Los móviles se han convertido casi en una prolongación de las personas. En ellos se almacena la vida privada, la profesional, se guardan documentos, nos conectamos a Internet o realizamos llamadas telefónicas. Por lo que su pérdida, o en su defecto cualquier avería, puede suponer un importante problema, sin contar con tener que reponerlo, lo que conlleva un importante gasto. Pero este desembolso puede evitarse si se tiene contratada una póliza que atienda a estas y otras contingencias. Como se explica a lo largo de este artículo, hay productos aseguradores muy específicos, que tienen como objetivo la protección más amplia posible del móvil. Cubren desde su robo hasta los daños por accidente y la cuota mensual oscila entre 2 y 20 euros, en función del modelo asegurado y del tipo de póliza.
Robos, daños, averías…
Las coberturas para el móvil pueden ser tantas como deseen sus asegurados, no hay límite, y contemplan desde acciones de terceros (robos o llamadas de otras personas) a las generadas por alguna avería o rotura accidental. Todo ello conforma el diseño global de la póliza, así como la cuota que habrá que afrontar. No obstante, las más habituales entre los usuarios son las siguientes:
Robo de móvil:
Si roban el terminal, gran parte de la oferta aseguradora contempla la sustitución por uno igual o de similares características. Además, si lo quiere el asegurado, pueden bloquear el móvil y el número de teléfono para que nadie lo pueda utilizar, y no tener que asumir esos gastos.
Llamadas después del robo:
Si después de robar el móvil lo usan para llamar, los seguros cubren hasta 1.000/1.500 euros por las llamadas fraudulentas realizadas desde la notificación del siniestro.
Daños por accidente:
Si el teléfono se moja, se cae al suelo y se rompe, o tiene un deterioro por algún accidente, sus titulares también pueden protegerse con la contratación de un seguro. Si el importe de la reparación supera el importe del móvil, dan la opción de cambiarlo por uno igual o con prestaciones parecidas.
Averías:
Si el terminal está averiado y no tiene garantía, también en este caso habrá solución, ya que lo intentarán reparar en su servicio técnico especializado. ¿Y si cuesta más el arreglo que el teléfono? En este caso, darán uno igual o de características similares.
Rotura de pantalla:
Si se rompe la pantalla y no funciona de forma correcta, también se cubre esta contingencia por medio del seguro. Además, si el móvil es de gama alta, tendrá una cobertura de pantalla que podrá alcanzar un máximo de 500 euros.
¿Cuánto puede costar?
Muchas de estas pólizas se comercializan en función de la gama del teléfono que tenga el usuario, que se mueve en un escalafón que va desde los más básicos, a los que cuentan con mayores prestaciones y con una tecnología más avanzada.
Estas pólizas se comercializan en función de la gama del móvil que tenga el usuario
Y en referencia a estas variables, habrá que abonar una cuota u otra, que por lo general se formaliza con pago trimestral, aunque en algunos modelos puede incluso ser mensual o anual. En cualquier caso, las tarifas se mueven desde 2 euros al mes para los modelos más básicos (los móviles más sencillos) hasta los 10 o 15 euros mensuales para los diseños más avanzados.
Otra característica de estos seguros tan específicos es que no cuentan con periodo de permanencia y el usuario puede darse baja en cualquier momento, sin ningún tipo de penalización para el cliente, así como modificar sus condiciones.
Es preciso atender una serie de consideraciones antes de suscribir una póliza que cubra las contingencias que se quieran proporcionar al móvil, y que se resumirían en las siguientes actuaciones que deberán acometer los usuarios:
Comparar las diferentes ofertas del mercado y en función del modelo, se conseguirá la cuota más competitiva para adaptarse a su presupuesto.
Buscar las coberturas más necesarias para el buen mantenimiento y funcionamiento del terminal, sin que quede interrumpido el servicio en ningún momento.
Las operadoras de telefonía también los comercializan, en algunos casos, con tarifas más económicas.
A medida que la gama del móvil sea superior, se incrementará la cuota que se debe pagar, con unas diferencias muy notables entre unas y otras, por lo que es necesario detectar las verdaderas necesidades del usuario.
Pueden suscribirse solo las coberturas básicas (roturas, averías, etc.), pero si se quiere tener protegido por completo el aparato, será necesario ampliarlas a otras más avanzadas, en las que se contemplen robos o llamadas fraudulentas.
Considerar que pueda ser repuesto por otro modelo de similares características en los casos que queden inhabilitados, por alguna avería o rotura, pero también por la pérdida del mismo.