Las mujeres no viven igual en todas las partes del mundo. No es algo nuevo. Pero a menudo se desconoce cuáles son sus condiciones. Distintas ONG trabajan con ellas para prestar ayuda, mejorar su calidad de vida y mantenerla a largo plazo. Pobreza, marginación, analfabetismo, explotación o inseguridad son solo algunas de sus realidades. En este artículo se recogen las particularidades de la vida de las mujeres en distintas partes del mundo y se destaca el trabajo que llevan a cabo las organizaciones con ellas.
Ser mujer en el mundo
Las mujeres son víctimas de actos violentos, empleos precarios y engaños debido al analfabetismo
Las mujeres son luchadoras, sobre todo en los países donde sus derechos no se reconocen. Ser mujer no significa lo mismo en todas las partes del mundo. En algunas implica tener que superar barreras importantes que requieren ayuda externa para salvarlas. Por ello distintas ONG trabajan a favor de las mujeres y con ellas. Las ayudan a organizarse, fomentan su educación, la puesta en marcha de negocios gracias a microcréditos o el acceso a la atención sanitaria y durante el embarazo y el parto, entre otras.
- América Latina
La campaña «No hay justicia sin igualdad», de Manos Unidas, culminada a comienzos de año, no solo ha puesto de relevancia el trabajo de esta organización en puntos dispares del planeta, sino que ha dado a conocer la realidad de mujeres de diferentes países.
En América Latina, la campaña se detuvo en Honduras, donde siete de cada diez mujeres son víctimas de actos violentos, en su mayoría, por parte de sus compañeros. Incluso las niñas se enfrentan a esta situación.
En Bolivia, la minería es un sector reservado para los hombres, por lo que son pocas las mujeres que acceden. Ellas desempeñan empleos precarios y están sujetas, explica Manos Unidas, «a un mayor nivel de inseguridad económica», además de carecer de una protección social que las cubra cuando no pueden trabajar o mientras están enfermas.
La campaña también se ha detenido en Perú, donde el analfabetismo es uno de los enemigos de las mujeres. Por ello Manos Unidas desarrolla programas de alfabetización de mujeres que les ayudan a superar miedos e inseguridades. Dos terceras partes de las personas analfabetas en el mundo son mujeres, casi 500 millones que «sufren soledad, aislamiento y marginación por no saber leer ni escribir» y pueden «ser engañadas, sufren soledad, aislamiento y marginación por no saber leer ni escribir», detalla Manos Unidas.
Mientras, en Colombia, el conflicto y la violencia afectan a las mujeres de diferentes formas: agresión sexual, desplazamiento forzado, tortura, reclutamiento forzoso e, incluso, homicidio.
- África
En África, el papel de las mujeres como motor de cambio y desarrollo es innegable. Pese a las dificultades que enfrentan en prácticamente todos los ámbitos de la vida, luchan cada día con más ganas que el anterior para superar estas situaciones.
El conflicto también afecta a RD Congo, donde incluso en las zonas donde los enfrentamientos no son directos, se notan sus consecuencias. «Indiferencia y abandono» en medio de un «entorno patriarcal y machista» conforman el escenario en el que viven las mujeres.
En Senegal, algo tan nimio como que conduzcan una moto es cuestionado. Un proyecto con animadoras que enseñan a las mujeres a defenderse en la vida y en los negocios ha permitido que aprendan a valorarse.
En Sudán, Amnistía Internacional (AI) pelea por la libertad de una mujer condenada a muerte por su elección religiosa y a recibir 100 latigazos por supuesto adulterio. La mujer permanece en prisión con su hijo de 20 meses por estos motivos, por lo que AI ha puesto en marcha una iniciativa para solicitar su puesta en libertad. Junto con esta mantiene activa la petición para liberar a 200 escolares secuestradas en Nigeria el pasado 15 de abril.
- Asia
El hecho de ser iletradas favorece en Irak que las mujeres sean despojadas de sus vidas por las mafias o perseguidas por sus creencias.
Pero en este continente, India centra múltiples miradas. La discriminación y marginación a la que se enfrentan las mujeres es brutal, en unas condiciones donde el desprecio por su vida queda patente en más de una ocasión. Han de ser buenas esposas, atender a su familia y ser siempre las últimas. Las pequeñas son especialmente vulnerables a estas condiciones, donde se trafica con niñas con fines comerciales. Las mujeres y niñas tribales, pertenecientes a las castas más bajas, alimentan este intercambio por ser más vulnerables debido a los altos índices de pobreza y analfabetismo. Manos Unidas combate en este campo con programas de fortalecimiento de la mujer.
Amnistía Internacional ha pedido «investigar con imparcialidad» la violación en grupo de dos niñas dalits que fueron luego asesinadas. La falta de asistencia por parte de las autoridades empeoró una situación de por sí dramática, pero sobre todo remarcó el escaso valor que se otorga a las mujeres. «Los delitos contra dalits no suelen registrarse ni investigarse debidamente», señala AI.
En este mismo país, Alboan desarrolla la campaña «Mujeres valientes» para que, entre otras cuestiones, se escuche su voz. Esta iniciativa se extiende a África y América Latina para impedir la violencia contra las mujeres, pero también para promover su capacitación profesional, su participación política y el acceso a la educación de calidad.