Varios fabricantes han presentado en los últimos años diversos modelos de cámaras fotográficas compactas que cuentan con el sistema operativo Android para su funcionamiento. Aunque este sistema destaca por utilizarse como gestor de tabletas y teléfonos móviles, ahora también se usa en otros tipos de dispositivos portátiles. De esta forma, ha dado lugar a la primera hornada de cámaras de fotos inteligentes, capaces de subir sus imágenes a las redes sociales, adjuntarlas por correo electrónico o editarlas en su pantalla. Otra de las ventajas es que permiten disponer de una óptica y sensor de mejor calidad que la de los teléfonos móviles. A continuación se detallan algunas de estas cámaras.
Las cámaras de fotos que funcionan con Android son para quienes quieran una mayor calidad de imagen sin sacrificar la conectividad de los teléfonos móviles
Para muchos usuarios, la calidad de la cámara fotográfica de su teléfono móvil es más que suficiente para un uso diario. Además, algunas tareas, como compartir las imágenes con otros dispositivos, se pueden realizar mediante el empleo de cámaras con wifi o bien mediante tarjetas SD con conexión wifi.
Por lo tanto, las cámaras inteligentes están orientadas a un nicho de usuarios que quieran disponer de una mayor calidad de imagen, sin sacrificar las posibilidades de conectividad de los teléfonos móviles.
Samsung Galaxy Camera 3G
Samsung Galaxy Camera 3G es una cámara de fotos con Android y conexión 3G que se lanzó por primera vez en 2012. Entre sus características de imagen principales, destaca por un sensor BSI CMOS de 1/2,3 pulgadas y 16,3 megapíxeles de resolución, así como un zoom óptico de 21 aumentos, un objetivo gran angular de 23 mm con una luminosidad entre f2.8 y f5.9 y con un máximo de 3.200 ISO. También presenta flash xenón y cuenta con capacidad para grabar vídeo a 1.080p a 30 fps.
En cuanto a hardware, ofrece una pantalla de 4,8 pulgadas HD SLCD, un procesador de cuatro núcleos a 1,4 gigahercios, un gigabyte de memoria RAM y ocho gigabytes de espacio de almacenamiento, ampliable mediante tarjetas microSD de hasta 64 gigabytes.
En el apartado de conectividad, presenta 3G, wifi, Bluetooth y GPS. La batería es de 1.650 mAh, lo que permite un día de uso. El precio estimado básico es de 500 euros.
Nikon Coolpix S800C
Nikon Coolpix S800C supone la propuesta del fabricante japonés Nikon. Esta cámara tiene un sensor CMOS de 1/2,3 pulgadas con 16 megapíxeles de resolución, así como un zoom de 10 aumentos ópticos, una lente focal entre 4,5 y 45 mm, con una luminosidad entre f3.2 y f5.8 y una velocidad de obturación entre 1/2.000 y cuatro segundos.
Cuenta con capacidad para grabar vídeo en alta definición a una resolución de 1.920 x 1.080 píxeles y 30 frames por segundo (fps). La sensibilidad ISO máxima es de 3.200. Por otro lado, presenta diferentes modos de disparo, así como diferentes tipos de mediciones, aunque no posee modo manual de valores.
En cuanto a las características de hardware, dispone de una pantalla de 3 pulgadas OLED, un procesador Coretex-A9, 512 megabytes de memoria RAM y un gigabyte de memoria interna ampliable. Según el fabricante, la batería permite hasta 140 tomas de imágenes. Funciona con conectividad wifi y GPS. Por defecto, el sistema operativo es Android 2.3. El coste estimado de fábrica es de 350 euros.
La Polaroid SC1630 fue la primera cámara con Android disponible en el mercado. Fue presentada en enero de 2012 y tuvo una tibia acogida entre los medios especializados y los consumidores. Contaba con un sensor CCD de 16 megapíxeles, zoom de tres aumentos, grabación de vídeo a 720p y 30 fps, pantalla táctil de 3,2 pulgadas, 512 de memoria RAM y cuatro gigabytes de espacio de almacenamiento. Estas características eran demasiado ajustadas para este tipo de dispositivos.
Sin embargo, Polaroid lo volvió a intentar con un segundo modelo. Presentó a principios del 2013 la Polaroid iM1836, una cámara basada en Android 4.1 con 18 megapíxeles de resolución y conectividad wifi y GPS. Además, incorporaba una pantalla de 3,5 pulgadas táctil. Una de las características de esta cámara era que contaba con un sistema de lentes intercambiables propio, pero que mediante un adaptador era compatible con las lentes micro cuatro tercios. Sin embargo, el diseño era muy similar al de las cámaras Nikon J1 y J2, lo que motivó una demanda por parte de Nikon, que ganó en los tribunales norteamericanos. De esta forma, la cámara tuvo que ser retirada del mercado a finales de 2013 y ya no está disponible.