La fibra óptica hasta el hogar (FTTH) ya está presente en la mayoría de las ciudades españolas, tanto en las dos grandes (Madrid y Barcelona) como en las medianas e incluso muchas pequeñas capitales de provincia. En este sentido, el esfuerzo realizado por empresas como Jazztel, Telefónica u Ono ha sido importante en obras y recursos. Pero, ¿merece la pena contratar un servicio con tanto ancho de banda -100 megabits por segundo (mbps)- si somos un usuario medio con, en principio, pocas ambiciones digitales? Tal como se preguntó en el pasado la antigua ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde: “¿Para qué necesitamos tanta velocidad?“. Este artículo pretende demostrar que sí se pueden optimizar los 100 mbps de la FTTH.
1. Ver vídeos en alta definición desde nuestros dispositivos. La reproducción de vídeos no tuvo en principio tanto éxito en Internet como la de música. Para explicar este fenómeno se ha aludido siempre a que requieren mayor atención, pero también a que su activación era lenta puesto que son archivos muy pesados que se deben transferir, al menos en parte, al ordenador o tableta.
Un buen ancho de banda es fundamental para que los vídeos se carguen con fluidez
Sin embargo, a medida que ha ido aumentando el ancho de banda de las conexiones, se han incrementado el número de reproducciones, hasta el punto de que hoy la mayor parte del ancho de banda de la Red se dedica a los vídeos de YouTube y otros servicios. Tener un buen ancho de banda garantiza rapidez en la carga del vídeo y, por lo tanto, inmediatez en su reproducción. Si los vídeos son en HD o en Ultra Alta Definición, la necesidad de ancho de banda será mayor para que el proceso sea fluido. En este sentido, nada como 100 mbps para no notar latencias.2. Usar métodos de transmisión de imagen y sonido desde tabletas y smartphones al televisor. Los sistemas WiDi están basados en la transferencia de archivos en alta definición desde un ordenador, u otro dispositivo, a una base receptora –Apple TV o Chromecast, por ejemplo- que está conectada a un televisor.
De este modo, los archivos de vídeo y audio que se ejecutan en realidad en el equipo informático, el smartphone o la tableta pueden verse en alta definición en el aparato de televisión. Para que este proceso se produzca se necesitan al menos 10 mbps efectivos -no teóricos- y sin apenas actividad por parte de otros dispositivos. Es decir, no puede haber nadie navegando desde otro móvil o jugando a videojuegos online. Pero con 100 mbps no hay ningún tipo de problema.
3. Jugar a videojuegos on line. Las plataformas de videojuegos por Internet, tanto de grandes firmas como los independientes, parecen imponerse poco a poco. Los jugadores prefieren no tener que usar discos ópticos ni cargar los juegos en la videoconsola, sino acceder a una plataforma de la Red y jugar sin demoras. Por descontado, el consumo de este sistema es grande y, si se quiere fluidez y no impedir que el resto de la familia pueda consultar Facebook o ver vídeos de YouTube, cuantos más megas mejor.
La tendencia en todo tipo de sistemas operativos es que las actualizaciones se hagan de manera automática
4. Tener siempre actualizados nuestros dispositivos y ordenadores. La tendencia en todo tipo de sistemas operativos es que las actualizaciones, tanto de aplicaciones como de programas y del propio sistema operativo, se hagan de manera automática cuando estén conectados a una red wifi. En ocasiones, tabletas y smartphones van cargados de apps, o los programas que queremos actualizar, como editores de imágenes o suites ofimáticas, pesan muchos megas. Una buena conexión asegura que un proceso que podría durar horas con menos megas se despache en minutos.5. Acceder a servicios tipo Nexflix. Netflix, la plataforma de películas y series bajo demanda en Internet por excelencia, no ha aterrizado todavía en España. Sin embargo, existen ya alternativas sólidas como Filmin y Wuaki.tv. Utilizarlas implica muchas veces no solo reproducir vídeo en alta definición en un ordenador o tableta, sino también pasarlo por WiDi al televisor. Sin un ancho notable, el servicio puede ser muy inestable. En cambio, con 100 mbps se ejecuta sin ningún problema.
6. Usar Spotify en remoto con estabilidad. No son necesarios 100 mbps para emplear Spotify en modo wifi, de manera que el televisor y su equipo de sonido hagan de altavoz principal y se maneje lo que suena en remoto desde el móvil. Ahora bien, podemos estar sometidos a una marea de interferencias que se verán aminoradas cuanto mayor sea nuestro ancho de banda. Con más megas, el servicio será más estable.
Tener 100 mbps permite hacer reuniones telemáticas que poco se diferencian de las presenciales
7. Tener teléfono fijo con voz en alta definición. El teléfono fijo es un objeto que tiende a desaparecer de nuestras vidas, o a hacerse intrascendente, a no ser que alguna novedad lo remedie. La voz en alta definición podría ser su oportunidad. Esta tecnología no ha llegado a implantarse por su requerimiento de gran ancho de banda, pero quizás con la fibra podría ser interesante como servicio añadido de los operadores para mantener la conexión fija.8. Hacer con comodidad y en alta definición videoconferencias desde el televisor. Las videoconferencias mediante Internet, en las que los conferenciantes se ven en pantallas televisivas y cada vez con mayor definición, son un hecho cada vez más habitual entre familias que viven separadas y también entre delegaciones de empresas. Tener 100 mbps a nuestra disposición para este fin permite hacer reuniones telemáticas que poco se diferencian de las presenciales.
9. Usar sistemas de videovigilancia doméstica. La videovigilancia de espacios domésticos y de bebés se impone con rapidez, gracias a la bajada de precios de los dispositivos y el empleo de aplicaciones de monitorización en móviles. Estos sistemas funcionan con redes wifi, por lo que es importante que allí donde haya dispositivos llegue la red. Además, transfieren el contenido que graban a un disco duro o a la «nube», con lo que su consumo de ancho de banda se dispara.
10. Controlar diferentes aparatos de la casa. Aunque esta es una opción de futuro, la domótica se impondrá tarde o temprano, ya sea por comodidad o por conveniencia de ser energéticamente más eficientes a medida que la energía se vuelva más cara. Por lo tanto, en la futura Internet de las cosas, el ancho de banda para comunicarse por el smartphone con los objetos del hogar y regularlos, o para que se regulen entre ellos y los diferentes sensores y termostatos, deberá ser grande.