¿Su perro es asustadizo, ha sido operado y necesita tranquilidad, rehúye de los niños o tiene problemas para relacionarse con otros canes? Una forma sencilla de advertirlo es con la colocación de un lazo amarillo en su correa: una señal simple que avisa al resto de viandantes de que su mascota necesita espacio, es decir, que le dejen tranquilo. El Proyecto Perro Amarillo es una iniciativa, con cerca de 100.000 seguidores en las redes sociales, que ha popularizado este lazo para los perros que, por motivos de edad, de salud o psicológicos, necesitan espacio y no ser molestados. A continuación se explican todos sus detalles.
¿Su perro es asustadizo, ha sido operado y necesita tranquilidad, rehúye de los niños o tiene problemas para relacionarse con otros canes? Una forma sencilla de advertirlo es con la colocación de un lazo amarillo en su correa: una señal simple que avisa al resto de viandantes de que su amigo peludo necesita espacio, es decir, que le dejen tranquilo. El Proyecto Perro Amarillo es una iniciativa, con más de 120.000 seguidores en las redes sociales, que ha popularizado este lazo para los canes que, por motivos de edad, de salud o psicológicos, necesitan espacio y no ser molestados. A continuación se explican todos sus detalles.
¿Su perro necesita espacio? Adviértalo con un lazo amarillo
El Proyecto Perro Amarillo recomienda anudar lazos de color cuando un animal, por motivos de salud o psicológicos, necesita no ser molestado durante sus paseos
¿Su perro acaba de salir de una operación y tiene pocas ganas de saludar a otros congéneres en el parque? ¿Su peludo amigo es demasiado miedoso y es probable que ladre o gruña si alguien se le acerca demasiado? O tal vez ¿tiene poca tolerancia hacia algunos animales, se muestra gruñón y precisa un poco de tiempo para superar esta aprensión?
Todos estos canes son posibles portadores de un lazo amarillo, una señal que permite advertir al resto de personas o propietarios de animales que el peludo compañero necesita un poco de espacio y prefiere no ser molestado durante los paseos.
«En mi trayectoria como educadora canina me he encontrado con muchos perros que se ponen muy nerviosos cuando adultos o niños se les acercan demasiado o del modo no apropiado, y también canes que sencillamente necesitan espacio porque son ancianos o acaban de atravesar una enfermedad«, explica la etóloga Tara Palardy, creadora de la iniciativa El Proyecto Perro Amarillo (The Yellow Dog Project).
El Proyecto Perro Amarillo cuenta en su página de Facebook con más de 120.000 seguidores. Esta iniciativa recomienda anudar un lazo amarillo -u otro objeto visible y llamativo de ese color, como una bandana canina- a la correa o collar del perro que, por el motivo que sea, necesita un poco más de espacio y tranquilidad que los demás.
Aunque la gran mayoría de los canes están bien socializados y agradecen de buen gusto una caricia o un saludo durante sus salidas al aire libre, esto no siempre es así. Las razones que pueden llevar a un animal a necesitar más espacio son variadas: desde la edad avanzada del perro -que, como ocurre con las personas, puede hacerle menos receptivo a las carantoñas poco cuidadosas de personas desconocidas- hasta una enfermedad o convalecencia tras pasar por el quirófano.
El Proyecto Perro Amarillo: una ayuda para la adopción
Llevar un lazo amarillo, en consecuencia, no siempre implica que el can sea agresivo. En muchas ocasiones, son peludos compañeros que atraviesan un problema psicológico -como el miedo- o de conducta puntual, que necesita ser tratada por un educador canino. «El lazo amarillo del perro puede servir para alertar de que está en pleno proceso de educación profesional o indicar una necesidad de espacio temporal, cuando, por ejemplo, el can se recupera de una operación», señala Palardy.
Los perros recién adoptados que pasan por un periodo de adaptación, más aún cuando han sufrido un cruel abandono o han sido víctimas de un maltrato, también son animales a los que el lazo amarillo les puede resultar útil.
Muchos de estos canes adoptados han padecido experiencias negativas que explican que necesiten volver a confiar en las personas. Estos perros pueden ser poco sociables al principio o asustadizos. «Para ellos, las salidas al parque pueden ser un momento estresante, y portar un lazo amarillo supone una ayuda para el can durante esta etapa de adaptación a su nueva vida», concluye la Asociación Nacional de Amigos de los Animales.
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