Además, este tipo de pulseras tampoco miden bien otros ejercicios de los usuarios, como montar en bicicleta, nadar o actividades en máquinas de fitness. Una de las opciones para solventar estos inconvenientes es FlyFit, una pulsera cuantificadora para colocar en el tobillo. Financiada al principio mediante crowdfunding, FlyFit busca la precisión de la medición de la actividad física de los usuarios. Se puede adquirir de manera anticipada a un precio de 119 dólares.
También existen cuantificadores pensados para niños. ibitz es un podómetro digital inalámbrico de pequeño tamaño que, por su diseño y características, está ideado para los más pequeños, aunque puede ser utilizado por adultos. Para ello, dispone de dos aplicaciones para móviles: una para niños, donde puede conseguir recompensas en forma de acceso a apps y contenidos exclusivos, y un programa para adultos con acceso completo a los datos. El coste de este accesorio es de 39 dólares.